Culiacán, Sin.- Un estudio de la investigadora de Harvard Vanda Felbab reveló que los cárteles mexicanos de la droga intercambian especies exóticas que pueden usarse como afrodisiaco por la materia prima necesaria para la producción de fentanilo.
La extinción de especies, el control del narco a la comercialización de productos agrícolas y pesqueros y el fentanilo forman parte de una cadena de comercio internacional ilegal entre China, Estados Unidos y México que tiene repercusiones como la violencia en la economía formal.
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Vanda Felbab, investigadora estadounidense, apuntó en el Congreso de Humanidades de la Universidad Autónoma de Sinaloa que estos tres países enfrentan serios problemas de control comercial ilegal que ningún gobierno se ha decidido hacerle frente.
Durante su presentación, la investigará explicó que, el Cartel de Sinaloa y Cartel Nueva Generación de México, han concretado acuerdos comerciales con los carteles de China a fin de intercambiar especies afrodisíacas de gran consumo en ese país, como el tiburón, la vejiga de pez totoaba, el jaguar y las tortugas, por productos sintéticos que sirven para la producción de fentanilo.
De esta forma, es como se desencadena una serie de control sobre el comercio ilegal, pero también sobre el comercio legal de especies y productos, puesto que, los carteles a fin de atender a demanda de drogadicción toman posesión de la disponibilidad de especies marinas y terrestres atentando contra quienes ya se dedican a su comercialización como los pescadores y cazadores legales.
“Tienen un impacto, tanto que el crimen organizado se ha mezclado al 100 por ciento en el comercio legal. Eso no quiere decir que ya ninguna persona participe en un comercio de manera legal, si no que quiere decir que necesitan del permiso o regulación de los mandos del crimen organizado mexicano para hacerlo”, dijo.
Un ejemplo claro, es los restaurares de la costa de Sinaloa y Baja California, donde solo pueden vender el marisco que comercializa el crimen organizado y no tienen independiente o libertad de vender cualquiera que sea legal.
Este comercio internacional podría implicar la ganancia de 10 millones de dólares anuales y la compra de los productos para crear fentanilo cuesta 22 millones de dólares y China lo oferta mucho más barato.
En ese sentido, Vanda Felbab afirmó que los presidentes de Estado de México, Estados Unidos y China, tienen una gran tarea para encontrar la forma de regulación y erradicación de las diferentes afectaciones que el comercio ilegal de fentanilo y especies afrodisíacas implica.
