Culiacán, Sin.- Encima del ataúd donde descansan los restos del pequeño Jared Guadalupe, su familia le colocó los juguetes que apenas había estrenado en la Navidad ya un lado está la fotografía enmarcada de un niño sonriente y alegre que hoy es despedido luego de convertirse en víctima de una bala perdida.
Jared se unió a la lista de víctimas inocentes, niños además, que han muerto en Culiacán debido a la tradición narca de festejar las fiestas de fin de año con disparos al aire.
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En 2015, la niña Tamara Guadalupe murió después de permanecer 18 días internada en el Hospital Pediátrico tras resultar herida de bala en la colonia 21 de Marzo.
El 1 de enero de 2007, ya hace 16 años, la niña Idania fue una de las primeras infantes en ser alcanzada por una bala mortal durante las balaceras del Año Nuevo.
Estos casos nunca se investigan, los gobiernos en turno, como el de ahora, se dedicaron a lamentarse de los hechos sin fortalecer las estrategias contra el crimen organizado, que suelen instigar este tipo de acciones.
Caso de Jared Guadalupe
El funeral del niño Jared Guadalupe se realizó en una funeraria, la familia del menor solicitó privacidad a los medios y solamente permitió por un momento ingresar a unos cuantos para realizar imágenes.
En el lugar se contó parte de la historia trágica vivida la madrugada del 1 de enero, todo ocurrió mientras la familia se daba el abrazo, en una casa humilde de una colonia depauperada cerca de La Costerita. El niño jugaba en el patio, cuando lo vio desvanecerse.
El padre del niño lo tomó y vio como le escurría sangre de la cabeza, de inmediato lo llevó al Hospital Pediátrico, pero a las 6 de la mañana Jared dejó de existir. Tras varias horas de velación, los restos del menor fueron trasladados a su casa para continuar con el ritual en privado y posteriormente serían llevados a un panteón de las afueras de la ciudad.
Dato
El gobernador Rubén Rocha Moya, más que justicia, señaló que se le daría todo el apoyo a la familia del menor, así como a un segundo identificado como Alan, y que ya fue dado de alta tras tener dos días internado. Los restos del menor fueron trasladados a su casa para continuar con el ritual en privado y posteriormente serían llevados a un panteón de las afueras de la ciudad.