El golpe que representó la estrategia cuenista por agenciarse casi una veintena de escaños en el Consejo Estatal de Morena provocó una sacudida al gabinete del gobernador Rubén Rocha Moya, que expulsó sin fórmula de juicio a tres altos funcionarios: dos de la Secretaría de Turismo y el titular de la Coepris.
Mientras que el líder del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda se atrinchera en el manto del secretario de Gobernación Adán Augusto López y resiste, la guerra política en Sinaloa provocó la unión de los “puros” con los rochistas para intentar dar un golpe de timón, y retener el control de Morena:
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El jueves 11 el Consejo Nacional de Elecciones del partido frenó las asambleas en los estados que elegirían a su Comité Directivo, con pretexto de que no hay resultados oficiales. El pleito se instaló en Ciudad de México, donde los morenistas pidieron sacar a los 14 consejeros vinculados al PAS y recorrer las listas.
Estos pleitos son apenas la antesala de lo que se avecinan cuando más se acerque el 2024, donde estará en disputa la elección presidencial, senadurías, diputaciones federales, locales y presidencias municipales.
Choque de trenes
La excitación política ha subido de tono. Nadie auguraba que la elección de consejeros del 30 de julio iba a despertar tantas pasiones, pasiones que conforme pasa el tiempo, se van agigantando a tal grado que provocó el deslinde político del gobernador Rubén Rocha Moya, con el que un año atrás lo apoyó para llegar a donde está.
Rocha Moya aprovechó el pódium de la semanera para acusar al Partido Sinaloense de entrometerse en el proceso interno de Morena, dijo que ya no tenía relación política con Cuén Ojeda, es decir, ya marcó su territorio porque como dijo el gobernador, Cuén le jugó chueco, fue más listo que él al meter 14 consejeras y consejeros.
Sin embargo, a decir de morenistas el gobernador se quedó corto al señalar que el PAS tiene 14 consejeros –dos por cada distrito-, sino que son entre 20 a 25 consejeros, porque en esos mismos distritos quedaron personas indirectamente relacionadas con el líder moral del PAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Repercutirá en el Congreso del Estado
Las pasiones están desbordadas, lo que sin duda este encono, repercutirá en el buen funcionamiento del Congreso del Estado, donde hasta la fecha se había logrado sacar los asuntos por unanimidad, ya que algunas diputadas del PAS han amenazado de boicotear el trabajo legislativo.
La diputada del PAS, Elizabeth Chía fue la primera que desenterró el hacha al advertirle al alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros que le harán la vida imposible desde el congreso, todo porque Vargas Landeros corrió a dos militantes: María Fierro, directora de Educación y Rodolfo Ramos, director del Instituto de la Juventud, luego de enojarse porque los pasistas apoyaron a su archienemigo Polo Palafox para que lograra colarse como consejero de Morena.
Proceso para elegir la dirigencia, entrampado
El poder estimula ambiciones y tiene la virtud de mostrar a cada quien, quien es, así al iniciar la semana, el gobernador también corrió a tres funcionarios porque estaban ligados directamente con el PAS, incluso, dijo que habían participado abiertamente en el proceso de “mi partido”.
Lo que más le dolió al gobernador fue que Cuén Ojeda no le pidiera permiso para ir a la ciudad de México, a festinar el triunfo con el secretario de gobernación Adán Augusto López, quien es uno de los aspirantes a la presidencia de la república.
Mientras Cuén, acepta que militantes del PAS si participaron en el proceso de Morena, incluso que se afiliaron porque tienen toda la libertad, ya que muchos buscan participar en un proceso federal y su partido es local, lo que no aclara, a quién le deberán guardar fidelidad, porque a quien dos amos sirve, con uno queda mal.
Eso sí, Cuén Ojeda se ha mantenido callado sobre las declaraciones del gobernador, cauteloso declara que seguirá apoyando al presidente de la república y a Morena.
Mientas todo esto sucede, el proceso para elegir a la dirigencia estatal de Morena en Sinaloa quedó entrampada, debido a que las inconformidades llegaron a la Comisión de Honor y Justicia y hasta el momento no se han resuelto.
Los morenistas de Sinaloa denunciaron acarreo, compra de votos, acusando directamente al Partido Sinaloense de entrometerse en el proceso, incluso, el delegado de Morena en Sinaloa, Manuel de Jesús Guerrero Verdugo, informó que se buscará la manera de que los delegados que fueron electos no se les considere como tal y se recorran las listas de acuerdo al número de los votos que obtuvieron.
Quedando así en suspenso la elección de la dirigencia estatal; el consejo estatal primeramente se iba a reunir el sábado 6 de agosto, pero se postergó, luego se programó para el 13 de agosto y se volvió a posponer porque el Comité Nacional de Morena todavía sigue enmarañado, no han podido resolver las impugnaciones.
Mientras tanto las y los 70 consejeros, se preparan para apoyar a quien más les llene el ojo, están barajeando los nombres de las mujeres que por paridad de género le corresponde dirigir los destinos políticos del Movimiento en Sinaloa de acuerdo a una resolución que el Tribunal Electoral emitió.
Los nombres que se barajean son las de las diputadas federales, Merary Villegas, Ana Elizabeth Ayala Castro, la alcaldesa de Cosalá, Carla Úrsula Corrales, la oficial mayor del Ayuntamiento de Mazatlán, Nayla Velarde Narváez y las legisladoras Juana Minerva Vázquez, Rita Fierro Robles, Almendra Negrete y Felicita Pompa Robles.
Vaticinan que el día que se lleve a cabo el consejo estatal para elegir a la dirigencia, los ánimos volverán a calentarse, porque los morenistas ya advierten que va a estar de pronóstico reservado, porque el trébol que comanda Gerardo Vargas Landeros tiene a su candidata en la persona de la diputada de Morena Ana Elizabeth Ayala Castro.
El alcalde de Mazatlán Luis Guillermo “Químico” Benítez y su grupo apoyan a Nayla Velarde Narváez y los morenistas, no quieren que el PAS les vuelva a comer el mandado con la alcaldesa de Cosalá, Carla Úrsula Corrales, que si bien es cierto, renunció a éste partido en marzo pasado, tienen temor, quizá mal fundado, pero el recelo está latente.
Morenistas aseguran que el gobernador no tiene una candidata definida, pero que en todo caso, Merary Villegas sería su carta fuerte, para no permitir que estos tres personajes, vuelvan a hacer de las suyas.