“Esperamos que diputados abran el clóset”

Cynthia y Mariana esperan cumplir su sueño de unirse en matrimonio

Irene Medrano

  · lunes 20 de mayo de 2019

Culiacán, Sin. ¡Estamos ansiosas de que los diputados abran el closet…!, bromean Cynthia y Mariana.


Esta pareja desea unirse en matrimonio en Culiacán y sólo esperan que los diputados aprueben el matrimonio igualitario para poder “cumplir nuestro sueño”.


Cyntia Bermúdez es una joven egresada de una universidad privada, estudió comercio internacional, tiene buen puesto en una aduana y cada vez que hay movimientos lésbico gay en la capital sinaloense viene a apoyar a su pareja.


“Yo no tengo problemas con mi preferencia sexual, mi familia, lo ve muy normal, me apoya, incluso han permitido que me espere a casarme en Culiacán con Mariana y hacer una bonita boda”, comenta.


Explica que su familia le proponía que se casaran en la Ciudad de México, pero Mariana es un poco tradicionalista y quiere hacerlo en Culiacán, porque ella nació aquí, pero como su papá es ingeniero y andaba de un lado para otro, la registró en Saltillo, la bautizaron en Ramos Arispe. Ahora su sueño es por lo menos casarse en el lugar donde nació.


“Y yo le voy a cumplir su deseo, sólo espero que los diputados se atrevan a dar el sí”.


Destaca que otro motivo por el que ya “ansían estar unidas por la ley”, es que tienen una bebé de seis meses y desean registrarla como hija de ambas.


“Estamos desesperadas por la tardanza que ha tenido el poder legislativo para sacar adelante los matrimonios igualitarios y un poco expectantes de que los grupos religiosos no quieran reconocernos los mismos derechos que al resto de las personas. Es predecible, pero eso no quita la tristeza. La Corte Suprema ya falló a favor de que el matrimonio es un derecho humano”, sostuvo Cynthia.


Afirma que viven en unión libre desde hace cinco años y que conforme pasa el tiempo han reafirmado ese sentimiento que las une: el amor.


“Nosotros vivimos tranquilas, con el apoyo de la familia, cada vez reafirmamos más nuestro amor, respeto y el deseo de estar juntas hasta que la muerte nos separe”, dice.



Apoyo a medias


Por su parte Mariana destaca que su familia la apoya a medias, por eso, vive entre su casa y el hogar que ha formado con Cynthia.


“Quiero hacer las cosas bien, no al modo que quiere mi papá, a veces, me apoya, otras veces le meten cosas en la cabeza y da marcha atrás”, indica.


Señala que trata lo menos posible que la familia se involucre en los temas lésbico gay para que no hagan corajes.


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Recuerda que una vez en Nogales, Sonora acompañó a su pareja a una reunión lésbico gay, donde se coronó a una Reyna, hubo fiesta, se tomaron fotos y no sabe cómo llegó a manos de su padre, lo que le ocasiona casi un infarto, por ello, acepta la entrevista con la condición de que no se le tomen fotos.


“No sé si es anticuado, moralista o de plano se avergüenza de mí, pero lo cierto es que sí aceptan a Cynthia, pero en privado. Aceptan que nos casemos pero que no se haga escándalo, que todo sea casi en secreto y yo le agradezco a mi pareja que me apoye”, indica.


Del bebé cuenta que ella la cuida y cada quince días se va con su pareja a pasar el fin de semana, o ella viene a Culiacán. Así estamos, sólo esperamos unir nuestro matrimonio, registrar a la niña como nuestra hija y vivir ya sin contratiempos, ese es nuestro sueño.


Maribel explica que la niña es hija de una pariente de ella que desde que supo que estaba embarazada no la quiso, ellas le pidieron que no la abortara, se hicieron cargo de todos los gastos, el día que nació se las entregó, la ve casi a diario, pero no le causa ninguna sensación, no se acerca, mucho menos la acaricia.


“Es tu hija y tú sabrás cómo la educas, me dijo cuándo le pedimos que por lo menos ella la bautizara, se negó y dice que le da gusto que haya encontrado unos padres que le dan todo el cariño que ella nunca podría dárselo”, dijo.


Así esta pareja sólo espera que se apruebe el matrimonio igualitario para casarse y registrar a la niña “y la vamos a bautizar en la iglesia católica”.


“Si Dios quiere, estos eventos los llevaremos a cabo en agosto”, confían.


Falta Sinaloa


La Suprema Corte de Justicia ha resuelto permitir los matrimonios igualitarios en México, pero en Sinaloa falta legislar.