Tras una larga historia de cotejo, improntación y convivencia de meses, fue esta mañana de miércoles cuando los dos elefantes asiáticos, Big Boy y Bireki unieron sus vidas en el santuario Ostok ubicado a casi 20 kilómetros de Culiacán, entre la comunidad de la Campana y Jesús María.
Ernesto Zazueta Zazueta, director y dueño del santuario, agradeció la asistencia de todos los que se han sumando en el rescate de estos dos grandes mamíferos, así como también el festejar el segundo año de aniversario por la creación de Ostok.
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Es importante resaltar que los dos elefantes han sido rescatados y rehabilitados con cuidados especiales por veterinarios, especialistas y demás para lograr que puedan vivir en una área libre y natural.
El evento estuvo rodeado de activistas, familias invitadas, rescatistas de animales y medios de comunicación con el fin de hacer visible esta especie que además de resguardar la vida silvestre, cientos de animales, también apoya a la liberación de algunas especies de la región endémica y gestión para encontrar un lugar digno a quienes son rescatados de maltrato o alguna otra circunstancia que pone en peligro la vida de los animales.
El rescatista recordó que el santuario Ostok ha logrado recuperar a más de mil animales de alrededor de 30 especies diferentes de todo el mundo, por lo que mencionó que el compromiso es seguir ayudando a los animales que están o se encuentran en situaciones difíciles o vulnerables al maltrato, tráfico y demás.
Es importante mencionar que además de esta noble actividad donde se celebró la boda de año con la unión de los dos elefantes, también se aprovechó para realizar una serie de convenidos en dónde el compromiso es de seguir apoyando para el rescate de animales y así encontrar un espacio libre para ellos.
