Culiacán, Sin.- A un año de la llegada del Covid-19 a Sinaloa, el Mercado de Abastos apenas retoma su ajetreado ritmo de venta y producción.
El centro comercial más importante del sur de la capital fue golpeado por la crisis a mediados del año pasado y algunos locatarios suspendieron labores, además del duro golpe recibido con el incendio de una de sus principales fruterías a principios del 2021.
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El ritmo con el que se despierta este centro de abastecimiento de Culiacán es trepidante, comercios que abren sus cortinas, clientes marchando en busca de los alimentos del día, carnicerías en los que ingresan los cuerpos de animales en canal.
Aunque el Covid-19 sigue entre nosotros, el caminar por mercado, nos hace recordar que la vida y la esperanza se regeneran poco a poco y con paciencia.
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