Culiacán, Sinaloa.- Cómo parte de la campaña, “Alto al Hostigamiento y Acoso Sexual”, la Secretaría de las Mujeres de Sinaloa, llevó a cabo la instalación de buzones de recepción de quejas o denuncias anónimas en las instalaciones del palacio de gobierno, en Culiacán, donde estuvo presente el Gobernador Rubén Rocha Moya y La Secretaria General del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado (STASE), Teresa de Jesús Ochoa Pérez.
Teresa Guerra Ochoa, resaltó que el tema del hostigamiento sexual en los espacios públicos, es un tema que se debe atender urgentemente, de tal manera que aseveró que no cerrarán los ojos ante una realidad y se actuará con toda la responsabilidad.
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Enfatizó que estos trabajos de concientización y difusión no son para linchar a nadie, ni tampoco para tener conductas de irresponsabilidad, sino darle voz a las mujeres que muy pocas veces realizan una denuncia formal por temor.
“No se trata de hacer un linchamiento, ni tampoco de enaltecer una irresponsabilidad en el tema de la denuncia, pero sí confiando en que muchas de las mujeres que se acercan y presentan algún tipo de denuncia, están diciendo la verdad” destacó.
Por su parte, La Secretaria General del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado (STASE), Lcda. Teresa de Jesús Ochoa Pérez, expresó que las mujeres más que nunca tienen voz y están representadas, pues en 53 años de este sindicato, es la segunda vez que hay una secretaria mujer que estará generando sinergias con entes estatales para erradicar conductas violentas hacia las trabajadoras.
“En el sindicato somos la mayoría mujeres y que mejor que estar trabajando de la mano con la secretaría de las mujeres, para que las mujeres se sientan respaldadas y protegidas, estaremos muy pendientes de cualquier situación que se presente” refirió.
La titular de la Secretaría, María Teresa Guerra Ochoa, adelantó que las acciones próximas serán la instalación de buzones de recepción de quejas/denuncias anónimas en las instalaciones de la USE y baños de oficinas, las cuales concentran a más de cinco mil mujeres trabajadoras sindicalizadas, quienes son las principales víctimas de este delito.