Culiacán, Sin.-Luego de la muerte de la joven Paulina, de 26 años, debido a una presunta mala cirugía estética practicada en una clínica de la colonia Guadalupe Victoria, han surgido más testimonios de ex pacientes que señalan las prácticas irregulares.
El pasado sábado por la noche, la Fiscalía General del Estado realizó un cateo en el edificio donde atendía la doctora Amayrani R, quien se presentaba como médico cirujano general y quien por ahora se encuentra prófuga junto con su personal.
Al llegar el personal pericial y de investigación al domicilio ubicado sobre el bulevar Francisco I. Madero y Revolución, del sector mencionado, se encontró que la clínica ya no tenía rótulos ni logotipos de identificación.
Hasta ahora la Fiscalía confirmó que inició una carpeta por el deceso de la joven Paulina, quien estudiaba Derecho en la UAS y tenía un hijo pequeño. A esta investigación pueden sumarse más denuncias de expacientes.
Al verificar en el portal de la Secretaría de Educación Pública su cédula profesional aparece que se tituló como médico general en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Su cédula fue autorizada en el año 2016.
Es decir, el padrón no la tiene registrada con ninguna especializada en cirugía estética ni menos como cirujana general, que era como se presentaba ante sus clientas.
De acuerdo con testimonios obtenidos por este medio de manera anónima, por lo menos una veintena de mujeres que pagaron una cundina para practicarse una “mini lipo” en la clínica de Amayrani, sufrieron secuelas que nunca se atrevieron a denunciar al ministerio público por temor.
Desde dolores de cabeza, bajones de la glucosa por la succión de grasa corporal, hasta quemaduras de tercer grado por un mal manejo de la cánula, son las secuelas vividas por estas mujeres que recurriendo a una de las cundinas de la doctora Amayrani.
“Para empezar del dolor me andaba desmayando, me dolía tanto que no podía estar en una sola posición”, señala una joven que vivió la mala experiencia.
“Yo me operé con ella y el día que me dio salí con calentura, duré dos semanas así, no me podía levantar, cuando fui con ella por una molestia en el glúteo me pinchó con un bisturí y me dijo que era líquido y que fuera en dos días, ya no me contestó”, expresó otra.
En este caso, esta joven tuvo que acudir a otra clínica particular para tratarse los estragos.
Otras mujeres coinciden en la mala atención que sucedía desde la ejecución de la “mini lipo”, que es retirar grasa mediante cánulas, hasta el desentendimiento que había una vez que brotaba una secuela, una infección.
Hasta el momento, la doctora y su personal no han sido localizadas por las autoridades. Un diploma de Amayrani que señala que tuvo un taller de minilipoescultura ambulatoria en la Asociación de Medicina Mesoterápica Especializada fue compartida en redes sociales.
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