/ jueves 9 de mayo de 2019

Suntuas académicos, en “pie de guerra”

En la Universidad Autónoma de Sinaloa, la Sección Académicos del Sindicato Único de Trabajadores Universitarios alineó su columna porque desde afuera, desde hace días, les suenan “tambores de guerra”. Su dirigente, José Carlos Aceves Tamayo anunció que se defenderán de una embestida electoral que nada tiene que ver con lo educativo. Lo que viene encima, entraña, más bien, una flagrante violación a la autonomía.

Profundiza que se trata de una ofensiva que va por el control político, al verse a leguas, que la impulsan personajes, parte de un partido en el poder en el país. Y pequeños grupos que dicen preocuparse por la institución, que cuando estuvieron al frente de ésta, la despeñaron hacia las profundidades de los peores momentos. Los más oscuros.

En los que rompieron con la sociedad y los empresarios, que los rechazaban en la calle y cuando acudían como profesionistas a buscar empleos.

El secretario general, se basa que en una revisión de las tres iniciativas que se presentaron ante el Congreso del Estado para alterar la Ley Orgánica de la UAS, no hay nada que plantee el mejoramiento de la enseñanza. La acción se limita al exclusivo nombramiento de las autoridades escolares.

La promueven quienes carecen de calidad moral, entre rescindidos laborales, jubilados o gente ajena que no tienen representatividad, como la de más de 166 mil estudiantes y más de 17 mil trabajadores.

Razona que lo que funciona bien, no tiene por qué cambiarse y enumera que mientras que a nivel nacional el porcentaje de cobertura es del 37 por ciento, en nuestra máxima casa de estudios, es del 96.

Luego remata con ejemplos claros: la Universidad Nacional Autónoma de México acepta solo a ocho de cada cien prospectos a cursar el bachillerato o carreras. La Universidad de Guadalajara, a 36 de cada centenar. El resto se queda en la calle.

Pondera que en la UAS hay un compromiso con la juventud que encuentra un cobijo impresionante y positivo, no solo por el simple hecho de darle cabida, sino por la excelencia, la pertenencia, el desarrollo, la tecnología y la investigación de calidad en la que se desenvuelven.

Asimismo el líder del SUNTUAS-académicos apela que es tan alta aquí la oferta educativa que puede escoger cada quien el área que desee y profesionalizarse. Y de internacionalizarse a través de la vinculación, la difusión y el desarrollo de la ciencia para contribuir a lograr mejores circunstancias en el país.

Hay un crecimiento de programas de estudios, de calidad educativa y de infraestructura que se registró en los últimos años. Abre un compás de espera para advertir –José Carlos Aceves Tamayo-, que sin embargo, hay preocupación colectiva.

No es casualidad, que primero, redujeron allá arriba los presupuestos para las instituciones de este tipo. Y segundo, por un aparente error, anularon de golpe y porrazo lo que tiene que ver con la fracción siete constitucional, relativo a todo sobre la autonomía universitaria. Hasta los dos meses, salieron a corregir.

Además de este estado, ya lo hicieron en Baja california y Veracruz, donde las cámaras legislativas cuentan con mayoría morenista. Esto es lo sospechoso.

El titular del gremio sindical docente, espera que mediante el diálogo se respete lo que dice la Carta Magna, pero si no se puede o no se quiere, están listos a la defensa de cualquier agresión, en aras de conservar lo que tanto trabajo les tocó construir. Como sea necesario.

Ya la diputada del PAS Angélica Díaz de Cuén, fiel a su origen universitario, en otro flanco, lanzó el primer grito de guerra.


En la Universidad Autónoma de Sinaloa, la Sección Académicos del Sindicato Único de Trabajadores Universitarios alineó su columna porque desde afuera, desde hace días, les suenan “tambores de guerra”. Su dirigente, José Carlos Aceves Tamayo anunció que se defenderán de una embestida electoral que nada tiene que ver con lo educativo. Lo que viene encima, entraña, más bien, una flagrante violación a la autonomía.

Profundiza que se trata de una ofensiva que va por el control político, al verse a leguas, que la impulsan personajes, parte de un partido en el poder en el país. Y pequeños grupos que dicen preocuparse por la institución, que cuando estuvieron al frente de ésta, la despeñaron hacia las profundidades de los peores momentos. Los más oscuros.

En los que rompieron con la sociedad y los empresarios, que los rechazaban en la calle y cuando acudían como profesionistas a buscar empleos.

El secretario general, se basa que en una revisión de las tres iniciativas que se presentaron ante el Congreso del Estado para alterar la Ley Orgánica de la UAS, no hay nada que plantee el mejoramiento de la enseñanza. La acción se limita al exclusivo nombramiento de las autoridades escolares.

La promueven quienes carecen de calidad moral, entre rescindidos laborales, jubilados o gente ajena que no tienen representatividad, como la de más de 166 mil estudiantes y más de 17 mil trabajadores.

Razona que lo que funciona bien, no tiene por qué cambiarse y enumera que mientras que a nivel nacional el porcentaje de cobertura es del 37 por ciento, en nuestra máxima casa de estudios, es del 96.

Luego remata con ejemplos claros: la Universidad Nacional Autónoma de México acepta solo a ocho de cada cien prospectos a cursar el bachillerato o carreras. La Universidad de Guadalajara, a 36 de cada centenar. El resto se queda en la calle.

Pondera que en la UAS hay un compromiso con la juventud que encuentra un cobijo impresionante y positivo, no solo por el simple hecho de darle cabida, sino por la excelencia, la pertenencia, el desarrollo, la tecnología y la investigación de calidad en la que se desenvuelven.

Asimismo el líder del SUNTUAS-académicos apela que es tan alta aquí la oferta educativa que puede escoger cada quien el área que desee y profesionalizarse. Y de internacionalizarse a través de la vinculación, la difusión y el desarrollo de la ciencia para contribuir a lograr mejores circunstancias en el país.

Hay un crecimiento de programas de estudios, de calidad educativa y de infraestructura que se registró en los últimos años. Abre un compás de espera para advertir –José Carlos Aceves Tamayo-, que sin embargo, hay preocupación colectiva.

No es casualidad, que primero, redujeron allá arriba los presupuestos para las instituciones de este tipo. Y segundo, por un aparente error, anularon de golpe y porrazo lo que tiene que ver con la fracción siete constitucional, relativo a todo sobre la autonomía universitaria. Hasta los dos meses, salieron a corregir.

Además de este estado, ya lo hicieron en Baja california y Veracruz, donde las cámaras legislativas cuentan con mayoría morenista. Esto es lo sospechoso.

El titular del gremio sindical docente, espera que mediante el diálogo se respete lo que dice la Carta Magna, pero si no se puede o no se quiere, están listos a la defensa de cualquier agresión, en aras de conservar lo que tanto trabajo les tocó construir. Como sea necesario.

Ya la diputada del PAS Angélica Díaz de Cuén, fiel a su origen universitario, en otro flanco, lanzó el primer grito de guerra.