/ viernes 5 de junio de 2020

Culichis piden claridad en cifras de los casos de Covid-19

Demandan las autoridades sean serias ante el sufrimiento de la gente y el duelo de miles de ciudadanos

Culiacán, Sin.- En un sondeo, algunos culiacanenses se manifiestan cansados, enfadados, desencantados, temerosos y con miedo por “tantas mentiras” de las autoridades de salud, por el manejo los datos del Covid-19 y le pidieron a las autoridades ser más serias con el sufrimiento de la gente y el duelo de miles de ciudadanos que han perdido a sus seres queridos.

Sólo nos queda pedirle a Dios un milagro, porque estamos abandonados. Me siento como si estuviera a la mitad de un túnel, donde todo es oscuridad y no hay quien nos salve, porque las autoridades están apanicados, todavía no les cae el veinte.

Señora Ofelia Santillán.

Ya basta de ocurrencias como la del presidente que dice que el coronavirus se cura sólo con ser honestos. Ojalá y nunca se vaya a enfermar porque no sabe lo que dice…”, señaló mientras hacía sus compras.

Demandó seriedad y poner manos a la obra en atacar la epidemia “porque desde que empezó esto sólo se han ocupado en dar cifras alegres, es como si quisieran curar el coronavirus como si fuera un resfriado dándole un mejoralito cuando tenemos una pandemia de escalofriantes dimensiones”.

DATOS CONTRADICTORIOS, DICEN

Al ser entrevistados tanto hombres y mujeres mostraron su descontento por las cifras que dan un día “nos dicen que ya la libramos” y luego otro día amanecemos que ya tenemos más contagiados y más muertos.

¡Ya estamos hartos de tantas mentiras…! dijo enfadada Micaela Sarabia, quien acompañaba a su esposo al banco.

Todos hablan y nadie da con bola. Nos dicen que nos cuidemos y vea al López Obrador tan orondo paseándose y repartiendo babas por todos lados porque no le gusta o no quiere usar el tapabocas.

Micaela Sarabia

El enfado se agigantaba debido a que se levantó muy temprano para llevar a su esposo al banco a “cobrar un dinerito”, pero resulta que estaba cerrado.

El banco ubicado por la Madero, cerca de la caseta cuatro, no tiene ningún anuncio de que no estará abierto, doña Micaela esperó pasadas las nueve de la mañana y una buena señora le dijo que no iban a dar servicio.

Desde el gobierno hasta estos desdichados andan bien cornados por ese virus que no deja títeres sin cabeza. Que nos obligaba venir desde la colonia Guadalupe Victoria muy temprano y que nos salgan con esto, ahora me dicen que el banco que sí está abierto es el de la Isla. No tenemos remedio, y muy en ello, nos dicen que nos cuidemos que los de la tercera edad no salgamos.

Micaela

Manuel, es otro inconforme.

Nos privamos de ver a mis padres y mis hijos a sus abuelos, en sus cumpleaños y en el festejo de la madre, que por la cuarentena y que ahora nos digan ya salgan, ya pueden volver a la “nueva normalidad” y lo que estamos viendo, que nos espanta, porque ahora hay más contagios, más muertos, nosotros pusimos nuestra parte y el gobierno puso puras mentiras.

Manuel

Se dijo decepcionado por todo lo que está pasando, ya que aseguró que él forma parte de la gente consciente que pese a que desde un principio se decía que no se usara cubre boca, su familia lo uso no sólo para salir, sino dentro del hogar porque son varios los que conviven y por todos los medios han buscado no contagiarse.

“Ahora ya no estamos tan seguros, yo voy a trabajar, mi empleo es de repartidor, convivo con mucha gente; ahora parece que ya se ha relajado lo de la sana distancia, veo que ya no toman tantas precauciones como hace unas dos semanas atrás.

Foto: Archivo │ El Sol de Sinaloa

Considera que el relajamiento se debe a que la gente ya no cree en lo que les dicen las autoridades.

Cada días nos dicen puras mentiras, yo de plano le pedí a mi mujer que ya ni ella, ni mis hijos adolescentes vean las noticias porque eso sí los enferma, porque la verdad no se sabe cuál es, el presidente dice una cosa, de que no nos preocupemos y el de salud que ya son miles y miles de muertos, ¿entonces?.

Manuel

Everardo García Limón, es estudiante de ingeniería industrial y asegura que anda sacado de onda con todo lo que está pasando.

A veces pienso que el gobierno está jugando con nuestros sentimientos y que se burla del dolor de los que hemos perdido a un ser querido por el Covid.

García Limón

Destaca que él perdió a sus abuelitos y que el sufrimiento fue doble por no haber podido despedirlos como se merecían.

Nuestros seres queridos no son cifras como las dan las autoridades, así de frías, así de indolentes. Toman el micrófono y hablan y hablan puras palabras huecas, nos dicen que no nos preocupemos, que los muertos no se murieron ayer que se murieron desde antes y que no caigamos en la psicosis. Cuál es la diferencia, los muertes los seguimos poniendo los mexicanos y los chascarrillos el gobierno, porque para eso sirven los anuncios que dan.

García Limón

BOMBARDEO

Todos los días, los ciudadanos reciben excesiva información del Covid-19, que a momentos se vuelve contradictoria.

SOMBRÍO PANORAMA

Las estimaciones federales eran que desde mediados de mayo la curva iba a caer, pero hasta el momento se ha sostenido el punto crítico.

Sólo nos queda pedirle a Dios un milagro, porque estamos abandonados. Me siento como si estuviera a la mitad de un túnel, donde todo es oscuridad.

Ofelia Millán,Ciudadana


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Culiacán, Sin.- En un sondeo, algunos culiacanenses se manifiestan cansados, enfadados, desencantados, temerosos y con miedo por “tantas mentiras” de las autoridades de salud, por el manejo los datos del Covid-19 y le pidieron a las autoridades ser más serias con el sufrimiento de la gente y el duelo de miles de ciudadanos que han perdido a sus seres queridos.

Sólo nos queda pedirle a Dios un milagro, porque estamos abandonados. Me siento como si estuviera a la mitad de un túnel, donde todo es oscuridad y no hay quien nos salve, porque las autoridades están apanicados, todavía no les cae el veinte.

Señora Ofelia Santillán.

Ya basta de ocurrencias como la del presidente que dice que el coronavirus se cura sólo con ser honestos. Ojalá y nunca se vaya a enfermar porque no sabe lo que dice…”, señaló mientras hacía sus compras.

Demandó seriedad y poner manos a la obra en atacar la epidemia “porque desde que empezó esto sólo se han ocupado en dar cifras alegres, es como si quisieran curar el coronavirus como si fuera un resfriado dándole un mejoralito cuando tenemos una pandemia de escalofriantes dimensiones”.

DATOS CONTRADICTORIOS, DICEN

Al ser entrevistados tanto hombres y mujeres mostraron su descontento por las cifras que dan un día “nos dicen que ya la libramos” y luego otro día amanecemos que ya tenemos más contagiados y más muertos.

¡Ya estamos hartos de tantas mentiras…! dijo enfadada Micaela Sarabia, quien acompañaba a su esposo al banco.

Todos hablan y nadie da con bola. Nos dicen que nos cuidemos y vea al López Obrador tan orondo paseándose y repartiendo babas por todos lados porque no le gusta o no quiere usar el tapabocas.

Micaela Sarabia

El enfado se agigantaba debido a que se levantó muy temprano para llevar a su esposo al banco a “cobrar un dinerito”, pero resulta que estaba cerrado.

El banco ubicado por la Madero, cerca de la caseta cuatro, no tiene ningún anuncio de que no estará abierto, doña Micaela esperó pasadas las nueve de la mañana y una buena señora le dijo que no iban a dar servicio.

Desde el gobierno hasta estos desdichados andan bien cornados por ese virus que no deja títeres sin cabeza. Que nos obligaba venir desde la colonia Guadalupe Victoria muy temprano y que nos salgan con esto, ahora me dicen que el banco que sí está abierto es el de la Isla. No tenemos remedio, y muy en ello, nos dicen que nos cuidemos que los de la tercera edad no salgamos.

Micaela

Manuel, es otro inconforme.

Nos privamos de ver a mis padres y mis hijos a sus abuelos, en sus cumpleaños y en el festejo de la madre, que por la cuarentena y que ahora nos digan ya salgan, ya pueden volver a la “nueva normalidad” y lo que estamos viendo, que nos espanta, porque ahora hay más contagios, más muertos, nosotros pusimos nuestra parte y el gobierno puso puras mentiras.

Manuel

Se dijo decepcionado por todo lo que está pasando, ya que aseguró que él forma parte de la gente consciente que pese a que desde un principio se decía que no se usara cubre boca, su familia lo uso no sólo para salir, sino dentro del hogar porque son varios los que conviven y por todos los medios han buscado no contagiarse.

“Ahora ya no estamos tan seguros, yo voy a trabajar, mi empleo es de repartidor, convivo con mucha gente; ahora parece que ya se ha relajado lo de la sana distancia, veo que ya no toman tantas precauciones como hace unas dos semanas atrás.

Foto: Archivo │ El Sol de Sinaloa

Considera que el relajamiento se debe a que la gente ya no cree en lo que les dicen las autoridades.

Cada días nos dicen puras mentiras, yo de plano le pedí a mi mujer que ya ni ella, ni mis hijos adolescentes vean las noticias porque eso sí los enferma, porque la verdad no se sabe cuál es, el presidente dice una cosa, de que no nos preocupemos y el de salud que ya son miles y miles de muertos, ¿entonces?.

Manuel

Everardo García Limón, es estudiante de ingeniería industrial y asegura que anda sacado de onda con todo lo que está pasando.

A veces pienso que el gobierno está jugando con nuestros sentimientos y que se burla del dolor de los que hemos perdido a un ser querido por el Covid.

García Limón

Destaca que él perdió a sus abuelitos y que el sufrimiento fue doble por no haber podido despedirlos como se merecían.

Nuestros seres queridos no son cifras como las dan las autoridades, así de frías, así de indolentes. Toman el micrófono y hablan y hablan puras palabras huecas, nos dicen que no nos preocupemos, que los muertos no se murieron ayer que se murieron desde antes y que no caigamos en la psicosis. Cuál es la diferencia, los muertes los seguimos poniendo los mexicanos y los chascarrillos el gobierno, porque para eso sirven los anuncios que dan.

García Limón

BOMBARDEO

Todos los días, los ciudadanos reciben excesiva información del Covid-19, que a momentos se vuelve contradictoria.

SOMBRÍO PANORAMA

Las estimaciones federales eran que desde mediados de mayo la curva iba a caer, pero hasta el momento se ha sostenido el punto crítico.

Sólo nos queda pedirle a Dios un milagro, porque estamos abandonados. Me siento como si estuviera a la mitad de un túnel, donde todo es oscuridad.

Ofelia Millán,Ciudadana


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