El dicho de que viejos los cerros, pero todavía reverdecen se hace patente en los paisajes de Sinaloa en las faldas de la sierra baja, pues con las primeras lluvias de verano, revive el bosque tropical caducifolio endémico del noroeste del país.
Se trata de un ecosistema que resiste a la sequía y que, a decir del biólogo universitario César Díaz, no sólo beneficia en cuanto al oxígeno que produce, sino también es vital para el ciclo del agua y contrarrestar la estación seca.
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El bosque tropical caducifolio también regala una diversidad de fauna, plantas medicinales y hasta frutos exóticos, como la pitaya que da identidad a Sinaloa, sin embargo, hoy ha comenzado a estar bajo amenaza debido principalmente a factores antropogénicos.
Esta vegetación crece en el inicio de la Sierra Madre Occidental, diseminado en municipios como Culiacán, Badiraguato, Cosalá, San Ignacio, Mocorito y Concordia.
“Nos aporta maderas, follaje que es consumido por la fauna, no solamente por la silvestre sino también por el ganado, nos aporta un montón de especies medicinales para curar padecimientos intestinales, cefaleas y de la piel, pero también nos aporta especies comestibles como los papaches, chapotes, arrayanes y otros", explica.
Factores de riesgo
César Díaz detalla que la tala de árboles, la siembra de pastizales de altura y cultivos como el maíz y el frijol, son algunos de los factores que han comenzado a destruir este ecosistema.
Añadió que actualmente las empresas inmobiliarias han optado por la construcción de terrenos campestres en esta zona, por lo que se ha visto una afectación de entre el 5 y 10 por ciento de esta selva en la entidad.
Siendo principalmente los municipios de Culiacán y Mazatlán donde se aprecia con mayor claridad los huecos que han dejado la tala de árboles en las falas de los cerros.
"La tala de árboles ha sido demasiado ofensiva contra el bosque tropical caducifolio principalmente porque se están abriendo espacios para lo que es el cultivo de pastizales de altura, cultivo de plantas anuales como maíz, frijol sin embargo también se observa en la actualidad que es una moda, el querer tener terrenos campestres", dice.
En el caso de Culiacán, las inmobiliarias ya han comenzado a ofertar terrenos mayormente a la orilla carretera en comunidades como Jotagua e Imala, el costo menor de cada terreno varía entre los 100 y los 200 mil pesos. También los hay para el sur del municipio.
Suelo empobrecido
Las principales consecuencias de la deforestación son: erosión en el suelo y evaporación que no permite darle temporalidad al agua acumulada en cuencas, mantos freáticos, presas y arroyos, además de la perturbación del ciclo del agua, acarreando problemáticas como lluvias torrenciales o sequías extremas.
"Está es una problemática grave porque estamos perdiendo la cobertura en las partes altas, donde la vegetación desempeña un papel fundamental”, comenta.
Al tener un suelo “desnudo”, viene una erosión rápida que provoca que los escurrimientos se evaporen rápido en las cuentas.
“El agua no se acumula y no podemos tener agua con temporalidad, la incidencia de la radiación solar también provoca la evaporación de los cuerpos de agua", indica.
También la construcción en zonas desmontadas conlleva a la introducción de servicios básicos como lo son energía eléctrica, agua potable y drenaje, lo que acarrea mayor destrucción y otros cambios en estos sistemas naturales.
"Tenemos que mirar en el impacto que podemos llegar a causar en este tipo de situaciones", expone.
Consultado sobre el tema, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Culiacán, Emilio Contreras, asegura que sus asociados han apostado por crear espacios siguiendo la moda “eco friendly”, con el que se identifican las nuevas generaciones buscan estar en contacto con la naturaleza.
No se puede mitigar
El activista en favor de los animales, Arturo Islas Allende, asegura que no hay acciones que ayuden a mitigar el impacto ambiental derivado de la invasión de ecosistemas, pues la experiencia ha dejado en claro que irrumpir en predios naturales altera significativamente al hábitat.
Explica que como consecuencia a mediano y largo plazo, la construcción y la tala de árboles podrían llevar a Sinaloa a sufrir consecuencias de sequía tal y como sucede actualmente en Nuevo León, donde se vive una de las peores crisis hídricas con presas vacías.
"Lo están viendo en Nuevo León; la explotación de los recursos naturales desmedidamente y sin organización creemos que van a seguir para siempre y la realidad es que no. Si los seguimos modificando para el bienestar del ser humano al final de cuentas va a ser nuestro mayor malestar”, apunta Islas Allende.
“¿De qué nos va a servir tener estas casas en estos predios?, si después no van a tener agua, aire acondicionado, si no vamos a poder soportar en ellas lo que se viene o, peor aún, nuestros hijos o nietos no las van a poder disfrutar", concluye.
Flora endémica
Se encuentran especies como palos blancos, papelillos, pochotes, guácimas, torotes, mezquites, amapas y colorines.
Fauna
Animales como: el venado cola blanca, pericos atoleros, armadillos, ardillas, solitarios, tejones, sorillos, víboras de cascabel y aves en diversas especies.
