Aunque para estas alturas parecen resignados a mi tener un mejor precio de garantía, los productores de maíz, un sector al menos inconforme, ya dice en voz baja que, de no contar con el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, votarán ellos y sus familias por Xóchitl.
Un voto de castigo que si bien no podría representar el triunfo para la candidata de la derecha, sí podría darle curules a la alianza que, en estos últimos días, luce más alicaída y desmoralizada que otra cosa.
En realidad si la oposición logra ganar posiciones será por eso, por el voto de castigo de un segmento de la población que se encuentra inconforme con las políticas de la autodenominada izquierda, pues desde luego, hay mucha base que sí apoya a Morena por el tema de los programas sociales.
Pero no se engañen. No toda la población la recibe y en este caso de los productores, ahí están las consecuencias de creer que tendrían con AMLO un precio de 7 ú 8 mil pesos por su tonelada de maíz. Prometer hasta cansarse.
Como planteamos, desde luego estos votos de castigo, de agricultores y otros sectores económicos que no sienten reflejados los beneficios de vivir en el paraíso morenista, no servirán para inclinar la balanza, por lo menos pondrán a pensar en que el PLAN C no se llevará a cabo.
Pero enfrente están perdidos
Y el voto de castigo no quiere decir que los de enfrente puedan resolver la problemática. No pudieron hacerlo los gobiernos del PRIAN, y hoy, ¿Creen que vienen con buenas intenciones después de haber sido exiliados del poder?
A pocas semanas de realizarse la elección, ya parece un poco definido la situación en Sinaloa. Las campañas sencillamente poco entusiasmaron a la población que vive su día a día con sus preocupaciones propias, que las de creer que vienen los salvadores.
