/ lunes 22 de julio de 2019

Avanza daño del mangle en esteros de Urías y El Infiernillo en Mazatlán

Invasiones afectan el ecosistema de humedales y especies protegidas por legislación ambiental

Mazatlán, Sin. Ni las denuncias penales presentadas en los años 2014, 2016 y 2018 por Profepa en contra de quienes resulten responsables, ni la detención de tres personas en los últimos cuatro años, ha frenado las invasiones, rellenos “hormiga” y afectaciones en manglares de los esteros Urías y El Infiernillo. Por el contrario, los daños continúan, contribuyendo a la desecación de humedales, la pérdida de cobertura de la vegetación y la eliminación paulatina del ecosistema y de especies protegidas por la legislación ambiental.

En un recorrido hecho por El Sol de Mazatlán, se constató que el relleno para ganar terrenos al mar y construir casas rústicas o, en algunos casos, de material, avanza en zonas del estero de Urías y El Infiernillo, pobladas por mangle blanco y negro o cenizo, especies incluidas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, con categoría de amenazadas.

No sólo se dañan los humedales, sino que además se obstruye el paso del agua, lo cual aumenta el riesgo de inundaciones en tiempos de lluvias en los asentamientos irregulares.

Rellenos sobre la calle Tres Palmas, de la colonia Quinta Chapalita, con tierra, escombro y piedra de construcción.

Esto se observa en las colonias Quinta Chapalita, Casa Redonda y la invasión Juan Pablo II. En el primero de los casos se observó un relleno de piedra para construcción sobre el mangle, que fue arrojado por dos camiones hace tres días, según vecinos del lugar.

El Código Penal Federal establece de 6 meses a 9 años de prisión a quien desmonte o destruya la vegetación natural o dañe un ejemplar de las especies de flora y fauna silvestre, además de la pena económica con la agravante de que el mangle está protegido por la normatividad ambiental federal.

Asimismo, señala que se impondrá pena de 2 a 10 años de prisión y de 300 a 3 mil días de multa a quien dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas o esteros, con base en la Ley General de Vida Silvestre que prohíbe la remoción, relleno, trasplante, poda o cualquier obra o actividad que afecte la integridad del flujo hidrológico del manglar.

A pesar de esto, en la calle Playa Rosarito de la colonia Casa Redonda se sigue rellenando con escombro y basura sobre el humedal de manglar, donde se construyen casas rústicas de palos, madera, láminas de cartón y plásticos.

Vecinos del lugar señalan que son zonas que durante la temporada de lluvias se inundan de agua del estero por las mareas y el volumen de agua de las lluvias, pero la gente no entiende y continúa rellenando para colocar sus casas en un nivel más alto.

En la Quinta Chapalita se destruye el mangle para rellenar y extender terrenos hacia el estero Urías.

Roberto “N”, quien trabaja nivelando uno de los terrenos cercanos a los rellenos, asegura que más van a durar construyendo las casas que en venirse abajo por falta de cimientos firmes, ya que la marea sube en temporadas de lluvia más alto que el nivel de los escombros que están poniendo y donde están edificando.

Se quejó de la basura que arrojan a los humedales, no sólo en la calle Rosarito, sino también por la San José del Cabo, Puerto Peñasco y Adolfo López Mateos, que colindan con las vías del tren y pegan al estero Urías.

Es un cochinero que arrojan todos los días a orillas del estero, y cuando llueve se los lleva la marea, están contaminando y nadie hace nada

Roberto “N”.

DENUNCIAS INTERPUESTAS Y DETENIDOS

La denuncia más reciente la presentó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en mayo de 2018, al detectar invasiones, rellenos “hormiga” y afectación de más de mil 100 metros cuadrados de manglar en siete predios del Estero de Urías, localizado en la colonia Casa Redonda, donde se encontró construcciones rústicas elaboradas con madera, lámina y tela, y un atracadero de embarcaciones menores.

Al no encontrar habitantes ni personas en esos predios, se procedió a interponer denuncia penal ante el Ministerio Público de la Federación, por la comisión de delitos ambientales, en contra de quien resulte responsable.

Inspectores de Profepa detectaron en la colonia Casa Redonda, en un callejón de la calle Playa Rosarito, la ampliación de un relleno sobre el humedal de manglar, con material de escombro, principalmente basura, cartón, madera y plástico, en una superficie de 300 metros cuadrados, así como la ocupación irregular de tres lotes, los cuales cuentan con construcciones rústicas elaboradas a base de madera y lámina.

En un comunicado dado a conocer por Profepa, el 13 de mayo del año pasado, se señala que continúa el avance de los rellenos para ganar terrenos al mar, lo cual afecta a la población de manglar existente en la zona visitada de la colonia Casa Redonda, representada principalmente por mangle negro o cenizo, con cortes de ejemplares de la especie Avicennia germinans.

Escobro arrojado sobre el estero Urías, en la colonia Quinta Chapalita

Asimismo, en ese mismo asentamiento, sobre la calle Rosarito, se detectó un relleno tipo “hormiga”, con material de escombro en una zona de manglar, sobre una superficie de 816 metros cuadrados.

Además de que en cuatro lotes, había construcciones rústicas elaboradas con madera, lámina y tela, uno de ellos tenía un atracadero de embarcaciones menores, con material de tierra y escombro; en uno de los lotes, se observó únicamente el relleno con escombro.

Se aclara en el boletín que conforme avanza el relleno, se han ido levantando construcciones que contribuyen a la desecación del humedal y a la pérdida de cobertura de la vegetación de manglar, con la consecuente eliminación paulatina del ecosistema de humedal y de especies protegidas por la legislación ambiental como lo son el mangle negro o cenizo y el mangle blanco, especies listadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, con categoría de amenazadas.

Cabe señalar que en los años 2014 y 2016, la Profepa presentó denuncias penales ante la entonces PGR por hechos similares y en la misma zona denunciada.

En los últimos cinco años, sólo se han detenido tres personas de manera casual. Dos de ellas, por tirar escombro en la colonia Casa Redonda en marzo de 2016, tras un reporte hecho por los ex regidores Esperanza Kazuga y Humberto Becerra, durante un recorrido por dicho sector urbano.

El otro detenido fue un empleado de una empresa que fabrica mármol, que fue sorprendido el 13 de julio de 2017, arrojando escombro con una retroexcavadora en el estero de Urías, en La Quinta Chapalita.

‘SE ECHAN LA BOLITA UNOS Y OTROS’

Integrantes del Consejo Ecológico de Mazatlán, entre ellos su presidente, Martín Alejandro Guerrero Ibarra, el vocero Sergio Valle y el expresidente del CEMAZ, Ángel García Contreras, han criticado en múltiples ocasiones al gobierno federal, estatal y municipal su actitud pasiva ante el crecimiento de la invasión de la avenida Juan Pablo II, sobre rellenos en el estero El Infiernillo.

Les sorprende que no haya denuncia en contra de los precaristas en lo que compete a la Ley de Protección Civil, por estar en zonas de alto riesgo de inundación, o por la normatividad ambiental federal, entre ellas la Ley General de Vida Silvestre que prohíbe el relleno que afecte al manglar.

La invasión que está antes de llegar al puente Juárez (en la avenida Juan Pablo II), todo lo hacen por intereses políticos los mismos gobiernos, porque están en una zona de alto riesgo, los dejaron que invadieran ahí y poblaran, y unos y otros se echan la bolita, que el gobierno estatal, el federal o el municipal, que son áreas federales, que no podemos meter las manos, y así se la llevan, todo redunda en los intereses de los que están en el poder

Guerrero Ibarra

Por su parte, Sergio Valle acusó a las administraciones pasadas de haber permitido la invasión del estero El Infiernillo y su ampliación.

no se podía permitir que los seres humanos habitaran zonas tan inundables como es el estero El Infiernillo, menos incentivar la ampliación de la invasión, y esa es una responsabilidad de las administraciones pasadas que permitieron y alentaron en función de la política electoral, del clientelismo político, poner en zozobra y atentar contra la naturaleza

Sergio Valle

Fernando “N” es originario de Puerto Madero, Chiapas, pero vive en Mazatlán desde hace seis años, él comenta que en todo ese tiempo pagó renta hasta que un pariente lo invitó hace un año y medio a sumarse a la invasión de la Juan Pablo II, a orillas del estero El Infiernillo.

Él al igual que otras 44 familias levantaron su casa con palos, madera, lámina de cartón, casi todo regalado, incluyendo el relleno, el cual, asegura, también fue obsequio de la misma gente que llegaba con escombro sacado de las casas y se los regalaba para nivelar sus terrenos de 5 metros de ancho por 15 metros de largo.

En ese pequeño terreno tiene su casa de madera y lámina, donde plantó árboles de plátano, guayaba, guanábana, cocos enanos y nopales.

Dice que han negociado con Jumapam y la CFE para obtener agua y luz con tomas colectivas, en espera de que muy pronto se regularicen sus terrenos.

Señala que lo único que les han pedido tanto Protección Civil como Semarnat es que no dañen los mangles ni sigan rellenando; sin embargo, pese al cuidado, hay gente que llega y tira el escombro.

Escombro arrojado a un costado del atracadero de la colonia Quinta Chapalita.

Y aunque hay rastros de escombro reciente, insiste: “Ya se les paró el alto a los que tiran el escombro, son particulares, es escombro que quitan de las casas”.

Don Fernando y otros dos vecinos del lugar aclararon que las últimas casas del lado del puente Juárez que se están desalojando, es porque Semarnat les indicó que es el paso del agua pluvial hacia el estero.

DAÑOS Y AFECTACIONES

Los humedales son un filtro natural del agua que ayuda al recargamiento de los mantos freáticos, además de ser refugio de gran variedad de fauna silvestre endémica y migratoria, y portador de gran cantidad de nutrientes para las aves, peces, reptiles y mamíferos.

La zona de mangle también actúa como barrera natural ante posibles inundaciones en temporada de lluvias, función que se ve afectada por los rellenos, los cuales provocan la disminución del flujo y reflujo del ecosistema, así como la disminución del vaso regulador de las aguas pluviales que ahí se depositan, y ponen en riesgo a la población que se encuentra en las áreas contiguas, en época de ciclones y huracanes.

Este es el caso de los vecinos de la calle Tres Palmas, de la colonia Quinta Chapalita, donde desde hace días se está rellenando con tierra sobre el mangle del estero Urías ,y que hace tres días, dos camiones tipo góndola vaciaron piedra de construcción, que obstruye el paso de agua pluvial hacia el estero.

Jorge “N” y otros vecinos señalaron que no sólo están obstruyendo el paso del agua, sino que también están cortando el mangle para rellenar el estero y ganarle terreno al mar.

Antier echaron ese escombro ahí, lo malo es que están tapando la calle, y la caída de agua, no va a poder salir el agua y se nos va a inundar; además están haciendo un tiradero de mangle y ya nos taparon la salida del agua, si llueve se nos va a inundar a nosotros, ya tienen días que están rellenando, pero esas piedras fueron antier, ese otro terreno ya estaba rellenado

Jorge "N".

DATOS

  • 1,100 metros cuadrados de manglar en siete predios del Estero de Urías fueron detectados con daños por la Profepa en el 2018.
  • 3 personas han sido detenidas por arrojar escombro y rellenar el estero Urías en los últimos 4 años.
  • De 6 meses a 9 años de prisión es el castigo para quien desmonte o destruya la vegetación natural.
  • De 1 a 9 años de prisión es la sanción para el que dañe algún ejemplar de las especies de flora o fauna silvestres, además de la pena económica, con la agravante de que el mangle está protegido por la normatividad ambiental federal.

¿QUÉ DICE LA LEY?

  • Queda prohibida la remoción, relleno, transplante, poda, o cualquier obra o actividad que afecte la integridad del flujo hidrológico del manglar.
  • Se hará acreedor de 2 a 10 años de prisión y de 300 a 3 mil días de multa, a quien ilícitamente dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas o esteros.

FUENTE: Código Penal Federal, artículo 420 Bis, fracción I. Ley General de Vida Silvestre.

Te puede interesar: Aplica Ecología de Mazatlán multas por ruido a negocios

MANGLE PROTEGIDO

  • La Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 mantiene como especies protegidas con categoría de amenazadas, al mangle negro o cenizo (Avicennia germinans) y el mangle blanco (Laguncularia racemosa) que se encuentran en los esteros de Urías y El Infiernillo.

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En un recorrido hecho por El Sol de Mazatlán, se constató que el relleno para ganar terrenos al mar y construir casas rústicas o, en algunos casos, de material, avanza en zonas del estero de Urías y El Infiernillo, pobladas por mangle blanco y negro o cenizo, especies incluidas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, con categoría de amenazadas.

No sólo se dañan los humedales, sino que además se obstruye el paso del agua, lo cual aumenta el riesgo de inundaciones en tiempos de lluvias en los asentamientos irregulares.

Rellenos sobre la calle Tres Palmas, de la colonia Quinta Chapalita, con tierra, escombro y piedra de construcción.

Esto se observa en las colonias Quinta Chapalita, Casa Redonda y la invasión Juan Pablo II. En el primero de los casos se observó un relleno de piedra para construcción sobre el mangle, que fue arrojado por dos camiones hace tres días, según vecinos del lugar.

El Código Penal Federal establece de 6 meses a 9 años de prisión a quien desmonte o destruya la vegetación natural o dañe un ejemplar de las especies de flora y fauna silvestre, además de la pena económica con la agravante de que el mangle está protegido por la normatividad ambiental federal.

Asimismo, señala que se impondrá pena de 2 a 10 años de prisión y de 300 a 3 mil días de multa a quien dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas o esteros, con base en la Ley General de Vida Silvestre que prohíbe la remoción, relleno, trasplante, poda o cualquier obra o actividad que afecte la integridad del flujo hidrológico del manglar.

A pesar de esto, en la calle Playa Rosarito de la colonia Casa Redonda se sigue rellenando con escombro y basura sobre el humedal de manglar, donde se construyen casas rústicas de palos, madera, láminas de cartón y plásticos.

Vecinos del lugar señalan que son zonas que durante la temporada de lluvias se inundan de agua del estero por las mareas y el volumen de agua de las lluvias, pero la gente no entiende y continúa rellenando para colocar sus casas en un nivel más alto.

En la Quinta Chapalita se destruye el mangle para rellenar y extender terrenos hacia el estero Urías.

Roberto “N”, quien trabaja nivelando uno de los terrenos cercanos a los rellenos, asegura que más van a durar construyendo las casas que en venirse abajo por falta de cimientos firmes, ya que la marea sube en temporadas de lluvia más alto que el nivel de los escombros que están poniendo y donde están edificando.

Se quejó de la basura que arrojan a los humedales, no sólo en la calle Rosarito, sino también por la San José del Cabo, Puerto Peñasco y Adolfo López Mateos, que colindan con las vías del tren y pegan al estero Urías.

Es un cochinero que arrojan todos los días a orillas del estero, y cuando llueve se los lleva la marea, están contaminando y nadie hace nada

Roberto “N”.

DENUNCIAS INTERPUESTAS Y DETENIDOS

La denuncia más reciente la presentó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en mayo de 2018, al detectar invasiones, rellenos “hormiga” y afectación de más de mil 100 metros cuadrados de manglar en siete predios del Estero de Urías, localizado en la colonia Casa Redonda, donde se encontró construcciones rústicas elaboradas con madera, lámina y tela, y un atracadero de embarcaciones menores.

Al no encontrar habitantes ni personas en esos predios, se procedió a interponer denuncia penal ante el Ministerio Público de la Federación, por la comisión de delitos ambientales, en contra de quien resulte responsable.

Inspectores de Profepa detectaron en la colonia Casa Redonda, en un callejón de la calle Playa Rosarito, la ampliación de un relleno sobre el humedal de manglar, con material de escombro, principalmente basura, cartón, madera y plástico, en una superficie de 300 metros cuadrados, así como la ocupación irregular de tres lotes, los cuales cuentan con construcciones rústicas elaboradas a base de madera y lámina.

En un comunicado dado a conocer por Profepa, el 13 de mayo del año pasado, se señala que continúa el avance de los rellenos para ganar terrenos al mar, lo cual afecta a la población de manglar existente en la zona visitada de la colonia Casa Redonda, representada principalmente por mangle negro o cenizo, con cortes de ejemplares de la especie Avicennia germinans.

Escobro arrojado sobre el estero Urías, en la colonia Quinta Chapalita

Asimismo, en ese mismo asentamiento, sobre la calle Rosarito, se detectó un relleno tipo “hormiga”, con material de escombro en una zona de manglar, sobre una superficie de 816 metros cuadrados.

Además de que en cuatro lotes, había construcciones rústicas elaboradas con madera, lámina y tela, uno de ellos tenía un atracadero de embarcaciones menores, con material de tierra y escombro; en uno de los lotes, se observó únicamente el relleno con escombro.

Se aclara en el boletín que conforme avanza el relleno, se han ido levantando construcciones que contribuyen a la desecación del humedal y a la pérdida de cobertura de la vegetación de manglar, con la consecuente eliminación paulatina del ecosistema de humedal y de especies protegidas por la legislación ambiental como lo son el mangle negro o cenizo y el mangle blanco, especies listadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, con categoría de amenazadas.

Cabe señalar que en los años 2014 y 2016, la Profepa presentó denuncias penales ante la entonces PGR por hechos similares y en la misma zona denunciada.

En los últimos cinco años, sólo se han detenido tres personas de manera casual. Dos de ellas, por tirar escombro en la colonia Casa Redonda en marzo de 2016, tras un reporte hecho por los ex regidores Esperanza Kazuga y Humberto Becerra, durante un recorrido por dicho sector urbano.

El otro detenido fue un empleado de una empresa que fabrica mármol, que fue sorprendido el 13 de julio de 2017, arrojando escombro con una retroexcavadora en el estero de Urías, en La Quinta Chapalita.

‘SE ECHAN LA BOLITA UNOS Y OTROS’

Integrantes del Consejo Ecológico de Mazatlán, entre ellos su presidente, Martín Alejandro Guerrero Ibarra, el vocero Sergio Valle y el expresidente del CEMAZ, Ángel García Contreras, han criticado en múltiples ocasiones al gobierno federal, estatal y municipal su actitud pasiva ante el crecimiento de la invasión de la avenida Juan Pablo II, sobre rellenos en el estero El Infiernillo.

Les sorprende que no haya denuncia en contra de los precaristas en lo que compete a la Ley de Protección Civil, por estar en zonas de alto riesgo de inundación, o por la normatividad ambiental federal, entre ellas la Ley General de Vida Silvestre que prohíbe el relleno que afecte al manglar.

La invasión que está antes de llegar al puente Juárez (en la avenida Juan Pablo II), todo lo hacen por intereses políticos los mismos gobiernos, porque están en una zona de alto riesgo, los dejaron que invadieran ahí y poblaran, y unos y otros se echan la bolita, que el gobierno estatal, el federal o el municipal, que son áreas federales, que no podemos meter las manos, y así se la llevan, todo redunda en los intereses de los que están en el poder

Guerrero Ibarra

Por su parte, Sergio Valle acusó a las administraciones pasadas de haber permitido la invasión del estero El Infiernillo y su ampliación.

no se podía permitir que los seres humanos habitaran zonas tan inundables como es el estero El Infiernillo, menos incentivar la ampliación de la invasión, y esa es una responsabilidad de las administraciones pasadas que permitieron y alentaron en función de la política electoral, del clientelismo político, poner en zozobra y atentar contra la naturaleza

Sergio Valle

Fernando “N” es originario de Puerto Madero, Chiapas, pero vive en Mazatlán desde hace seis años, él comenta que en todo ese tiempo pagó renta hasta que un pariente lo invitó hace un año y medio a sumarse a la invasión de la Juan Pablo II, a orillas del estero El Infiernillo.

Él al igual que otras 44 familias levantaron su casa con palos, madera, lámina de cartón, casi todo regalado, incluyendo el relleno, el cual, asegura, también fue obsequio de la misma gente que llegaba con escombro sacado de las casas y se los regalaba para nivelar sus terrenos de 5 metros de ancho por 15 metros de largo.

En ese pequeño terreno tiene su casa de madera y lámina, donde plantó árboles de plátano, guayaba, guanábana, cocos enanos y nopales.

Dice que han negociado con Jumapam y la CFE para obtener agua y luz con tomas colectivas, en espera de que muy pronto se regularicen sus terrenos.

Señala que lo único que les han pedido tanto Protección Civil como Semarnat es que no dañen los mangles ni sigan rellenando; sin embargo, pese al cuidado, hay gente que llega y tira el escombro.

Escombro arrojado a un costado del atracadero de la colonia Quinta Chapalita.

Y aunque hay rastros de escombro reciente, insiste: “Ya se les paró el alto a los que tiran el escombro, son particulares, es escombro que quitan de las casas”.

Don Fernando y otros dos vecinos del lugar aclararon que las últimas casas del lado del puente Juárez que se están desalojando, es porque Semarnat les indicó que es el paso del agua pluvial hacia el estero.

DAÑOS Y AFECTACIONES

Los humedales son un filtro natural del agua que ayuda al recargamiento de los mantos freáticos, además de ser refugio de gran variedad de fauna silvestre endémica y migratoria, y portador de gran cantidad de nutrientes para las aves, peces, reptiles y mamíferos.

La zona de mangle también actúa como barrera natural ante posibles inundaciones en temporada de lluvias, función que se ve afectada por los rellenos, los cuales provocan la disminución del flujo y reflujo del ecosistema, así como la disminución del vaso regulador de las aguas pluviales que ahí se depositan, y ponen en riesgo a la población que se encuentra en las áreas contiguas, en época de ciclones y huracanes.

Este es el caso de los vecinos de la calle Tres Palmas, de la colonia Quinta Chapalita, donde desde hace días se está rellenando con tierra sobre el mangle del estero Urías ,y que hace tres días, dos camiones tipo góndola vaciaron piedra de construcción, que obstruye el paso de agua pluvial hacia el estero.

Jorge “N” y otros vecinos señalaron que no sólo están obstruyendo el paso del agua, sino que también están cortando el mangle para rellenar el estero y ganarle terreno al mar.

Antier echaron ese escombro ahí, lo malo es que están tapando la calle, y la caída de agua, no va a poder salir el agua y se nos va a inundar; además están haciendo un tiradero de mangle y ya nos taparon la salida del agua, si llueve se nos va a inundar a nosotros, ya tienen días que están rellenando, pero esas piedras fueron antier, ese otro terreno ya estaba rellenado

Jorge "N".

DATOS

  • 1,100 metros cuadrados de manglar en siete predios del Estero de Urías fueron detectados con daños por la Profepa en el 2018.
  • 3 personas han sido detenidas por arrojar escombro y rellenar el estero Urías en los últimos 4 años.
  • De 6 meses a 9 años de prisión es el castigo para quien desmonte o destruya la vegetación natural.
  • De 1 a 9 años de prisión es la sanción para el que dañe algún ejemplar de las especies de flora o fauna silvestres, además de la pena económica, con la agravante de que el mangle está protegido por la normatividad ambiental federal.

¿QUÉ DICE LA LEY?

  • Queda prohibida la remoción, relleno, transplante, poda, o cualquier obra o actividad que afecte la integridad del flujo hidrológico del manglar.
  • Se hará acreedor de 2 a 10 años de prisión y de 300 a 3 mil días de multa, a quien ilícitamente dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas o esteros.

FUENTE: Código Penal Federal, artículo 420 Bis, fracción I. Ley General de Vida Silvestre.

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MANGLE PROTEGIDO

  • La Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 mantiene como especies protegidas con categoría de amenazadas, al mangle negro o cenizo (Avicennia germinans) y el mangle blanco (Laguncularia racemosa) que se encuentran en los esteros de Urías y El Infiernillo.

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