Culiacán, Sin.- En el año 2020 los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán ayudaron con la construcción de la escuela temporal “Ampliación Bicentenario”, en Culiacán. Sin embargo, al no tener apoyo de las autoridades estatales, hoy en día está a punto de desaparecer.
Esmeralda Quiñonez Terán, fundadora y quien se ha erigido como maestra en el recinto educativo, manifestó que de 110 niños que albergaba en el plantel irregular, hoy en día tiene 60 infantes, a quienes ya es imposible poder brindarle educación, por la falta de insumos básicos.
“Todos los días están los niños ahí, se les da alimento, se les da educación y aun así uno vende, empeña ahí tengo todas las boletas de todo lo que he tenido que vender, ¿y el gobernador teniendo los recursos, teniendo la manera no puede llevar una a caja de lápices, hojas blancas? Entonces ¿cuándo vamos a cambiar Culiacán, Sinaloa? Nunca porque siempre va a haber pobres, porque no les dan educación. Los niños pobres se merecen una educación, no una pobre educación que es la que tienen en la escuela Bicentenario”, expuso.
Recordó que, en un inicio, fueron los hijos del capo Joaquín Guzmán Loera quienes apoyaron económicamente este proyecto educativo para niños pobres y que, posterior a eso, autoridades como el Secretario de Educación Pública, Juan Alfonso Mejía López, apoyaron con material e insumos básicos. No obstante, después de unos meses la ayuda dejó de llegar.
Manifestó que el gasto en insumos escolares como lápices, hojas blancas, el pago de internet y la adquisición de aparatos tecnológicos, es altamente caro, aunado a eso, el repartir alimentos entre los alumnos, hizo la carga más pesada hasta llegar al colapso.
"Esto es algo que le debería importar al gobernador, debería tener empatía debería ser solidario, porque mucha gente se acercó a ayudar y nunca se acercó el gobernador o el secretario de educación. Después de haberles prometido algo a los niños y no dárselos, es como prometerle comida a un hambriento. Hay niños que quieren estudiar”, refirió.
En la colonia Bicentenario, hay decenas de niños que nunca han asistido a un plantel educativo a recibir educación, pues la situación de sus habitantes es de extrema pobreza y en su mayoría, los niños son hijos de padres pepenadores que se ganan la vida trabajando en el relleno sanitario, ubicado a unos metros de la escuela temporal “Ampliación Bicentenario”.
“Yo no soy maestra, estudie hasta la secundaria, pero se leer y escribir y eso es suficiente para enseñarles a los que no saben ni eso”, concluyó.
Lee más aquí: