/ sábado 9 de noviembre de 2019

Implantes de cráneo con impresión 3D, creados por jóvenes sinaloenses

Efraín Jacobo y Rodolfo Pérez fundaron una empresa innovadora, 100 por ciento sinaloense, que busca mejorar la calidad de vida de pacientes que requieren una prótesis

Culiacán, Sin. - Con las nuevas aportaciones de la tecnología como la impresión 3D, se ha abierto a la medicina la posibilidad de otorgar una segunda oportunidad de vida a los pacientes que requieren implantes de cráneo. Efraín Jacobo Pérez, sin ser médico, se propuso apoyar esta causa.

Al ser ingeniero en cibernética electrónica y tener interés en la tecnología 3D, hace alrededor de siete años fue que Efraín se percató de las posibilidades que brinda esta innovación, con la que ahora crea prótesis craneales.

Él empezó a trabajar en diseños anatómicos para dentistas. Con la entrada a un nuevo mundo, tanto en el aspecto tecnológico, como en el área de la salud, decidió llevar a cabo los primeros modelos maxilofaciales para que los dentistas pudieran hacer su planeación quirúrgica.

Fue en 2018 cuando su primo, Rodolfo Pérez Ramos, quien ejerce como neurocirujano, le solicitó que realizara un modelo de cráneo, al tener un caso de un paciente que requería un implante, petición a la que accedió sin saber que eso era el inicio de uno de los proyectos destacados que se generan en el estado.

En un proceso de prueba y error que inició en mayo del año pasado y que duró entre cinco y seis meses. La primera operación en que se utilizó un implante creado por “Implantrex” fue en noviembre, en un adulto de 40 años de edad.

A casi un año de la primera cirugía, Efraín comentó que se han llevado a cabo tres implantes más, dos en Sinaloa y uno en Veracruz, y en ninguno de los casos se ha presentado una reacción secundaria, ni infección relacionada con el implante.

En conceptos médicos, mencionó que la expresión que utilizan los neurocirujanos para ese trabajo de formación del implante es “querer moldear una plastilina en una gelatina”, por la consistencia del tejido del cerebro, lo que puede traer complicaciones a futuro y en la mayoría de las veces estéticamente no pudiera dar el resultado adecuado.

Situaciones que detectaron como área de oportunidad, en donde, además, en algunos casos no se cumple con el grosor necesario para el implante, motivo por el que empezaron a buscar la forma de diseñar un modelo que cumpla simultáneamente con su función médica y estética.

Ante la importancia médica y los riesgos que podrían representar para los pacientes, los implantes no se realizan sin antes tener la recomendación del médico cirujano, razón por el que el trato directo es siempre con los especialistas en la materia.

En el proceso de elaboración, se efectúa una tomografía computarizada del cráneo del paciente, para posteriormente realizar la impresión del modelo en 3D, el cual se convierte en un molde en el que se vacía el material que utilizan los neurocirujanos, siendo 90 por ciento estético.

Después de la fabricación, la cual dura cinco días y que se realiza en un cuarto con condiciones similares a las de un quirófano completamente estéril, el producto se solidifica, desinfecta y esteriliza para enviarlo al médico cirujano.

Efraín destacó que utilizan un material acrílico color grisáceo, en el que, en estudios subsecuentes de tomografías y radiografías presenta cualidades similares a las del hueso, a diferencia de una placa de titanio.

Al tener poco tiempo que se abrió la empresa, se promueven a través de médicos particulares, con la proyección a futuro de tener acercamiento directo con los hospitales, para también conocer estadísticas respecto al número de personas que requieren implantes en el cráneo.

“Quien nos va a poder asegurar si este procedimiento que se realizó, es el médico, si tiene una complicación, si es consecuencia del implante o no, recordemos que generalmente este tipo de operaciones tiene un nivel de complicación y por su delicadeza puede haber complicaciones ajenas al implante”, señaló.

Mientras se ofertan en el mercado implantes de cráneo con un alto valor económico de entre 60 y 100 mil pesos, los modelos que ofrece “Implantrex” valen entre los 18 y 30 mil pesos, esto como parte de hacer llegar la ayuda a las personas que no pueden comprar uno de mayor costo.

Actualmente están en proceso de validación y permisos de Cofepris para dar el valor agregado al implante respecto a la seguridad médica que tiene, además de que tanto Efraín y su primo Rodolfo trabajan en nuevas líneas de investigación y desarrollo de los que están creando.

Con una nueva empresa en proceso, conformada por ellos, fue que decidieron ingresar a la incubadora de la Secretaría de Economía estatal, para recibir el acompañamiento necesario para su desarrollo, además de apoyo económico con el que van a comprar máquinas de impresión 3D.

Ante el crecimiento que ha tenido “Implantrex” en los últimos meses, el objetivo es seguir apoyando a las personas que por cualquier motivo tienen que pasar por una cirugía en el que se implante una parte del cráneo.

Costo

Los implantes de cráneo tienen un alto valor económico, de entre 60 y 100 mil pesos, mientras que los modelos que ofrece “Implantrex” valen entre 18 y 30 mil pesos

Efraín Jacobo Pérez

Ingeniero en Cibernética

Trabajo cuidadoso

“Generalmente este tipo de operaciones tiene un nivel de complicación y por su delicadeza puede haber complicaciones ajenas al implante”


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Culiacán, Sin. - Con las nuevas aportaciones de la tecnología como la impresión 3D, se ha abierto a la medicina la posibilidad de otorgar una segunda oportunidad de vida a los pacientes que requieren implantes de cráneo. Efraín Jacobo Pérez, sin ser médico, se propuso apoyar esta causa.

Al ser ingeniero en cibernética electrónica y tener interés en la tecnología 3D, hace alrededor de siete años fue que Efraín se percató de las posibilidades que brinda esta innovación, con la que ahora crea prótesis craneales.

Él empezó a trabajar en diseños anatómicos para dentistas. Con la entrada a un nuevo mundo, tanto en el aspecto tecnológico, como en el área de la salud, decidió llevar a cabo los primeros modelos maxilofaciales para que los dentistas pudieran hacer su planeación quirúrgica.

Fue en 2018 cuando su primo, Rodolfo Pérez Ramos, quien ejerce como neurocirujano, le solicitó que realizara un modelo de cráneo, al tener un caso de un paciente que requería un implante, petición a la que accedió sin saber que eso era el inicio de uno de los proyectos destacados que se generan en el estado.

En un proceso de prueba y error que inició en mayo del año pasado y que duró entre cinco y seis meses. La primera operación en que se utilizó un implante creado por “Implantrex” fue en noviembre, en un adulto de 40 años de edad.

A casi un año de la primera cirugía, Efraín comentó que se han llevado a cabo tres implantes más, dos en Sinaloa y uno en Veracruz, y en ninguno de los casos se ha presentado una reacción secundaria, ni infección relacionada con el implante.

En conceptos médicos, mencionó que la expresión que utilizan los neurocirujanos para ese trabajo de formación del implante es “querer moldear una plastilina en una gelatina”, por la consistencia del tejido del cerebro, lo que puede traer complicaciones a futuro y en la mayoría de las veces estéticamente no pudiera dar el resultado adecuado.

Situaciones que detectaron como área de oportunidad, en donde, además, en algunos casos no se cumple con el grosor necesario para el implante, motivo por el que empezaron a buscar la forma de diseñar un modelo que cumpla simultáneamente con su función médica y estética.

Ante la importancia médica y los riesgos que podrían representar para los pacientes, los implantes no se realizan sin antes tener la recomendación del médico cirujano, razón por el que el trato directo es siempre con los especialistas en la materia.

En el proceso de elaboración, se efectúa una tomografía computarizada del cráneo del paciente, para posteriormente realizar la impresión del modelo en 3D, el cual se convierte en un molde en el que se vacía el material que utilizan los neurocirujanos, siendo 90 por ciento estético.

Después de la fabricación, la cual dura cinco días y que se realiza en un cuarto con condiciones similares a las de un quirófano completamente estéril, el producto se solidifica, desinfecta y esteriliza para enviarlo al médico cirujano.

Efraín destacó que utilizan un material acrílico color grisáceo, en el que, en estudios subsecuentes de tomografías y radiografías presenta cualidades similares a las del hueso, a diferencia de una placa de titanio.

Al tener poco tiempo que se abrió la empresa, se promueven a través de médicos particulares, con la proyección a futuro de tener acercamiento directo con los hospitales, para también conocer estadísticas respecto al número de personas que requieren implantes en el cráneo.

“Quien nos va a poder asegurar si este procedimiento que se realizó, es el médico, si tiene una complicación, si es consecuencia del implante o no, recordemos que generalmente este tipo de operaciones tiene un nivel de complicación y por su delicadeza puede haber complicaciones ajenas al implante”, señaló.

Mientras se ofertan en el mercado implantes de cráneo con un alto valor económico de entre 60 y 100 mil pesos, los modelos que ofrece “Implantrex” valen entre los 18 y 30 mil pesos, esto como parte de hacer llegar la ayuda a las personas que no pueden comprar uno de mayor costo.

Actualmente están en proceso de validación y permisos de Cofepris para dar el valor agregado al implante respecto a la seguridad médica que tiene, además de que tanto Efraín y su primo Rodolfo trabajan en nuevas líneas de investigación y desarrollo de los que están creando.

Con una nueva empresa en proceso, conformada por ellos, fue que decidieron ingresar a la incubadora de la Secretaría de Economía estatal, para recibir el acompañamiento necesario para su desarrollo, además de apoyo económico con el que van a comprar máquinas de impresión 3D.

Ante el crecimiento que ha tenido “Implantrex” en los últimos meses, el objetivo es seguir apoyando a las personas que por cualquier motivo tienen que pasar por una cirugía en el que se implante una parte del cráneo.

Costo

Los implantes de cráneo tienen un alto valor económico, de entre 60 y 100 mil pesos, mientras que los modelos que ofrece “Implantrex” valen entre 18 y 30 mil pesos

Efraín Jacobo Pérez

Ingeniero en Cibernética

Trabajo cuidadoso

“Generalmente este tipo de operaciones tiene un nivel de complicación y por su delicadeza puede haber complicaciones ajenas al implante”


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