La Conferencia mañanera que dió el presidente Andrés Manuel López Obrador en Culiacán, desde la Novena Zona Militar, no tuvo mayores tropiezos.
El gobernador Rubén Rocha Moya, sabiendo que durante esas horas la UAS planeaba una marcha de alcance estatal, de una vez se curó en salud al hablar de los procesos judiciales que le siguen a funcionarios universitarios y acusó con el presidente al líder del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Desde luego el presidente le dió la razón al gobernador. Luego por ahí en el tiempo de las preguntas, se le concedió el micrófono a Emma Quiroz, quien es recordaba alguna vez por haber sido vocera militar, cargo que concluyó cuando hace más de una década sufrió un atentado.
Hoy aparece como jefa de departamento en la Universidad del Policía, no precisamente como reportera, aunque mantiene un programa de entrevistas por Facebook. Emma Quiroz trascendió en un video viral debido a que le ganó la emoción y dijo que había sido palomeada para ser una de las que preguntó. Sin querer balconeó que se palomea a quienes participan con preguntas.
También participó Mirza de Uribe, quien comentó el caso de la UAS y de Cuen como el cacique al que hay que aborrecer. ¿También fue palomeada? Lo cierto es que la mañanera se ha convertido en el ring de las pasiones políticas de los políticos sinaloenses porque en Palacio Nacional el grupo contrario al gobernador también le ha sembrado preguntas a una periodista para que pregunte a López Obrador sobre la agenda que tienen sus adversarios en el estado. El juego mediático al final de cuentas.
Para la anécdota
Claro que López Obrador tenía que hablar sobre el estigma de Badiraguato y dejar para la anécdota que volverá antes de irse, y luego equivocarse al intentar pronunciar el nombre del municipio.
Sin embargo Badiraguato no ha salido de las cifras de pobreza extrema del Coneval ni el narcotráfico ha dejado de influir en el lugar. ¿O apoco creen que el gigantesco San Judas lo mandó a hacer el alcalde José Paz Elenes?
