Culiacán, Sin.- Motivado por su padre y al ser incluido desde el inicio en las operaciones de la Frutería El Canario, Manuel Cárdenas Palazuelos, desde joven tuvo el interés de integrarse al sector comercial e independizarse, creando el negocio Papas El Canario, en honor a la empresa que fundó su papá junto con su compadre.
Entre los fundadores de la central de abastos se destaca la Frutería El Canario, el cual fue formado en 1963 por Juan Cárdenas García y Antonio Cárdenas, en el que con el paso de los años y al establecerse en el mercado, Manuel junto con su hermano José Carlos Cárdenas, se unieron como socios.
En un principio la participación de los jóvenes hermanos de 20 años (Manuel) y 16 años (José Carlos), era trabajar en el mostrador; sin embargo, después de ser socios y percatarse de los beneficios que ofrecía la venta de papa, el fundador de Papas El Canario decidió independizarse.
Fue el 15 de mayo de 1985, cuando oficialmente se abrieron las puertas de la bodega de Papas El Canario, el cual tenía el propósito principal de surtir el producto a Frutería El Canario.
El llamativo nombre de ambas empresas, surgió por ser el nombre de un cerro que se encuentra ubicado a un costado de El Carrizalejo, lugar en donde nació el socio del papá de Manuel.
Al ser la papa un producto que tenía una alta demanda por la sociedad y ser una hortaliza esencial en la alimentación de las personas, fue la razón por la que en los primeros años el negocio tuviera un auge importante en el mercado.
Sumado a que para el momento en que Manuel Cárdenas comenzó su propia empresa, ya contaba con los conocimientos requeridos en la administración, por haber trabajado en la Frutería El Canario y haber seguido siempre a su padre, quien se dedicó a ser comerciante toda su vida.
Empezando Papas El Canario con solo cinco empleados, con el paso de los años y el incremento de los clientes quienes consumían en mayoreo y menudeo, se aumentó la cuadrilla laboral a 12 trabajadores, en donde también están involucrados sus hijos y su esposa.
Es un negocio familiar, su esposa y compañera de vida, es quien se encarga de manejar las finanzas del negocio, mientras que sus hijos Beatriz de 35 años y Juan Manuel de 32 años, aportan en la administración, quienes están proyectados para continuar manejando Papas El Canario, como segunda generación.
Cárdenas Palazuelos comentó que con la aceptación que tenía en el mercado, llegó a tener como clientes a tiendas departamentales reconocidas como Casa Ley, Mercado Zaragoza y Wal-Mart, a quienes otorgaba grandes cantidades de papa.
Sin embargo, por la rigidez que tienen las tiendas comerciales en aspectos como la merma del producto y la pérdida de grandes cantidades de papa que tenía por esta razón, desde hace cinco años tomó la decisión de terminar la relación como proveedor local.
Continuando con la venta de papas en negocios internos de la central de abastos y ya no únicamente a Frutería El Canario, además de comercios pequeños como abarrotes e iniciando a vender en restaurantes de la ciudad, todo desde la bodega del mercado.
Cada día a partir de las 3:00 horas se inicia la operación del negocio con el proceso de lavado, en el que se procura no dejar papa lavada de un día para otro, evitando el deterioro y teniendo una producción de cinco toneladas diarias.
El gerente de Papas El Canario, dijo que, con el paso de los años, los principales retos que ha enfrentado es sobre todo la falta de pago de clientes, lo cual ha provocado quebrantos fuertes por parte de fruterías que no sobrevivieron en la central de abastos.
“Hemos vivido altas y bajas a lo largo de la vida del negocio, de repente tenemos producto de mucha calidad y tiene mucha recula, ahorita ya no hay clientes selectos, exclusivos”, señaló.
En la modernización del negocio, se ha mejorado el proceso de lavado de la papa, con una tina de reposo, al cual se le inyecta agua a presión en donde se sumerge el producto y se lava por medio de aspersores, siendo menos lesivo y ofreciendo una mayor vida anaquel.
Como parte del desarrollo de Papas El Canario, actualmente se está produciendo papa a la francesa empacada al vacío, el cual es trabajado en una procesadora aparte por su procedimiento y que se espera instalar una en Mazatlán, por la alta demanda de producto terminado que existe por restauranteros y hoteleros.
De esta manera, el siguiente paso que se está dando en el negocio es dar un valor agregado a la papa, con la venta del producto terminado, en el que, con el procesamiento, los márgenes de ganancia incrementan hasta un 100 por ciento.
Chata se ha posicionado en el negocio como un cliente importante, ya que, en el cierre del año pasado, se le entregó papa en cubo de un centímetro por un centímetro, lo cual fue la idea fundamental para evolucionar a una procesadora.
En la colonia Bugambilias se encuentra ubicada la planta procesadora que tiene alrededor de 250 metros cuadrados, con área de producción y cuarto refrigerado para el producto terminado.
“Ahorita estoy encaminado a buscar mayor margen para poder seguir en el mercado, eso a mí me daría mayores márgenes de oportunidad para atender al mercado fresco también, por los volúmenes que estaríamos produciendo”, subrayó.
Por su interés en mejorar las condiciones de la central de abastos, fue presidente de la asociación en la pasada administración, en el que se logró la alianza con Gobierno del Estado para la pavimentación de las calles, se instalaron 25 cámaras, 250 lámparas y se cambiaron 20 hidrantes.
Con una larga trayectoria en el sector comercial, es para Manuel Cárdenas una realización como empresario, al ser una profesión que se tiene como labor ser un todólogo, al trabajar en la línea de producción, área de logística, venta y compra, con el fin de revolucionar.
Es así como, el gerente de Papas El Canario ve los problemas como un reto, en el que se tiene la proyección de hacer una planeación financiera favorable para continuar con el desarrollo de la empacadora y ahora procesadora de papa.
Ahora también como secretario del nuevo proyecto de la central de abastos, con el parque agroalimentario y trabajando más por vocación que por tiempo, con la satisfacción de haber establecido un negocio por años.
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