Culiacán, Sin.- Todos los niños en algún momento sueñan con ser astronautas, policías o bomberos, en el caso de Carlos, desde pequeño soñaba con algún día poder llegar a ser un apaga fuegos y ayudar a las personas, es por ello que durante la mitad de su vida, se ha dedicado a esta gratificante profesión, la cual le ha dejado bastantes aprendizajes.
Carlos Osuna relató sus inicios en el departamento de Bomberos Culiacán, donde en el 2001 ingresó a la conocida Banda de Guerra dentro de la corporación, lo cual fue despertando su interés cada vez más por integrarse al cuerpo de rescate.
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En el año 2002, por fin, ingresa a la academia, donde es la formación inicial de cada elemento, llevan un curso teórico y práctico, en ese mismo año, les asignan guardias para que empezara en el mundo de los "tragahumos".
“En el 2003, me dieron mi ascenso como Bombero, me dieron una guardia asignada, me asignan un grupo y veníamos cada 6 días a la guardia; fue en el 2013, cuando ya ingresé a trabajar aquí, seguía como voluntario, pero ya tenía la obligación de venir por ser trabajador; ahorita ya son 19 años como bombero, más de la mitad de mi vida aquí”, expresó.
El accidente
A lo largo del tiempo Carlos Osuna salía a sofocar incendios, controlar fugas de gas, rescatar personas que quedaban prensadas en accidentes, pero fue en el año 2019 el día 4 de diciembre, en uno de los servicios sufrió un accidente.
“Íbamos a apoyar con la pipa un incendio pasando la sindicatura de El Salado, un choque de un tráiler y unos vehículos se incendiaron y nosotros llevábamos el agua, ya se encontraban nuestros compañeros de Costa Rica trabajando y pasando El Salado, nos tronó una llanta y nos volteamos, íbamos un compañero y yo”, relató.
El accidente que sufrieron, fue tan aparatoso, que la pipa se salió de la carretera y quedó completamente volteada.
Carlos tuvo fuertes lesiones a causa de este accidente, 5 costillas se le fracturaron, tuvo daños en el intestino, en la vesícula, fractura en el piso orbital y hasta diplopía.
Por otra parte, su compañero solamente se golpeó parte de la cabeza y fractura. La diferencia es que Carlos ya no pudo incorporarse nuevamente a sus labores, mientras que su otro compañero sí.
Superar el trauma
Carlos platicó que duró dos años incapacitado y tras atravesarse la pandemia del Covid-19, se cerraron algunas especialidades del seguro, en ese lapso, ya no se le permitió trabajar como bombero, un dictamen que se emitió, le prohibía subir escaleras, manejar y hacer trabajo pesado, como lo hacía antes.
“Nunca pensé dejar de ser bombero porque me diera miedo después de lo que me pasó, sin embargo yo quería que mi familia estuviera tranquila, y aunque no es la misma, estar en radio a salir en servicio, lo que quiero es que mi mamá y mi esposa estén tranquilas por esa parte, comentó.
Pese a todas estas restricciones, a sus 37 años de edad, sigue dentro de la corporación de Bomberos Culiacán, desempeñándose en el área administrativa, lo asignaron a radio, por lo que su función es de Radio Operador.
Puesto clave
La función como radio operador de Bomberos Culiacán, también es muy importante, debido a que es el primer contacto que tiene el cuerpo de bomberos con la emergencia, es decir, Carlos, tiene contacto directo con las personas que reportan algún tipo de emergencia.
Cuando está hablando por teléfono uno de sus principales encomiendas es preguntarles a las personas la dirección, el tipo de emergencia y una vez recabados los datos las manda a los compañeros para que lleguen más rápido a la emergencia.
“A veces las personas hablan y tienen fuga de gas, yo les doy indicaciones de lo que tienen que hacer, en lo que llegan mis compañeros, me ha tocado contestar llamadas donde la gente se encuentra muy alterada, sabemos que es muy difícil que guarden la calma en esos momentos, sin embargo, trato de controlar a las personas”, platicó.
Para Carlos, no es lo mismo ser Bombero de Servicio a ser Radio Operador, resaltó que a pesar de que es importante y gratificante, no se compara con salir a un servicio.
“Sentir la adrenalina, ir en el camión, equipándose y escuchar las sirenas, no se compara, a veces que salen a servicios fuertes y se oye cuando hablan por radio y ellos sienten adrenalina y uno también, pero pues esto es lo que nos tocó, gracias a Dios aquí estamos”, expresó.
Carlos Osuna, sigue portando con mucho orgullo su uniforme de Bombero, aunque éste dentro de una sala de radio, él está siempre pendiente de toda emergencia que se presente porque su objetivo es el mismo, ayudar siempre a las personas que lo necesiten.
Sentir la adrenalina, ir en el camión, equipándose y escuchar las sirenas, no se compara, pero también en la radio ayudas a salvar gente.
Carlos Osuna, Radio operador de Bomberos
Llamadas
La sala de radio en el cuerpo de Bomberos se encuentra en la estación del bulevar Gabriel Leyva Solano, y siempre se pide responsabilidad a la ciudadanía de no hacer llamada de broma, solo para emergencias.
