José Ángel Estrada
Culiacán, Sin. - No acabar de tajo con los programas que están funcionando y que ha costado construirlos, demandaron dirigentes de la AARC y de la CAADES, quienes advirtieron que sería un desastre limitar el precio objetivo del maíz, y aseguraron también que la agricultura comercial vive uno de los peores momentos de su historia.
Ello, durante el tercer ý último informe de Sergio Esquer Peiro, como presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC), y la toma de protesta de su sucesor, Enrique Rodarte, que tuvo lugar en el auditorio de la ARCC, en donde tuvieron como invitado especial al coordinador de programas federales en Sinaloa, José Jaime Montes, quien escuchó silencioso todos los señalamientos del ahora expresidente de la asociación, del nuevo presidente y también del presidente de la CAADES, Ulises Robles Gámez.
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El nuevo presidente, Enrique Rodarte, también advirtió que para poder sortear con éxito los tiempos difíciles que se enfrentan es necesario mantener la unidad de todos los productores agrícolas, sin importar si son grandes o pequeños, si son tecnificados o no tecnificado… “que nadie nos quiera dividir”.
Quien llevará las riendas de la AARC durante el trienio 2019-2021, se pronunció por que no se deseche lo que funciona, en alusión a las nuevas políticas del Gobierno Federal, y también rechazó la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de garantizar un precio objetivo sólo a los productores que siembren 30 hectáreas de maíz o menos.
De igual manera rechazó la intención del mismo presidente López Obrador de reducir el subsidio del 75 al 50 por ciento para la compra de garantías, y también criticó que no haya llegado a Sinaloa los seguros agrícolas.
Asimismo, criticó que también el Gobierno Federal haya cancelado el programa de apoyo a los hijos de jornaleros agrícolas, con lo cual desaparecieron los desayunos y comidas calientes. “Debemos recuperarlos”.
El discurso de Ulises Robles, presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado, fue en el mismo sentido, y fue él quien señaló que la agricultura comercial pasa por su peor situación.
“Hay una exclusión de la agricultura comercial”, afirmó, e incluso recordó que ello se veía venir desde que se presentó la propuesta del presupuesto federal original, que traía marcados recortes para el campo, y que afortunadamente se corrigió un poco con la presión de las organizaciones agrícolas y campesinas.
El gran pendiente en estos momentos, dijo, es garantizar un precio objetivo para toda la cosecha de maíz, que no haya excluidos, y también se pronunció por mantener la unidad de todo el sector agrícola.
En tanto, el presidente saliente, Sergio Esquer, calificó como “lamentable”, que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador “pretende limitar el ingreso objetivo hasta 30 hectáreas, lo cual tendría consecuencias desastrosas”, no sólo para el sector agrícola, sino para toda la cadena productiva y por tanto para Sinaloa.
