Culiacán, Sin.- Cuenta la leyenda que una mujer en los años 50 merodeaba las calles del Centro Histórico de Culiacán, predicaba el evangelio, le gritaba a los funcionarios que dejaran de robar y buscaba traer a Culiacán el "tesoro de la divina gracia".
Se trata de Guadalupe Leyva Flores, conocida como "La Novia de Culiacán", una leyenda que ha cobrado vida a través del performance de la artista visual María Romero, quien asegura que el "enfundarse" en este personaje, le ha ayudado a enfrentar la pérdida de su madre y ahora la contingencia sanitaria.
"Este año no sonó la banda ni salió el grupo de 70 mujeres a caminar. De hecho iniciamos muy temprano para evitar la aglomeración y no exponernos. Esta vez nuestras misiones van por los que ya no están, que este año se nos fueron por el Covid-19 y también por la esperanza de que la paz y la justicia reine en Culiacán", dijo, la artista.
En este recorrido de solo tres mujeres, la acompañaron Dinorah Chiquete y la maestra Claret. Cada una realizó este performance con una misión distinta. Claret señaló que ella ve en Lupita una mujer que luchó por los derechos humanos, algo que ella persigue como feminista.
Tenemos que buscar que nos escuchen, por los derechos de niñas, niños y mujeres. Que como maestra y activista, es lo que busco Guadalupe Leyva Flores
Por su parte la diseñadora gráfica Dinorah, explicó que su vestido estaba dedicado a dos amigos que fallecieron en esta contingencia: el gestor cultural Arturo Castañeda y su amigo Yosias.
"Esta vez es para los que ya no están y no alcanzamos a despedirnos físicamente, por esta situación, mi misión es recordarlos por lo que fueron en vida y como Lupita, también busco la paz y la justicia", externó.
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El recorrido de este año fue, como siempre desde hace 25 años: Catedral, Archivo Histórico, Plazuela Rosales y Santuario.
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