Omar, el artesano de la ordeña a mano

Tras la llegada de la industrialización, la ordeña es una actividad que va decayendo en desuso

Nallely Casillas | El Sol de Sinaloa

  · sábado 7 de agosto de 2021

Foto: Karla Mendívil│ El Sol de Sinaloa

Culiacán, Sin.- Desde sus 16 años de edad, Jesús Omar Flores Angulo, encontró en el ordeñamiento de leche de vaca, una actividad para preservar y heredar a sus nuevas generaciones, pues desde la llegada de la industrialización, es una tarea que poco a poco ha sido abandonada por los ganaderos y trabajadores del campo.

A sus 22 años de edad, Jesús Omar disfruta recibir el alba cada mañana, en un establo situado en la comunidad de El Limón de los Ramos, a unos 16 kilómetros al norte de Culiacán, donde se acompaña de nueve vacas lecheras, algunos becerros, chivos, borregos y gallos que entonan melodías mientras él trabaja.

Foto: Karla Mendívil│ El Sol de Sinaloa

Desde las 5:00 de la madrugada, antes de que el cielo reviente con el primer haz de luz, Omar arriba al rancho ‘El Cacique’, donde enfila de una en una a sus nueve vacas y en orden las va sacando para alimentarlas.

EL CUIDADO DEL GANADO

Las llama por su nombre. Habla con ellas. Por ejemplo, a una le dice Zeus y de inmediato una vaca asoma su cabeza y se arrima hacia él, luego se abre la puerta y la dirige hacia el área de ordeñamiento, le acaricia el lomo y le amarra las patas, posteriormente a eso, le arrima un el silo para que se alimenten mientras exprime las ubres de donde brota el líquido blanquecino.

Foto: Karla Mendívil│ El Sol de Sinaloa

El joven, originario de Badiraguato, comenta que esta actividad obligatoriamente se tiene que realizar de madrugada, debido a que las vacas están mayormente descansadas y eso permite que el flujo de la leche baje más rápido. De otra manera, la leche "se caliente".

“El proceso de ordeñamiento debe ser temprano porque la vaca está descansada y eso hace que baje la leche más rápido, además de que están más frescas, están más frescas y baja la leche más rápido, ya en la tarde hace calor y ocupan inyectarlas para que baje la leche, además comen a gusto ellas y trabaja uno más agusto”, explica.

En promedio, el joven ordeña 50 litros de leche, mismos que son ofertados a un quesero del pueblo a quien el litro es vendido por la mínima cantidad de siete pesos.

Foto: Karla Mendívil│ El Sol de Sinaloa

Ahí en ese pueblo al norte de Culiacán, los ciudadanos valoran más los productos frescos que son más orgánicos, con más nutrientes y menos conservadores.

Jesús Omar, busca preservar esta tradición antiquísima y heredarles a sus hijos la actividad de ordeñar a las vacas, pues aunque apenas tiene los 22 años de edad, ya es un hombre de familia.

Cuenta que él y su familia "bajaron" de Badiraguato en busca de mejores oportunidades, y que por lo pronto su trabajo en "El Cacique", le da para sacar adelante a su esposa y sus hijos.

Foto: Karla Mendívil│ El Sol de Sinaloa

Aseveró que aunque la industrialización abona la rapidez del trabajo, la calidad del producto, el sabor y el precio jamás serán igualados, pues el trabajo con animales de granja en los establos va más allá de obtener un litro de leche o un huevo de gallina, sino de procurar la salud del ganado y hacerlo con gusto y con amor.

Luego de una jornada que dura casi dos horas, Jesús Omar suelta a los becerros para que se junten con sus madres y puedan alimentarse también.

Estas a su vez, se abalanzan sobre el silo dispuestos en los comederos. Para entonces, el cielo ya amaneció y la actividad en el rancho se vuelve más incesante.




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