Culiacán, Sin.- Dos semanas atrás, Jesús perdió a sus padres por enfermedad y, además del recuerdo, le dejaron a él y a su familia la casa como herencia, misma que hoy está reducida a cenizas.
Se trata de un espacio pequeño en la colonia Los Mezcales, pero desde niño, recuerda, sus papás lo consiguieron con esfuerzo. Dice que le tocó construirla junto con sus padres ahora finados.
Hoy, ese legado que habita con sus hijos y esposa, fue víctima de la inconsciencia de los ciudadanos que no acatan las recomendaciones: no usar pirotecnia.
Doña María de los Ángeles Molinero, vecina de Jesús en el mismo predio, rememora cómo retumbó un “cuete” la noche del viernes 25 de diciembre en el domicilio.
Eran las 21:00 horas cuando el estruendo sacudió la vivienda y a los minutos se percataron de las llamas, el fuego corrió hasta sus vecinos, en un terreno donde habitan cinco familias con niños.
“Dos horas duró el incendio, como a las 11 de la noche los bomberos pudieron apagarlo. Mis gatos y perros salieron corriendo, huyeron. Todo perdimos: aire acondicionado, colchones, muebles, la luz no servía y tuve que pagar para que tuviéramos otra vez, porque no prendían los focos y la despensa del refrigerador se estaba echando a perder”, relató.
EN CENIZAS
Las paredes de su casita están cenizas, los pocos muebles y pertenencias que se salvaron, se hayan arrumbados, pues por las tres pipas de aguas que el cuerpo de Bomberos utilizó para apagar el fuego, dañó sus muebles.
No tenemos donde dormir, me prestaron una cama mientras me compro una pero no estamos como para andar gastando.
María de los Ángeles
Ella y las otras cinco familias afectadas, no estaban usando pirotecnia. Incluso comentaron que en su cuadra, no había vecinos que estuvieran “tronando cuetes”, por lo que siguen sorprendidos de lo que causó la pólvora envuelta en papel.
Jesús, Kitzia y el resto de las personas que viven en el terreno vecino a Doña María, tienen mayores afectaciones en su vivienda: el techo se derrumbó, dos cuartos en donde duermen una familia entera en cada uno, quedaron inhabilitados para al menos dormir.
“Colchones, ropa, nuestras cosas se incendiaron y ahorita no tenemos nada. A la gente que le importa si lo que hace daña a otros, no se nos hace justo. Uno se la pasa trabajando, fíjese, cuando el incendio pasó yo ni estaba, porque estaba en el trabajo y llegar y ver esto, ¿cómo cree que se siente perderlo todo dos veces?”, relata Jesús.
No hay personas lesionadas, sin embargo, lo que para algunos resulta unos minutos de diversión con su familia, puede ser para otros la causa de un accidente que no se repara en lo que dura un “cuete”.
SIN HACER CASO
Desde que inicio diciembre, el gobierno estatal y municipal exhortaron a la ciudadanía a no comprar ni vender pirotecnia.
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Las corporaciones de seguridad advirtieron multas y detenciones, también llamaron a denunciar al 911, pero esto ha resultado una simulación para la mayoría de los culichis.
“Uno llama, te dan un folio y ahí quedó. No va la patrulla y no me sorprende, porque en emergencias más graves se han mostrado inoperantes, así que no creo que vayan a ir por alguien que ande tronando “cebollitas” o cualquier cuate”, dijo la ciudadana Alejandra Díaz.
Los comerciantes de pólvora no se mostraron en las calles por temor a que se les confiscara su mercancía, así que decidieron vender por redes sociales y los culiacanenses, lo consumen, no atienden el exhorto no comprar estos peligrosos artefactos.
El alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro exhortó a la población a denunciar en las líneas de emergencia la venta clandestina y detonación de artefactos de pirotecnia, por constituir un grave riesgo, sobre todo para los menores que los manipulan y son motivo de siniestros, como el incendio que se produjo en la colonia Los Mezcales.
Estrada acudió al día siguiente del incidente al lugar, y prometió ayuda con material para las viviendas, a los afectados.
AYUDAR
Si usted desea apoyar puede comunicarse: 667 476 06 00 con Guadalupe Gastelum. Y al 667 306 55 66 con Kitzia Verdugo, familiar de Jesús.
Uno se la pasa trabajando, fíjese, cuando el incendio pasó yo ni estaba, porque estaba en el trabajo y llegar y ver esto, ¿cómo cree que se siente perderlo todo dos veces?
Jesús
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