Culiacán, Sin.- En marzo de 2022, Sinaloa reformó sus leyes para dar paso a la interrupción legal del embarazo, desde entonces las mujeres podría decidir de forma voluntaria, sin ser criminalizadas, si decidían abortar o no, pero ahora la lucha para que esto se concrete de la mejor forma técnica y sanitaria, se mantiene.
La organización feminista Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) interpuso un amparo ante un juez de distrito en el estado luego de que confirmaran, en primer lugar, que los Servicios de Salud no cuenta con el medicamento mifepristona en los hospitales y clínicas de la entidad.
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Además, el abasto del misoprostol, el segundo medicamento que forma parte del protocolo, se ha notificado que es escaso. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el régimen combinado de ambos fármacos tiene una efectividad del 98 por ciento, lo que vuelve un método de interrupción más efectivo que usar solamente el misoprostol.
El amparo, que ya fue admitido bajo el expediente 1353/2022, reclama la “omisión de las autoridades sanitarias del Estado de Sinaloa de proporcionar servicio de interrupción de embarazo adecuado y de calidad derivado de la falta de misoprostol y mifepristona en los hospitales y clínicas de la entidad federativa.”
Adicionalmente la colectiva feminista No se Metan con Nuestras Hijas interpuso una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos por los mismos motivos, ya que de acuerdo con Priscila Salas, integrante de la asociación, se han recabado decenas de testimonios de mujeres que han encontrado mala atención o les han negado el servicio alegando falta de los fármacos.
Se sigue castigando
El 2 de octubre pasado, No se Metan con Nuestras Hijas interpusieron la queja ante la CEDH luego de las declaraciones del secretario de Salud, Cuitláhuac González, en el sentido que no había malas prácticas en los hospitales en el tema de la interrupción del embarazo.
“No están haciendo los protocolos técnicos ni sanitarios, tenemos muchas quejas de chicas que buscaban el acompañamiento para el aborto porque en los servicios de salud no se lo daban o se lo daban mal”, indicó Salas.
Según la queja, de la que El Sol de Sinaloa tiene copia, las malas prácticas detectadas son falta de confidencialidad al momento de llegar a un hospital, el personal médico pasa a la usuaria a psicología para “averiguar si está tomando la decisión de manera voluntaria” y después de estos filtros, un médico entrega el misoprostol.
“Se dan las pastillas en conito de papel, no hay medidas sanitarias; o se les da el medicamento sin que se les informe cuántas dosis más, otra veces se les da cita para que se les practique un legrado, un método aberrante y violento; no se administra la mifepristona, o sea, no hay un protocolo unificado, cada hospital hace lo que quiere y en el peor de los casos, como en los municipios, dicen que ahí no hay servicio de interrupción”, comentó Priscila Salas.
Para Salas, las prácticas que persisten en los servicios de salud, no sólo limitan a las mujeres, sino que violentan sus derechos humanos, el derecho a la privacidad y a ejercer un derecho que ya están en las leyes sinaloenses.
Falta capacitación
Con el amparo que gestiona GIRE ante las instancias judiciales, lo que se busca es que los tribunales obliguen al estado a capacitar al personal sanitario, no solamente en el tema técnico, sino también en cuanto al tratamiento de los derechos humanos de las mujeres que acuden a solicitar el servicio.
Es decir, según Priscila, a las mujeres se les sigue castigando de otra forma por tomar la decisión personal de abortar. Además de no existir una homologación en el procedimiento.
“Hicimos una solicitud de acceso y la Secretaría de Salud y Servicios de Salud contestaron que no contaban con mifepristona, cuando es el fármaco que se debe tomar precio al misoprostol para que tenga un efecto efectivo”, apuntó Salas.
En otras palabras, en Sinaloa no se está realizando el procedimiento como lo indica el protocolo de la Organización Mundial de la Salud, y por ende, no se garantiza el servicio de aborto como lo establece la ley, y de paso, y lo más grave, según las colectivas, se vulneran los derechos de las mujeres.
Comprobado
La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) y la OMS, avalan el régimen combinado de mifepristona y misoprostol para interrumpir el embarazo por ser absolutamente seguro, efectivo y no invasivo. En Sinaloa no se tiene mifepristona.
Negación
El pasado 30 de septiembre, el titular de Salud, Cuitláhuac González negó que exista mala praxis en el servicio de aborto en los hospitales, pero en junio aseguraba que solo 3 municipios contaban con el servicio, cuando la ley obliga a todas las unidades a otorgarlo.
