Culiacán, Sin.- La Diócesis de Culiacán celebró el inicio de Semana Santa con una misa especial del domingo de Ramos, presidida por el Obispo Jonás Guerrero Corona, quien al bendecir las palmas, se pronunció en contra del paganismo al llamar a los católicos a no usar esta planta como amuleto.
A dos años que quedaron suspendidas las actividades religiosas por la pandemia del COVID-19, esta Semana Santa, decenas de feligreses celebraron el Domingo de Ramos en la Catedral de Culiacán, recordando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, con lo que da inicio la Semana Santa.
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El Obispo de la Diócesis de Culiacán, Jonás Guerrero Corona, previo a la misa bendijo las palmas que portaban los creyentes y posteriormente se llevó a cabo la procesión hacia el interior del templo, donde se celebró la misa.
El mensaje del Obispo hacia los fieles católicos fue vivir estos Días de Semana Santa en la reflexión con la familia y valores, muchos de los asistentes portaban grandes mazos de palmas que momentos después el prelado católico roció con agua bendita.
La mayoría de los feligreses acuden a esta celebración con sus palmas que son bendecidas por los sacerdotes y después suelen llevarlas a sus casas y las colocan detrás de las puertas como signos sagrados de protección para el hogar, pueden llegar a ser tratadas incluso, como si fueran amuletos.
Durante la homilía, el Obispo precisamente arengó en contra del paganismo y fetichismo, al aclarar que la palma bendita no es un amuleto, sino un recurso con el que la persona se une a Jesús como su discípulo que quiere acompañar a Jesús hasta la muerte y resurrección.
“La palma no es un amuleto, la palma no es señal de buena suerte, es el recurso con el que le vas a decir a Cristo ahora que tú eres discípulo, que tú eres discípula, que quieres seguir unida y unido a Cristo Jesús, que nada nos separe de él, en el gozo y en la adversidad, en la pasión, en la muerte, sepultura, en la resurrección y en su gloriosa ascensión a la derecha del padre”, detalló.
Los fieles católicos agitaron las palmas cuando ingresaron a catedral recordando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
“Recordar hoy la entrada triunfal de Cristo a la ciudad de Jerusalén, es recordar un momento de triunfo de Jesús, su vía a Jerusalén y luego se desarrollaría lo doloroso del misterio pascual y también lo gozoso de su resurrección y a su ascensión gloriosa, vamos pues a acompañar con fe, vamos a batir las palmas”, demandó el Obispo.
Afuera de catedral, la venta de palmas tejidas como lo saben hacer los artesanos mexicanos, así como velas y cirios volvieron a lucir y la gente a abastecerse, ya que desde hace dos años no habían adquirido estas reliquias que son muy solicitadas este día.