/ jueves 16 de abril de 2020

Vacunas COVID-19


“Esta es nuestra oportunidad, este es el más notable de todos mis descubrimientos, lo que he hallado es una vacuna mucho más segura, mucho más científica que la de la viruela, enfermedad de la que nadie ha visto el microbio. Vamos a aplicar también este procedimiento al carbunco, a todas las enfermedades

infecciosas. ¡Salvaremos muchas vidas!” (Luis Pasteur - Libro Cazadores de microbios - Paul De Kruif).

La pandemia de COVID-19 ha causado más de 130 000 muertes y hay más de dos millones de casos confirmados. Investigadores de Harvard estiman que los esfuerzos por mantener el distanciamiento social pueden desplazar la mayor carga epidémica para otoño y esto aumentaría la sobrecarga de los recursos de cuidados críticos en invierno. Se volverá un virus estacional y con alta transmisión en temporadas de frio. También proyectan que habrá brotes durante el invierno después de la etapa más grave. Estiman que probablemente sea necesario un distanciamiento social prolongado o en periodos intermitentes en 2022. Para reducir la necesidad del distanciamiento es necesario el desarrollo de nuevas terapias aunado a las vacunas.

La administración de una vacuna ofrece a las personas un proceso de inmunización; mediante el cual se vuelve resistente a una enfermedad infecciosa. Esta herramienta controla y elimina enfermedades infecciosas que amenazan la vida y se estima que salva a más de dos millones de personas al año. Con las vacunas se erradicó viruela y actualmente protegen contra más de 25 enfermedades tales como el sarampión, la poliomielitis, el tétanos, la difteria, la meningitis, la gripe, el tétanos, la fiebre tifoidea y el cáncer cervical.

El camino tradicional para el desarrollo de una vacuna tarda diez años en promedio y en algunos casos acelerados como en ébola duró cinco. Se ha realizado un esfuerzo internacional sin precedentes y podríamos tener una vacuna disponible para enero de 2021.

Hasta el momento se tienen 115 vacunas candidatas, de las que se conoce el estado de desarrollo de 37 y 78 están confirmadas como activas. Estas vacunas están hechas con virus inactivos, vectores virales no replicativos, vectores virales replicativos, proteínas recombinantes, péptidos, partículas similares a los virus, ADN, ARN y de algunas se desconoce. Muchas de las plataformas utilizadas actualmente no están autorizadas, pero se tiene referencia de su aplicación en el campo de la oncología. Se encuentran 73 prospectos a vacuna en fases preclínica o exploratoria y se tiene planes para iniciar pruebas en humanos en 2020. Existen al menos cinco vacunas muy prometedoras que están en fase clínica

incluidos mRNA-1273, Ad5-nCoV, INO-4800, LV-SMENP-DC y aAPC específico de patógeno.

Por ahora pensamos en invertir en respiradores y muchas empresas que desarrollan vacunas candidatas requieren un financiamiento global de al menos 2 mil millones de dólares; algunos gobiernos han aportado 690. Además se calcula que para desarrollar y distribuir una vacuna exitosa se necesitan mil millones de dólares. Una vez que se produzca la vacuna habrá que evitar que sean de acceso exclusivo para los países que las producen o patrocinan y se deberá garantizar su distribución de manera masiva y equitativa.

Es posible que una gran parte del mundo esté infectada de COVID para cuando se tenga una vacuna disponible y aumentarán los desafíos a los gobiernos y lideres mundiales. Los gobiernos aún no terminan de dirimir como repartir recursos para atender a pacientes y requieren presupuestos y una empresa fabricante de respiradores fue clausurada por no querer venderlos a México. Se deben promulgar leyes para obligar a los fabricantes a vender al país y acordar como distribuirlo. Probablemente se debe considerar en códigos de ética para definir quienes y cómo se van a inmunizar primero. La OMS ha hecho intentos para intervenir para asegurar que las vacunas se repartan de manera equitativa contemplada en el Marco de preparación para la influenza Pandémica.

“No les eviten a sus hijos las dificultades de la vida, enséñenles más bien a superarlas” (Louis Pasteur 1822-1895)


“Esta es nuestra oportunidad, este es el más notable de todos mis descubrimientos, lo que he hallado es una vacuna mucho más segura, mucho más científica que la de la viruela, enfermedad de la que nadie ha visto el microbio. Vamos a aplicar también este procedimiento al carbunco, a todas las enfermedades

infecciosas. ¡Salvaremos muchas vidas!” (Luis Pasteur - Libro Cazadores de microbios - Paul De Kruif).

La pandemia de COVID-19 ha causado más de 130 000 muertes y hay más de dos millones de casos confirmados. Investigadores de Harvard estiman que los esfuerzos por mantener el distanciamiento social pueden desplazar la mayor carga epidémica para otoño y esto aumentaría la sobrecarga de los recursos de cuidados críticos en invierno. Se volverá un virus estacional y con alta transmisión en temporadas de frio. También proyectan que habrá brotes durante el invierno después de la etapa más grave. Estiman que probablemente sea necesario un distanciamiento social prolongado o en periodos intermitentes en 2022. Para reducir la necesidad del distanciamiento es necesario el desarrollo de nuevas terapias aunado a las vacunas.

La administración de una vacuna ofrece a las personas un proceso de inmunización; mediante el cual se vuelve resistente a una enfermedad infecciosa. Esta herramienta controla y elimina enfermedades infecciosas que amenazan la vida y se estima que salva a más de dos millones de personas al año. Con las vacunas se erradicó viruela y actualmente protegen contra más de 25 enfermedades tales como el sarampión, la poliomielitis, el tétanos, la difteria, la meningitis, la gripe, el tétanos, la fiebre tifoidea y el cáncer cervical.

El camino tradicional para el desarrollo de una vacuna tarda diez años en promedio y en algunos casos acelerados como en ébola duró cinco. Se ha realizado un esfuerzo internacional sin precedentes y podríamos tener una vacuna disponible para enero de 2021.

Hasta el momento se tienen 115 vacunas candidatas, de las que se conoce el estado de desarrollo de 37 y 78 están confirmadas como activas. Estas vacunas están hechas con virus inactivos, vectores virales no replicativos, vectores virales replicativos, proteínas recombinantes, péptidos, partículas similares a los virus, ADN, ARN y de algunas se desconoce. Muchas de las plataformas utilizadas actualmente no están autorizadas, pero se tiene referencia de su aplicación en el campo de la oncología. Se encuentran 73 prospectos a vacuna en fases preclínica o exploratoria y se tiene planes para iniciar pruebas en humanos en 2020. Existen al menos cinco vacunas muy prometedoras que están en fase clínica

incluidos mRNA-1273, Ad5-nCoV, INO-4800, LV-SMENP-DC y aAPC específico de patógeno.

Por ahora pensamos en invertir en respiradores y muchas empresas que desarrollan vacunas candidatas requieren un financiamiento global de al menos 2 mil millones de dólares; algunos gobiernos han aportado 690. Además se calcula que para desarrollar y distribuir una vacuna exitosa se necesitan mil millones de dólares. Una vez que se produzca la vacuna habrá que evitar que sean de acceso exclusivo para los países que las producen o patrocinan y se deberá garantizar su distribución de manera masiva y equitativa.

Es posible que una gran parte del mundo esté infectada de COVID para cuando se tenga una vacuna disponible y aumentarán los desafíos a los gobiernos y lideres mundiales. Los gobiernos aún no terminan de dirimir como repartir recursos para atender a pacientes y requieren presupuestos y una empresa fabricante de respiradores fue clausurada por no querer venderlos a México. Se deben promulgar leyes para obligar a los fabricantes a vender al país y acordar como distribuirlo. Probablemente se debe considerar en códigos de ética para definir quienes y cómo se van a inmunizar primero. La OMS ha hecho intentos para intervenir para asegurar que las vacunas se repartan de manera equitativa contemplada en el Marco de preparación para la influenza Pandémica.

“No les eviten a sus hijos las dificultades de la vida, enséñenles más bien a superarlas” (Louis Pasteur 1822-1895)