Culiacán, Sin.- Una enorme corona de rosas rojas, amarillas y azules, cuyo diámetro del aro es de más de dos metros y medio y en el centro en la cinta de pésame se lee quien la mandó: Ismael Zambada, dan la bienvenida a los deudos que asisten a las pompas fúnebres del Padre Isidro “chilo” Guerrero Macías.
En la entrada de la capilla de San Isidro Labrador, que está a un costado de la casa paterna del obispo de Mexicali que falleció a consecuencia de las secuelas de Covid-19 la semana pasada y que desde ese día se han hecho una serie de actividades religiosas para que finalmente este lunes sus restos descansen en esa capilla, lo primero que se aprecia es la florida corona.
Los rumores de la población de la comisaría de Iraguato, perteneciente a la sindicatura de Sataya, en Navolato, ante el arreglo impresionante de Ismael “mayo” Zambada que envió al sacerdote no han dejado de correr, incluso, la misma gente acude a tomarle fotos y subirla a sus redes sociales.
Hijo de pescadores, el padre Chilo, fue un sacerdote polémico, querido por unos y criticados por otros, nunca le perdonaron que en la humilde casa donde vivió ahora sea una gran mansión, con capilla privada.
La crítica más fuerte que le hacían era por su supuesta cercanía con los narcotraficantes, incluso se hizo ya una leyenda urbana que corre de boca en boca en las poblaciones circundantes a Iraguato. Hay quienes hacen turismo para ver la hermosa capilla que se ve desde lejos, situada en un enorme terreno donde se ubica la casa paterna del finado obispo sinaloense.
Sin embargo, la gente de Iraguato, lo recuerda como un hombre bondadoso, que los ayudó en todas sus necesidades tanto económicas como morales.
“Fue un hombre de Dios, que estuvo siempre con los más necesitados, eso es lo que debemos de recordar”, dijo una de las moradoras de esta población.
“Entre más grande el arreglo más pecados, muertes, torturas, corrupciones se le perdonan”, dijo Santa Luz García, en Facebook.
Leer más aquí: