Culiacán, Sin.- La Nueva Normalidad no solo se trata de levantar la economía o de fortalecer la higiene para evitar otra pandemia, sino también de fortalecer la conciencia social luego de haber pasado en aislamiento.
A inicios del 2020 el titular del Instituto Municipal de la Juventud (IMJU), Alonso Reyes Ramírez, dijo para el Sol de Sinaloa que, desde el instituto se combatiría a la narcocultura, para que esta no siga impregnando en los jóvenes y estos continúen siendo partícipes de ella, como lo fue en el “jueves negro”.
Con la contingencia del Covid-19 no quiere decir que el cambio cultural se va a detener, la nueva normalidad nos va a exigir el cambio cultural que nos ha hecho falta en Culiacán. Pese a que habrá prioridades en algunos temas como la salud y el fortalecimiento de las instituciones, aún es necesario que los jóvenes trabajemos para que este regreso a las calles, sea sin narcocultura.
Reyes Ramírez
Señaló que, así como en otras partes del mundo durante el período neoliberal, en Culiacán durante sus pasadas administraciones, se descuidó el Estado de Bienestar, en donde se ve afectado el desarrollo de la juventud. Como ejemplo de esto, el instituto ha sido uno de los entes más desprestigiados con poco presupuesto.
Al entrar en esta administración, nos encontramos con retos en la juventud que son distintos a otras administraciones. Estos retos son para fortalecer el desarrollo de la juventud, como becas para los jóvenes que estudian o trabajan y va aunado a un nuevo estado de bienestar, en el que las nuevas potencias del mundo están entrando. Entramos a una institución pública muy desprestigiada que no estaba atendiendo a la población y el descuido de las causas de la gente.
Reyes Ramírez
El instituto cuenta con un presupuesto mensual de 80 mil pesos, el cual ha sido usado en diversos programas para las comunidades y sindicaturas, llevando música y arte para que los jóvenes que se encuentran más vulnerables a las actividades violentas e ilícitas, tengan otras opciones.
El primer gran reto que nos marcó fue el culiacanazo en donde los actores principales fueron jóvenes desde los 14 años de edad, ahí destacó aún más la problemática, por eso decidimos que el combate a la narcocultura era el camino a seguir.
Reyes Ramírez
El nuevo reto es después de la pandemia, indicó Reyes, es el de continuar con el apoyo a los jóvenes de las comunidades rurales, donde el abandono no se ha podido atacar de manera entera, así como los sectores vulnerables de la misma ciudad.
Además de contribuir para que haya en los jóvenes n sentido más humanista y solidario, que exige el mundo, así como otras transformaciones.
Además de combatir la narcocultura, debe haber mayor concientización en la ecología, en participación de la sociedad, el hacer un gobierno fuerte en la parte económica para hacer mas más programas sociales.
Reyes Ramírez
POSIBLE DESPUNTE DE INFLUENCIA
El director del IMJU, especuló que podría despuntar la inclinación por la narcocultura en los jóvenes después de quedarse en casa, pues la falta de empleo por el covid-19 pone vulnerable a la juventud para trabajar en lo ilícito.
Aquí nos hace reflexionar que hace falta políticas públicas que apoyen a los que menos tienen. En el periodo neoliberal se hicieron políticas para fortalecer a los de arriba y los de abajo eran solo una estadística. Los jóvenes de escasos recursos cayendo en las garras de las organizaciones criminales y en lugar de abandonarlos debemos destinar más recursos a ellos.
Reyes Ramírez
Mencionó que, cuando se habla de dar becas o pensiones a los que no hacen nada, por así decir, surge la crítica y la sociedad señala que mejor deberían ponerse a trabajar.
Un joven que es albañil, se levanta temprano y dura una extensa jornada en la obra ¿no está trabajando? ¿Los de la pizca tampoco entonces?, esto solo indica que no hay un equilibrio de oportunidades.
Reyes Ramírez
El titular de este ente, reconoció que no se pueden atender todas las demandas de la juventud pero se puede fortalecer el acceso a la cultura, deporte, música y educación.
Estamos obligados a aceptar las nuevas condiciones de la nueva normalidad porque o hacemos un cambio o el municipio se va acabar, no podemos seguir con las mismas prácticas, ni el gobierno ni la sociedad, el ayuntamiento debe innovar en mecanismos que garantice el cumplimiento de las funciones. Pese a que venga una recesión económica se deben dar servicios con mayor calidad.
Reyes Ramírez
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