Culiacán. - Con la imagen de su padre y su abuelo como hombres de negocios en el mercado Gustavo Garmendia, desde joven, el señor Juan Ignacio Ramos Ramos de 65 años, tomó los pasillos del edificio como su segundo hogar en la venta de vísceras.
Lo que representa para algunos dos locales más del mercado, para la familia Ramos significa todo, al ser el sustento de más de tres generaciones, en donde las adversidades fueron combatidas de una por una hasta llegar a ser uno de los negocios con mayor trayectoria.
En el negocio "Vísceras Ramos", la cual fue fundada en 1971, cada uno de los miembros ha conocido el valor que brinda el comercio; lo que empezó por una persona, se fue construyendo año tras año, una dinastía con la entrada de hermanos, hijos, nietos y bisnietos.
Al tener el firme interés de continuar con el negocio familiar, el señor Ramos recuerda con un poco de pena y risas que a los 15 años decidió dejar la escuela para ayudar a su padre, además de ser en cierto modo, una imposición que inició por su abuelo.
Como en cada inicio, los productos que se ofrecían a los culichis fue manteca de puerco y quesos, en la segunda generación se tornó el giro a las verduras y se terminó en vísceras, al ser uno de los alimentos preferidos por los ciudadanos.
EL INICIO
En su niñez, entre los ocho y 10 años, el señor Juan Ignacio Ramos fue llevado al mercado por su abuelo, primero a causa de los días de asueto de la escuela y después por motivación, al recibir cada día junto con sus hermanos un vaso de chocomilk como recompensa.
Fue hace 20 años cuando desafortunadamente falleció el padre de Juan, momento en el que el negocio pasa a sus manos con el reto de otorgar una vida digna a su esposa y cuatro hijos, anhelo que contra viento y marea fue cumplido.
Los retos mija, hay que agradecerle mucho al mercado porque de aquí toda mi familia, mis hijos, el que quiso estudiar, estudio, todos, ella es licenciada, la otra enfermera y de aquí del mercado le doy gracias a Dios, se queja mucha gente, pero no, yo formé mi familia.
Ramos
Con la pérdida de un hijo a causa de un accidente, la familia Ramos se vio obligada a continuar el camino sin un ser querido, en el que con la unión de cada uno ha crecido su fortaleza.
Su esposa, quien define como su “horcón del medio”, por años ha sido su fiel compañera en el difícil andar que atraviesan los comerciantes, con temporadas buenas y malas.
Del modo que fue enseñado por su querido padre, el señor Juan Ignacio Ramos, cada día se levanta a las tres de la mañana para que a partir de las cuatro horas se abra el negocio, lugar en donde permanece hasta las 14:00 horas, cuando su esposa lo suple.
Es muy bonito que tiene donde vivir uno, es muy pesado el trabajo por la madrugada, pero como lo vuelvo a repetir gracias a Dios de aquí creció la familia y seguimos trabajando mientras podamos.
Ramos
TRAYECTORIA
Con 50 años de trayectoria, la cifra de clientes frecuentes va al alza, quienes en cada temporada vuelven gustosos a recibir productos de calidad y en donde también se ha visto cómo ha evolucionado el mercado con cada remodelación.
Entre los recuerdos más impresionantes que guarda en su memoria y corazón, destaca la tradicional fiesta que se hace cada 10 de noviembre en el marco del aniversario del mercado.
Lo que en su juventud era una fiesta en donde la tambora tocaba desde la madrugada hasta la tarde, se vendía en un ambiente de júbilo y se convivía con los clientes con quienes compartían una cerveza, evolucionó en una celebración con los culichis y el alcalde en turno.
Es así como entre las paredes del mercado Garmendia se escribe la historia de una familia completa, en la que el actual dueño, Juan Ignacio Ramos, pretende permanecer hasta que Dios le de licencia, con la satisfacción de haber logrado sus metas y disfrutar a sus hijos y ahora también a sus nietos.
PRODUCTO FRESCO
El negocio de los Ramos ofrece vísceras de puerco, manteca, pata, menudo, tripa, panza y buche para preparar los famosos tacos de buche.
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