Abismo sociales: Las dos caras del confinamiento

Niños y adolescentes viven dos opuestos en esta larga pandemia: poder o no poder quedarse en casa

Jazmín Ballesteros │ El Sol de Sinaloa

  · sábado 4 de julio de 2020

Foto: Jazmín Ballesteros │ El Sol de Sinaloa

Culiacán, Sin.- Mariana y Alfredo no se conocen ni viven donde mismo, pero tienen algo en común: son preadolecentes y comienzan a buscar su lugar en el mundo.

Foto y Video: Cortesía │ Secretaría de Salud

Mariana, por ejemplo, es una artista nata: baila, canta y pinta, sus padres siempre la han apoyado. A Alfredo le gustan las ventas, pues desde los cuatro años vende frutas y verduras para sostenerse.

Hace poco más de tres meses la campaña "Quédate en casa" del Gobierno Federal, se empezó a acatar en Sinaloa, además de que la sanitización de casas, espacios públicos y la higiene personal, comenzó a ser más estricta y de rigor para evitar subir los contagios por Covid-19.

Esto llevó a que Mariana de 14 años, junto con sus padres y hermanos, se quedarán en casa haciendo "Home Office" y escuela en línea.

La última vez que salí de casa fue el 16 de mayo y desde entonces mi mamá y todos aquí nos hemos vuelto más higiénicos y cuidadosos de lo que hacemos para no afectar a nadie.

Mariana

Pese a que en casa de la artista todos buscan cumplir con las normas sanitarias, el virus trastocó su entorno, pues su abuelo materno falleció luego de 20 días de luchar contra el Covid-19.

Mi abuelo no nos quería preocupar y pese a que se sentía mal, cuando yo hablaba por teléfono con él, me aseguraba que el estaba bien. Pero lamentablemente no era así, a un tío mío le dio Covid y era el que estaba pendiente de mi abuelito. Cuando él se aisló, mi mamá y mis tíos cuidaban a mi abuelo y desde ese momento le empezaron a dar medicina para evitar que se contagiara pero no se pudo lograr.

Mariana


Mariana dice que es consciente de lo que significa esta pandemia y que ahora ella y su familia son más conscientes y cuidadosas de lo que hacen, pues un descuido puede afectar a los demás. Ella dice que lo que más extraña es bailar en la academia de jazz y ver a sus amigas cercanas con las que seguido hacia pijamadas. Ella está a punto de cursar el último año de secundaria y lamenta que sea en línea el inicio del próximo ciclo escolar.

La verdad yo quiero volver a la escuela, ir a clases de jazz y ver a mis amigas. Extraño mucho la convivencia y abrazar a las personas pero ahorita la prioridad es cuidarse. Me siento agradecida de que mi familia y yo podamos estar en casa.

Mariana

La rutina de confinamiento de Mariana es levantarse, hacer desayuno, ejercicio, bañarse y luego relajarse viendo Netflix.

Foto: Jazmín Ballesteros │ El Sol de Sinaloa

LA VIDA DE ALFREDO

Al otro lado de Culiacán, casi llegando a la Loma de Rodriguera, Alfredo y sus dos hermanos repiten la rutina que, con o sin pandemia ya tienen entendida: salir por la mañana y la tarde a vender nopales a 15 pesos la bolsa.

Alfredo tiene 12 años y aunque casi no le gustan las matemáticas de la escuela, es hábil para saber qué vender.

Yo trabajo desde los cuatro años, le pedía permiso a los profes del kinder para cortar ciruelas y venderlas a la salida.

Alfredo

En el recorrido de la mañana de viernes, va acompañado de su hermano de cuatro años y el mayor de 16. Alfredo dice que para donde él vive el virus no llega porque nadie anda con cubre bocas y él y su familia debe seguir trabajando.

Foto: Jazmín Ballesteros │ El Sol de Sinaloa

Ya en la tarde jugamos un rato en la calle pero ahorita lo primero es vender todas las bolsas que traemos en la mochila. Mi hermanito más chico vino hoy porque dice que se quiere comprar una rebanada de pizza.

Alfredo

Alfredo y sus dos hermanas pudieron culminar el ciclo escolar en línea, lo cual, ha sido lo único distinto a su día a día que les ha dejado la pandemia.

Aquí haz de cuenta que no hay coronavirus, nosotros tenemos que seguir trabajando y pues está bien.

Alfredo

NIÑOS TRABAJANDO

Las políticas públicas implementadas por el Gobierno Federal y estatal todavía no llegan a miles de niños que salen a trabajar en estos meses difíciles.

PROTECCIÓN

En ambos casos, ya sea en casa o en la vida precaria, la ley garantiza a los menores a una vida segura.

La última vez que salí de casa fue el 16 de mayo y desde entonces mi mamá y todos aquí nos hemos vuelto más higiénico.

Mariana, Preadolecente



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