Culiacán, Sin. En un profundo silencio, Alan Bojórquez Mendoza, desde la tribuna sentenció: es mejor traer un libro bajo el brazo que un arma colgando” y el silencio se rompió con una salva de aplausos.
En sesión solemne donde la Sexagésima Tercera Legislatura del Congreso del Estado entregó el Premio al Mérito Juvenil 2019 a los jóvenes Alan Bojórquez Mendoza en el ámbito Artístico, a Juan Carlos Aguirre en la categoría Cívico o Social, a Juan Diego García López en el ámbito Deportivo y a Karla Rebeca Munguía en el ámbito Académico, Científico y Tecnológico, Alan señaló que la familia es el motor más importante para que todo joven pueda surcar los senderos que sueña.
Luego con humildad habló de sus orígenes y frente a legisladores, funcionarios estatales y municipales, el joven habló en nombre de los galardonados y ahí expuso lo que muchos jóvenes padecen para lograr salir adelante con el apoyo de sus padres.
Mi historia es la de un poeta de seis hermanos, que han salido adelante, gracias al apoyo de nuestros padres, soy lo que resulta de una madre comerciante, que ha tenido que elaborar y vender muchos tamales, para que su hijo pueda estar aquí y ahora.Alan Bojórquez Mendoza
Los asistentes de pie, lo ovacionaron y él remató:
Recuerda, joven: los límites sólo están en la mente y esos los pones tú, no importa para quién, cuándo y de qué manera, siempre da lo mejor de ti.Alan Bojórquez Mendoza
Dijo que cada uno de los galardonados tienen su historia, como todo sinaloense, una historia positiva qué contar que hace a nuestro Sinaloa, un estado en armonía, “porque buenos somos”.
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En una sesión solemne, desangelada, donde se rompió toda la solemnidad, para empezar, faltaron siete legisladores, el gobernador no asistió al evento, como se estilaba en otras legislaturas, con una presentación magistral de los alumnos del taller de ópera Sinaloa donde el público al escuchar cien años, gritaba como si estuviera en una cantina, otros preguntaban dónde estaban las botellas y algunos más aseguraban “parece que estamos en el guayabo”.
Lo peor fue cuando habló el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Enrique Inzunza Cázares los asistentes se empezaron a salir, dejando semi vacío la parte alta del recinto parlamentario y los organizadores empezaron a llamar a los empleados del congreso para que fueran a llegar el salón.
¡No soy relleno de pavo…! dijo una empleada molesta.
Por lo demás, los jóvenes brillaron con luz propia, después de recibir el galardón, el tejo de oro y 25 mil pesos, fueron felicitados por los asistentes, se tomaron la foto y reiteraron su orgullo de ser sinaloenses.
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