Faustino Hernández Álvarez fue diputado por el PRI hace dos periodos legislativos y luego brincó a querer ser alcalde de Culiacán por las mismas siglas en 2021, pero fue cuando Jesús Estrada Ferreiro logró retener la reelección.
En ese año le tocó ser como fueron privados de la libertad parte de sus operadores políticos, perdió con poco más de 20 mil votos ante Estrada. El operativo político-criminal funcionó y Faustino mejor no dijo nada. Nadie quería problemas.
Desde entonces Faustino se refugió en la Unión Regional Ganadera y fue hasta en las vísperas de las campañas de este 2024 cuando se le vio cerca de Morena. Fue uno de los que reinició al PRI para ver si el partido oficial le perdonaba sus pecados y le obsequiaba una candidatura, como Jesús Valdés Palazuelos y como Ricardo Madrid, quienes fueron compensados con sus candidaturas por la vía del Verde Ecologista.
Sin embargo, a Faustino se le vio operando sobre todo en la región de Elota y el sur del municipio de Culiacán a favor de los candidatos de Morena de esa zona, reeditó si viejo eslogan de "al millón y pasadito", por cierto una frase del argot callejero en Sinaloa proveniente de la narcocultura.
En fin. Faustino Hernández ya era un hombre exitoso por sus negocios personales, no tanto por la política, ya que en ésta no había escalado tanto en puestos de alto nivel.
Este lunes, en medio de la pugna entre las facciones del cártel de Sinaloa, fue asesinado junto con Jesús Palazuelos, trabajador del Ayuntamiento de Culiacán y al parecer colaborador de Hernández. Hasta el momento no hay mayores datos del homicidio, tampoco serían válidas las especulaciones, pero sí que la Fiscalía General del Estado, con doña Zulema Sánchez Kondo, está petrificada y desdoblada, seguramente no esclarecerán los dos asesinatos.
Faustino es el segundo político asesinado en Sinaloa. Héctor Milesio Cuén Ojeda fue el primero. A pesar del anuncio del gobernador Rubén Rocha Moya de que instalarán puntos permanentes militares en las carreteras de Culiacán a Mazatlán, lo cierto es que no se podrá saber, hasta que sea una realidad, si el operativo funcionará. Ese corredor parece clave en el conflicto de la organización criminal fracturada.
Feliciano, premio a la estulticia
Por fin, el gobernador Rubén Rocha Moya anunció que es Feliciano Castro Meléndrez quien se quedará en la Secretaría General de Gobierno en sustitución de Enrique Inzunza Cázarez, quien anda en el Senado de la República.
Con esto se cumple lo que ya se sabía, que Feliciano sería puesto como el segundo de abordo del gobernador una vez que Inzunza se marchara, aunque para Enrique quizá no le sea del agrado el nombramiento, ya que no son de los mejores amigos.
Aunque Feliciano Castro demostró desde la Junta de Coordinación Política ser leal hasta la ignominia, no deja de ser su nuevo nombramiento un premio a la estulticia, ya que todos los pleitos que encabezó contra la UAS los perdió: perdió el litigio de la Ley de Educación Pública de Sinaloa, (de hecho se desistió al verse perdido por los amparos), pero como recompensa al gobernador, sacó contra viento y marea la nueva Ley Orgánica de la UAS, que pretenden estrenarla el próximo año.
Ahora, desde la Secretaría General de Gobierno, Castro Meléndrez se enfrentará a revisar el tema de la UAS, los juicios que mantiene sus dirigentes presunta corrupción ante el Poder Judicial local, aunque ya ha demostrado Feliciano que no funciona como abogado, pues como sociólogo quizá sea buen astronauta.
En fin. La cosa seguirá trabada un rato más.
La nueva legislatura
El nuevo Congreso estrenará pronto su mayoría absoluta y todo parece indicar que será solo una continuación de la anterior. Le tocará a Tere Guerra Ochoa, como líder de la bancada mayoritaria y la que decide todo en el Poder Legislativo, cómo sacará el tema de la UAS, que es importante sacarlo, pero bajo criterios legislativos mucho mejor, y no con las marranadas que hizo Feliciano. Pues a la UAS le urgen cambios, de eso no hay duda, empezando por la transparencia.