Culiacán, Sin.- Para la segunda tanda de vacunación a adultos de más de 50 años y mujeres embarazadas mayores de 18 años, las largas filas e inconformidad de quienes llegan a tiempo a los macrocentros de vacunación, persisten.
Este martes es el segundo de los cuatro días que se va a inocular a este sector de la población en Culiacán y en la organización de la Secretaría de Bienestar, todo parece indicar que el desorden está en la fila y no al interior de los centros de vacunación.
Desde temprana hora, decenas de personas se dieron cita en el parque Revolución, uno de los puntos más céntricos de la ciudad, algunos que quedaron rezagados del primer día y otros que por la letra de su apellido paterno era su turno.
En este macrocentro, la fila le da la vuelta al parque, algunas personas utilizan paraguas, llegan con sillas y unos más tienen que soportar los rayos del sol por varias horas. En diferentes puntos, hubo ciudadanos que no portaban el cubrebocas y por el poco espacio, no era posible respetar la sana distancia.
Después de varios minutos de espera, los beneficiados llegan a los dos primeros filtros, en donde guardianes de la salud les indican el camino por seguir, mientras que algunos servidores de la nación revisan el formato prellenado.
Por la mañana, para agilizar más el proceso, los servidores de la nación empezaron a solicitarle a las personas que ingresaran los datos que faltaban en el oficio del prellenado, aun y cuando eso lo hacen ellos mismos para que no haya errores. Ante esto, los beneficiarios mostraron su inconformidad por no contar con una pluma para escribir y por el temor a equivocarse en la información.
De acuerdo a una de las coordinadoras de este centro de vacunación, el lunes se aplicaron cuatro mil 194 dosis de Sinovac, cuando la meta es inmunizar a seis mil personas cada día. Es por esto, que, en el segundo día, el proceso inició a las 8:00 horas.
Cabe destacar que en ningún centro de vacunación se está permitiendo el acceso a los medios de comunicación, con la única justificación de que son “ordenes de arriba” y aunque se buscó una entrevista con el delegado, Jaime Montes Salas, esta no fue concedida por agenda del funcionario.
En ese sentido, los medios no pueden constatar cómo se está llevando a cabo el proceso de vacunación al interior y por comentarios de las personas que salen después de los 20-30 minutos de observación, dicen que todo está en orden.
El mismo panorama se observa en el salón Figlostase, en donde, ante la falta de árboles en la zona, las personas están obligados a soportar las altas temperaturas y quienes no llevan paraguas, utilizan la carpeta o toallas para cubrirse la cabeza.
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