Culiacán, Sin.- Cuando Quirino Ordaz Coppel asumió la administración estatal en enero de 2017, Sinaloa se encontraba en el cuarto lugar de la tabla nacional en materia de incidencia delictiva.
Ese año, los grupos criminales sacudieron con su furia la zona centro del estado, dejando un reguero de homicidios, desapariciones y familias enteras en la orfandad. Era un momento crítico para cualquier gobierno entrante.
Contrario al sexenio de Mario López Valdez que solamente arrendó equipos de videovigilancia urbana, así como patrullas, camiones blindados y helicópteros, el gobierno de Ordaz Coppel optó por licitar los contratos de los nuevos equipos para las corporaciones policiacas.
Culiacán, Navolato, Mazatlán y Los Mochis se llenaron de cámaras de vigilancia conectadas a las terminales de C-4i, aunque la delincuencia hizo blanco estos aparatos para proteger a los ciudadanos y prevenir delitos.
Los sueldos de los policías fueron mejorados y ya no hubo renta de patrullas: solamente fueron compras mediante licitaciones públicas abiertas.
A cuatro años de esto, la inseguridad en Sinaloa ha bajado, asegura el gobernador Quirino Ordaz de cara al Cuarto Informe que rendirá ante los sinaloenses y el Congreso del Estado.
-Ahora tocamos el tema de seguridad, que es uno de los temas por los que más resalta Sinaloa a nivel nacional, ¿cómo vamos en este rubro, cuando seguimos en el foco nacional?
“A ver, Sinaloa hace 4 años estaba en el cuarto lugar nacional en incidencia y ahora se encuentra en el lugar número 26, ahora Sinaloa es un lugar seguro; eso te habla de que ha funcionado muy bien la Mesa de Seguridad, yo estoy todos los días en la Mesa de Seguridad, participo y me parece buena idea porque ahí están todos los que tienen que ver con lo federal, ¿a qué te ayuda? A dar tiros de precisión y no andar cada quien disparando por su lado. De ahí se construyen estrategias, operativos que resulten ser muy efectivos, en el caso por ejemplo de la zona norte de Culiacán donde hace algunos meses tuvimos unas alteraciones, pues ahorita ya está tranquilo, tenemos a la Guardia Nacional de manera permanente. Estratégico es haber hecho la base militar de El Sauz (en la comunidad de Costa Rica), costó 800 millones de pesos, le apostamos a ello porque hoy es la casa de la Guardia Nacional, pero además está en Culiacán donde mayor incidencia delictiva había.”
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-A usted le tocó la etapa de la transición (en 2018), ¿no le tocó algún cambio en la coordinación?
“Yo creo que la coordinación mejoró, porque en esa mesa que estamos todos, tú te enteras lo que hizo el Ejército, lo que está haciendo la Guardia, la Fiscalía General de la República o la del estado, y ahí te enteras de todo, lo que surja, ahí se atiende, y se resuelve, eso creo que es la gran diferencia. Le abona mucho a tener atención e índices a la baja como lo estamos teniendo en Sinaloa.”
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