Culiacán, Sin.- Cada persona llega a un punto en su adolescencia en donde le puede afectar su físico, tanto por lo que ve en redes sociales hasta lo que la misma familia y/o círculo cercano por lo que normalmente las personas tienden a leer o aplicar alguna “dieta mágica” que les haga perder peso de una forma más rápida. Deisy Unzueta no fue una excepción, puesto que a temprana edad comenzó a aplicar dietas muy estrictas basadas en ideologías o en comentarios que le hacían de referencia terceras personas acerca de lo que tenía que comer para estar en el peso ideal. Sin embargo, ella poco a poco se fue percatando de la idea tan errónea que tenía a lo que realmente era el tener una vida saludable.
Ahora, la sinaloense de 25 años y siendo egresada de la Licenciatura de Nutrición por la Universidad Autónoma de Sinaloa, cuenta con otra perspectiva acerca de lo que se trata el llevar calidad de vida, tanto en lo que se come como en lo que se piensa.
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“Me empezó a interesar ese tema porque me gustaba lo que leía, estaba aplicando eso en mí, y me gustaban los resultados que yo tenía en el físico y más que nada fue así como comenzó todo esto”, afirmó Deisy en entrevista exclusiva para El Sol de Sinaloa.
Gusto por la nutrición
A través del estudio, Deisy se percató del impacto que tiene la buena y balanceada alimentación, ya que, gracias a esto, se puede determinar diferentes enfermedades crónico-degenerativas de las cuales, con un diagnóstico oportuno se lograría al tratamiento correspondiente.
“Se puede prevenir distintas enfermedades crónico-degenerativas, desde la diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, osteoporosis, e incluso, hasta algunos tipos de cáncer”, expuso.
Tras el confinamiento social, muchas personas sufrieron enfermedades como depresión, ansiedad y obesidad, donde la última desencadena más enfermedades, y con base a estadísticas, se confirmó que la mayoría de las bajas a nivel mundial fue justamente por la mala alimentación.
Comida saludable en lo ajetreado de la rutina
Deisy afirma que actualmente cada persona tiene un ritmo de vida muy acelerado y para muchas personas es muy conflictivo el poder tener una alimentación balanceada por el poco tiempo que tiene para preparar los alimentos, sin embargo, esa ideología debería de quedarse atrás, puesto que, siempre habrá un platillo perfecto que encaje en la rutina, ya sea para la persona que trabaja en oficina o para la madre de familia.
“Sí es difícil, pero por eso es bien importante el asesorarse con algún profesional de la nutrición, para que este se apegue totalmente al paciente, y ella, te de las herramientas suficientes para que tu puedas llevar ese estilo de vida saludable”, enfatizó.
Diagnóstico del paciente
En la consulta de asesoría lo primero que se realiza es un estudio acerca de los antecedentes de la persona para que el proceso de la adaptación a los hábitos de vida saludable sea más ameno. Hablando así, de enfermedades que han padecido su familia, el tiempo que tiene para preparar los alimentos, qué le gusta comer y que no.
“El comer balanceado es saber identificar la calidad de los alimentos”, sostuvo.
Por consecuente, cuando se habla de la firmeza y la convicción por querer cambiar o mejorar tu cuerpo y los hábitos alimenticios, se debe de contemplar que es un proceso que conlleva tiempo, ya que no se puede modificar de un momento a otro cuando la rutina lleva años.
Deysi, tiene la percepción de que, a raíz de la pandemia, muchas de las personas fueron más conscientes acerca de sus vidas y de su alimentación, así como sus hábitos, y los jóvenes son parte fundamental, quienes muchos se preguntan acerca de su salud a un futuro y se enfocan para conseguirlo. En cambio, los adultos son todos aquellos que todavía no están listos para dar el primer paso y cambiar su calidad de vida.
Educar para prevenir y tener una mejor calidad de vida
Deisy Unzueta
