Culiacán, Sin.- Honrar a sus muertos, es una tradición que ni el Covid-19 logrará desterrar en la cultura de los sinaloenses, tan es así que debido a la prohibición de acudir a los panteones para evitar los contagios, miles de culiacanenses los honrarán en su casa.
Si bien es cierto, que en escuelas e instituciones culturales –principalmente-, es tradición instalar altares, ahora, esta costumbre se introdujo a muchos hogares, y ahora, la visita al panteón se cambia por la reunión familiar en casa, donde se instaló un altar con los muertos de la familia.
“Es la primera vez que arreglamos un altar en la casa, todavía hasta el año pasado, las flores, las veladoras las llevamos al panteón, ahora, están en casa. Hicimos un altar donde año con año instalamos el árbol de navidad. El altar lo llenamos de flores, de fotos de mis papás, de sus hijos que ya están con ellos, también pusimos a mis suegros, sus hijos y dos amigos, a los que este día de muertos los visitamos”, señaló Minerva Castañeda.
Precisa que la visita tradicional al panteón, ahora se llevará a cabo en el hogar, donde los parientes más cercanos convivirán como lo hacen anualmente en la tumba de los finados.
“Todos los años convivimos con familiares que solamente en este día nos vemos, llevamos comida, mi esposo es muy dado a llevarle música a la tumba de uno de sus hermanos, quizá se repita esta tradición, pero eso sí, nada más vamos a estar en esta convivencia, mi esposo, mis hijos y sus esposas y sus hijos que son adolescentes, nadie más, para seguir resguardándonos de la epidemia”, señaló.
Los festejos se están trasladando a los hogares, donde se festejará este dos de noviembre a los muertos de diversas maneras, por ejemplo, Leonardo Yáñez Juárez, mejor conocido como “El venado”, el gran maestro de la danza folklórica señala que en estos días hasta el dos de noviembre por la noche lo han convocado para ir a bailarles a sus muertos, pero ahora, en los altares familiares de sus casas.
Haremos ceremonia, liturgia y ritual para ellos con la danza del venado a como a sus difuntos les gustaba.El Venado
Destaca que hoy le toca ir a sus casas así como ellos iban a verlo danzar, desde ese lugar lleno de luz. “Me estoy organizando para poder cumplir con todos, gracias por mantener viva la tradición”, indica.
Para recordar a sus muertos, la señora Minerva dice que contrario a otras fechas, donde llevan todo tipo de alimentos fríos, ahora, van a comer tamales barbones, que era lo que más le gustaba a sus padres porque eran de Escuinapa.
“Mis padres eran muy afectos a los tamales barbones, los tacos de camarón, entonces, en su memoria vamos a comer eso, más tarde, ya por la noche tomaremos atole y por la mañana vamos a disfrutar frijoles puercos, huevos a la mexicana, que era el platillo favorito de mi suegro”, resalta.
Joaquín Soto dice que su familia, todo el año visitan los sepulcros de sus padres y de uno de sus hijos que falleció hace dos años en un accidente, y que ahora por la pandemia, dejarán de ir al panteón, pero no así, dejarán de recordarlos como se merecen y para ello organizaron una misa y un altar para sus finados.
“Es una tradición ir al panteón, si no se puede, es de lamentarse, pero no por eso, dejaremos de recordar a nuestros seres queridos que se nos adelantaron en este viaje sin retorno. Por primera vez instalamos un altar en el cuarto de mi hijo que falleció hace dos años con sus fotos donde está acompañado de sus amigos, de sus perros que es lo que más quería y a su lado, las fotos de sus abuelos, les pusimos veladoras, flores, globos y ahí pasaremos todo el día, además de que vamos a llevar a cabo una misa en su honor”, señala.
Natalia hace tres meses perdió a su madre y no la pudo velar por culpa del Covid-19, ahora, lamenta que tampoco podrá ir al panteón este dos de noviembre, como ya es costumbre y se conforma con recordarla en su hogar como ella era: alegre y muy fiestera.
“Mis hermanos y tíos vamos a recordar a mamá con un altar en su recamara, de hecho ya casi lo terminamos, está lleno de recuerdos, sus fotos que hablan de cómo era ella, alegre, la mayoría son de fiestas, donde ella era la atracción, porque su vida fue así, cualquier pretexto era para festejar”, señala.
Los altares van desde los más fastuosos hasta los más sencillos, pero eso sí con mucho cariño para recordar a quienes se nos adelantaron al más allá.
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“Este día no va a pasar desapercibido para mis muertos. No los podemos visitar en el panteón, pero sí estarán presentes en nuestros hogares. En años pasados los festejábamos en casa reuniéndonos todos después de ir al panteón, pero ahora estarán con nosotros en los festejos al poner el altar de ellos en la cochera”, indicó Maribel Ochoa.
EN CASA
El repunte de casos de Covid-19 en Sinaloa, sobre todo en Culiacán, obligó a las autoridades a no permitir festejos en panteones.
CONTRADICCIÓN
Sin embargo, la decisión ha sido criticada ya que durante el Halloween se vio a reventar antros en la ciudad.
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