Culiacán, Sin.- Cada juego de postemporada apuntaba diferente para Tomateros de Culiacán que tenía bien penetrado en su mente que querían cumplir cabalmente con lo que se fijaron desde el primer día de trabajo de oficina: convertirse en campeones de la temporada 2019-20 de la Liga Mexicana del Pacífico.
Y en ese sentido, ya en playoffs una vez más cambiaron la mentalidad, tanto en los triunfos como en las derrotas.
Después de un revés, anotar primero y de visitante, en postemporada, alivia un poco.
Los Guindas, consiguieron la primera carrera del tercero de la serie contra los Águilas, sí, en una dura visita a Mexicali.
La anotación vino con polémica incluida. Rico Noel no pudo tocar el home, según el criterio del umpire y en principio, Xorge Carrillo lo puso fuera, sin embargo, la repetición mostró un bloqueo ilegal del receptor local. Tras la revisión, los Guindas consiguieron tomar ventaja.
Esa delantera duró poco ya que Daniel Castro empató el duelo con jonrón solitario ante Manny Bañuelos, tras un out en la primera baja. Luego los Águilas sumaron par de registros más, mientras los Tomateros, apenas una.
Sin lugar a dudas la novena entrada, es una de las más recordadas al interior de la Nación Guinda, dentro de la ruta #PorEl12.
Y si no, veamos:
Joey Meneses abrió con doblete, tras golpe a Efrén Navarro, Antonio Lamas tocó de sacrificio para poner corredores en segunda y tercera con un out.
Entonces, el emergente Alan Sánchez recibió pelotazo y enseguida vino Román Alí Solís quien tuvo la primera gran oportunidad de ganar el duelo.
El receptor Guinda peleó el turno, pero terminó ponchado. Fue entonces, que a un out de perder el juego, llegó José Guadalupe Chávez a la caja de bateo y...
“Ha sido uno de mis turnos más importantes en mi carrera”, confesó Chávez sobre el duelo contra el derecho Mario Meza, al final de la temporada, líder en juegos salvados.
El momento, prácticamente se reducía a un duelo de poder a poder. José Guadalupe, contra un lanzador que presumía éxito previo contra los Guindas.
Yo simplemente estaba concentrado al 100%, no se me ocurría nada más en mi mente más que estar yo y el pitcher José Guadalupe Chávez
La cuenta llegó a tres bolas y un strike, a una pelota mala del empate y a dos strikes de caer en la serie: “estaba buscando una base por bolas, una base por bola empataba el juego y podíamos seguir peleando, o igual con un hit, igual nos podíamos ir arriba”, recuerda sobre lo que transitaba en su mente.
La casa de los Águilas de Mexicali, se caracteriza por un ambiente ruidoso, pero la concentración para Chávez era fundamental. “Yo enfocado en mi trabajo, bloqueando lo que era la gente en el estadio, todo el ruido, yo simplemente estaba enfocado y agresivo bajo control”, expresó.
Chávez dio la línea por el central y dos carreras, entraron y Tomateros tomó la ventaja y Alberto Baldonado, se encargó de preservarla.
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Fue la primera muestra de que el título 12 no sería sencillo y tanto la unidad, como la esperanza, serían protagonistas.
Mis compañeros, siempre peleando hasta el final, siempre luchando, siempre positivos. Yo tenía mucha fe, pidiéndole a Dios que salieran las cosas José Guadalupe Chávez
Estas palabras del héroe del tercero de la serie contra los Águilas, sentenciaban un triunfo que marcaría la travesía del campeonato.
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