/ sábado 28 de agosto de 2021

Rogelio, de la orquesta citadina a los camiones en Culiacán

Tocar en el transporte es para este músico un viaje espiritual que realiza cada día frente a un público desprevenido

Culiacán, Sin.- En la rutina rápida de quienes se trasladan en camiones en el centro de Culiacán, un hombre de 67 años acompañado por su guitarra, logra atrapar la curiosidad de los usuarios distraídos, todos, encantados por su melodiosa voz y las canciones viejitas, pero bonitas” que decide entonar, para tener como recompensa, unos cuantos pesos.

Rogelio Payán, vestido con una camisa colorida, un pantalón de vestir, zapatos negros y una cachucha para protegerse del sol, paga el pasaje del camión aunque sabe que solo va a durar unos minutos arriba, pide permiso al chofer para cantar y sin anunciarse, comienza a entonar “Buenos días señor sol”, icónica canción de Juan Gabriel.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

El público en el primer camión que se sube este viernes son en su mayoría personas adultas, aquellos que desde temprano salen al centro a hacer el mandado o llegan para trasladarse a otro lugar; en los primeros segundos de la canción las miradas se enfocan en él y la expresión de los usuarios cambian, pronto se ve como una mujer sonríe debajo del cubrebocas, un adulto mayor no deja de observarlo y otro más dice que es un músico diferente.

Les agrada más la música, aunque prefieran la ruidosa de banda, pero a mí me aceptan muy bien con todo el catalogo musical de México de muchos años, de todas las épocas”, compartió.

DE CDMX A TIJUANA

Rogelio Payán dedica cuatro horas del día para hacer música de la manera más humilde que es posible, como dice él, luego de que en su juventud, entre los 20 y 30 años, conoció los niveles que la fama da cuando un cantante empieza a repuntar en la Ciudad de México, pero que, con la llegada y la fuerza que tomó la música ranchera en el medio, las baladas pasaron a un segundo plano y su dedicación se tornó a una vida espiritual.

Esto, no lo llegan a saber las cientos de personas que en un breve viaje en camión lo escuchan cantar y tocar cuatro canciones. Desde hace 10 años, primero en Tijuana y ya en sus 50, el señor Rogelio ya despedido del gran medio en México, tomó el transporte urbano como su nuevo escenario, sin buscar el gran reconocimiento, solo disfrutar de su canto.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

También puedes leer: El arte como rescate y la expresión de Carlos Leyva

Yo ando en los camiones, porque la labor que yo estoy haciendo ahorita que más bien no es musical sino espiritual, necesitaba tiempo para dedicar más a esta labor”, confesó.

Desde hace dos años, regresó a Culiacán, la ciudad en donde vivió en su infancia, adolescencia y parte de su vida como adulto joven, “aquí me subo y a veces que van puros jóvenes, canto lo más moderno, a veces veo que van personitas grandes, les canto de los boleros, a veces veo que van de los dos y cantó dos y dos, antigüita y moderna”.

AQUELLOS INICIOS

De regreso a sus inicios, fue a los 15 años cuando escuchando las canciones de Javier Solís, Rogelio se dio cuenta que su voz entraba y salía bien con la de él, en ese momento cantaba para el mismo y disfrutaba grupos como Los Fredyy’s, Los Ángeles Negros y Los Solitarios. En su caso, recuerda entre risas que, “yo soy el único músico, poeta y loco de la familia”.

El reconocimiento de sus amigos no se hizo esperar y por un reto que le hizo una persona allegada a él, Rogelio tomó sus maletas y viajó a la Ciudad de México para crecer en su carrera musical y demostrar así, que en un estado donde hay más competencia, también puede destacar.

Y así fue, con el tiempo logró ser uno de los vocalistas de la orquesta de Gustavo Pimentel, en el programa “Siempre en domingo”, colaboró en hoteles y restaurantes de renombre de la Ciudad de México, como el restaurante de Carmelita Salina, en donde, cada domingo le tocaba compartir una breve conversación, junto con las celebridades que la acompañaban.

El señor Rogelio recuerda que los artistas con los que tuvo más acercamiento fueron Resortes, Cesar Bono, Julio Alemán, entre otros. En sus anécdotas está haber participado en la grabación de una canción con los cantantes del momento, como Lupita D’alessio.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

Fue con sus amigos compositores como aprendió a escribir canciones y con tantos años de trayectoria dice “satisfactorio es hacer una canción y cuando se termina es muy satisfactorio, nunca me dediqué a promover lo que escribo, pero sí me satisface mucho escribir, yo más bien me dedicaba a cantar, no toco mucho guitarra, ni escribo mucho, lo que si hago mucho y conozco más son los secretillos del canto”.

Con 33 años de edad, la dinámica en los centros nocturnos fue transformándose poco a poco, las orquestas eran sustituidas y aunque seguía trabajando en espacios importantes, Rogelio tomó la difícil decisión de salirse del medio artístico, para emprender una nueva etapa de su vida, encaminada al lado espiritual.

El cambio a irme a apartando de la carrera que yo quería musical, fue duro, fue difícil, porque es muy cierto que yo ya andaba participando con varias figuras de famosos, yo no me podía comparar con ellos todavía, pero ahí andaba yo metiéndome”, mencionó.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

Las anécdotas de la vida artística en México ahora son sólo recuerdos para Rogelio Payán y en la nostalgia, se reafirma que “lo que más amo es cantar, pero resulta de que ahora en los camioncitos, uh, me satisfago requetebonito cantando, y no he parado de cantar”.



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Culiacán, Sin.- En la rutina rápida de quienes se trasladan en camiones en el centro de Culiacán, un hombre de 67 años acompañado por su guitarra, logra atrapar la curiosidad de los usuarios distraídos, todos, encantados por su melodiosa voz y las canciones viejitas, pero bonitas” que decide entonar, para tener como recompensa, unos cuantos pesos.

Rogelio Payán, vestido con una camisa colorida, un pantalón de vestir, zapatos negros y una cachucha para protegerse del sol, paga el pasaje del camión aunque sabe que solo va a durar unos minutos arriba, pide permiso al chofer para cantar y sin anunciarse, comienza a entonar “Buenos días señor sol”, icónica canción de Juan Gabriel.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

El público en el primer camión que se sube este viernes son en su mayoría personas adultas, aquellos que desde temprano salen al centro a hacer el mandado o llegan para trasladarse a otro lugar; en los primeros segundos de la canción las miradas se enfocan en él y la expresión de los usuarios cambian, pronto se ve como una mujer sonríe debajo del cubrebocas, un adulto mayor no deja de observarlo y otro más dice que es un músico diferente.

Les agrada más la música, aunque prefieran la ruidosa de banda, pero a mí me aceptan muy bien con todo el catalogo musical de México de muchos años, de todas las épocas”, compartió.

DE CDMX A TIJUANA

Rogelio Payán dedica cuatro horas del día para hacer música de la manera más humilde que es posible, como dice él, luego de que en su juventud, entre los 20 y 30 años, conoció los niveles que la fama da cuando un cantante empieza a repuntar en la Ciudad de México, pero que, con la llegada y la fuerza que tomó la música ranchera en el medio, las baladas pasaron a un segundo plano y su dedicación se tornó a una vida espiritual.

Esto, no lo llegan a saber las cientos de personas que en un breve viaje en camión lo escuchan cantar y tocar cuatro canciones. Desde hace 10 años, primero en Tijuana y ya en sus 50, el señor Rogelio ya despedido del gran medio en México, tomó el transporte urbano como su nuevo escenario, sin buscar el gran reconocimiento, solo disfrutar de su canto.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

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Yo ando en los camiones, porque la labor que yo estoy haciendo ahorita que más bien no es musical sino espiritual, necesitaba tiempo para dedicar más a esta labor”, confesó.

Desde hace dos años, regresó a Culiacán, la ciudad en donde vivió en su infancia, adolescencia y parte de su vida como adulto joven, “aquí me subo y a veces que van puros jóvenes, canto lo más moderno, a veces veo que van personitas grandes, les canto de los boleros, a veces veo que van de los dos y cantó dos y dos, antigüita y moderna”.

AQUELLOS INICIOS

De regreso a sus inicios, fue a los 15 años cuando escuchando las canciones de Javier Solís, Rogelio se dio cuenta que su voz entraba y salía bien con la de él, en ese momento cantaba para el mismo y disfrutaba grupos como Los Fredyy’s, Los Ángeles Negros y Los Solitarios. En su caso, recuerda entre risas que, “yo soy el único músico, poeta y loco de la familia”.

El reconocimiento de sus amigos no se hizo esperar y por un reto que le hizo una persona allegada a él, Rogelio tomó sus maletas y viajó a la Ciudad de México para crecer en su carrera musical y demostrar así, que en un estado donde hay más competencia, también puede destacar.

Y así fue, con el tiempo logró ser uno de los vocalistas de la orquesta de Gustavo Pimentel, en el programa “Siempre en domingo”, colaboró en hoteles y restaurantes de renombre de la Ciudad de México, como el restaurante de Carmelita Salina, en donde, cada domingo le tocaba compartir una breve conversación, junto con las celebridades que la acompañaban.

El señor Rogelio recuerda que los artistas con los que tuvo más acercamiento fueron Resortes, Cesar Bono, Julio Alemán, entre otros. En sus anécdotas está haber participado en la grabación de una canción con los cantantes del momento, como Lupita D’alessio.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

Fue con sus amigos compositores como aprendió a escribir canciones y con tantos años de trayectoria dice “satisfactorio es hacer una canción y cuando se termina es muy satisfactorio, nunca me dediqué a promover lo que escribo, pero sí me satisface mucho escribir, yo más bien me dedicaba a cantar, no toco mucho guitarra, ni escribo mucho, lo que si hago mucho y conozco más son los secretillos del canto”.

Con 33 años de edad, la dinámica en los centros nocturnos fue transformándose poco a poco, las orquestas eran sustituidas y aunque seguía trabajando en espacios importantes, Rogelio tomó la difícil decisión de salirse del medio artístico, para emprender una nueva etapa de su vida, encaminada al lado espiritual.

El cambio a irme a apartando de la carrera que yo quería musical, fue duro, fue difícil, porque es muy cierto que yo ya andaba participando con varias figuras de famosos, yo no me podía comparar con ellos todavía, pero ahí andaba yo metiéndome”, mencionó.

Foto: Karla Mendívil | El Sol de Sinaloa

Las anécdotas de la vida artística en México ahora son sólo recuerdos para Rogelio Payán y en la nostalgia, se reafirma que “lo que más amo es cantar, pero resulta de que ahora en los camioncitos, uh, me satisfago requetebonito cantando, y no he parado de cantar”.



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