Culiacán, Sin.- Miguel Torres Ponce, a sus 62 años de edad, mantiene la convicción de ayudar y servir a la ciudadanía, su trayectoria inició como militar y fue uno de los fundadores de la Policía Estatal Preventiva, también fue maestro de primaria frente a grupo, a lo que le dedicó 30 años de vida y perteneció a la Cruz Roja como voluntario… Como dice que no se cansa, también estuvo en Bomberos Culiacán.
Torres Ponce, además es buzo profesional y actualmente se desempeña como jefe de la Unidad de Rescate de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán, en donde a lo largo de 22 años ha formado 70 escuadrones de mujeres y hombres especialistas en rescate acuático.
Puedes leer: Alma Bernal, una mujer MP contra el crimen
En entrevista para El Sol de Sinaloa, relató que fue en Bomberos donde aprendió a bucear, en donde algunos de sus compañeros buzos le dieron sus primeras prácticas, en donde descubrió una de sus pasiones que lo dejarían marcado de por vida.
“Hice a un lado la carrera de las armas para entrarle al buceo, me capacité en la Escuela Naval Militar de Antón Lizardo, en Veracruz. Estuve dos años yendo a veranos y a cursos; soy instructor a nivel nacional e internacional de la federación mexicana de actividades subacuáticas y sigo instruyendo”, detalló.
Admitió que sus conocimientos forman parte de su labor en la Policía y también en Bomberos, donde se encarga de instruir a los elementos de rescate, subrayando que en Bomberos es una cuestión de humanidad y en agradecimiento, ya que la institución fue en donde se comenzó a formar como buzo.
“Mi misión en la vida, yo creo que es capacitar, yo me siento muy orgulloso de todos mis compañeros que fueron mis alumnos, los que son mis buzos, cuando hacen un rescate, cuando salvan una vida”, expresó.
UNA VOCACIÓN
Para Torres Ponce la vocación de servir a los demás fue una inquietud desde niño, narró que cuando le preguntaban qué quería ser de grande, contestaba que sería Bombero o Policía, lo que ve como un sueño cumplido y se encuentra desempeñando lo que le apasiona.
A lo largo de su trayectoria como buzo, no lleva una cuenta de cuántos recates ha hecho, sin embargo, comentó que siempre tiene presente que el primer y más grande rescate que ha hecho es el de él mismo.
“Yo me rescaté, me sentí seguro de mí mismo, me capacité; siempre que me preguntan por rescates yo les digo que llevo uno y es el mío, he tenido varios encuentros con la muerte, pero me regresé a seguir cumpliendo con mi misión”, puntualizó.
ALTO RIESGO Y ADRENALINA
La vida de Torres Ponce, no ha sido nada fácil, han sido más de 30 años exponiéndose a labores de alto riesgo: el ser un policía, bombero, buzo, en este tipo de tareas en las que se pone en riesgo su propia vida, para salvar la de alguien más; sin embargo, el obstáculo más grande de su vida, ha sido sobrevivir al Covid-19.
Hace un año, se enfrentó a este virus, en el que se vio muy grave, incluso llegó a estar en coma, los médicos ya lo habían desahuciado, fueron tres semanas de estar internado en el Seguro Social, pero Torres Ponce, nunca perdió la fe en Dios y aquí sigue realizando su labor.
“Si dios me regresó, es para juntar más monedas y las monedas que ya están en ese cofre de mi vida que son los amigos y mi familia, se arman de más valor, creo que a eso me regresé”, mencionó.
El Policía Segundo, y jefe de la Unidad de Rescate de la SSPyTM de Culiacán, recalcó que se tienen que dejar buenas raíces dentro de la corporación, para que las generaciones que vienen, tengan la misma voluntad de aprender y de ponerse la camiseta, que implica el ser policía, Miguel Torres Ponce, ha dejado huella en cada elemento de los 70 grupos que ha capacitado en los últimos 22 años.
Si volviera a nacer, elegiría ser lo mismo que soy: Policía y Maestro.
Miguel Torres Ponce
CAPACITACIÓN
Actualmente Miguel Torres realiza un curso para los rescatistas que trabajarán diseminados esta semana santa en los centros recreativos del municipio.
Siempre que me preguntan por rescates yo les digo que llevo uno y es el mío, he tenido varios encuentros con la muerte.
Miguel Torres Ponce, Instructor de rescate