/ lunes 20 de noviembre de 2023

Sofismas de ocasión | Matar a un Magistrade

Las redes sociales explotaron al conocer de la muerte de Jesús Ociel Baena conocido en el ciberespacio como el “Magistrade”. Ociel Baena saltó a la fama nacional, a pesar de ser un funcionario local en el estado de Aguascalientes, al promover decisiones jurídicas afirmativas en favor de la comunidad LGBTQ+ y, al mismo tiempo, realizar una tarea de difusión de las mismas en diferentes plataformas de redes sociales. El Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes le otorgó el título oficial de Magistrade del Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes con el cargo de Secretarie General de Acuerdos y se convirtió en la primera persona en conseguir un pasaporte no binario de parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

En pocas palabras, el Magistrade se convirtió en un líder muy querido en la comunidad LGBTQ+. Desgraciadamente, la muerte de Jesús Ociel trajo consigo un motivo más para el desencuentro y confrontación nacional. El Magistrade fue encontrado muerto en su casa junto a su pareja. La fiscalía del estado de Aguascalientes de manera preliminar emitió el comunicado que la muerte se debió a un asesinato y un juicio. De acuerdo a las primeras investigaciones, la pareja de Ociel lo asesinó para después suicidarse. Las cámaras de seguridad no captaron a terceras personas ingresando al domicilio (así lo publicaron fuentes de la fiscalía). Los resultados de las investigaciones no dejaron satisfechos a integrantes de la comunidad LGBTQ+. El resultado fue protestas y marchas en muchas ciudades del país.

“Matar a un ruiseñor" es una novela escrita por Harper Lee y publicada en 1960. La historia está ambientada en la década de 1930. La trama se centra en el juicio de Tom Robinson, un hombre negro acusado de violar a Mayella Ewell, una mujer blanca. Atticus Finch, el padre de Scout y Jem, es un abogado que defiende a Robinson, a pesar de la fuerte oposición de la comunidad y las tensiones raciales prevalentes en la época. La novela aborda temas como el racismo, la injusticia, la moralidad y la comprensión. A través de los personajes y eventos, Harper Lee explora la naturaleza humana y critica las actitudes racistas arraigadas en la sociedad sureña de Estados Unidos en esa época.

En la obra, Atticus Finch , explica a sus hijos que "matar a un ruiseñor" es un pecado. En el contexto de la novela, los ruiseñores son vistos como criaturas puras e inocentes. Atticus utiliza la metáfora para transmitir la idea de que hacer daño a alguien inofensivo y sin malicia es moralmente incorrecto. Para muchos, el Magistrade representa a un ruiseñor. Su muerte es una tragedia moral para la sociedad. Jesús Ociel, seguramente estaba lleno de defectos como ser humano, pero lo que murió el día de su asesinato fue El Magistrade: la idea del personaje representaba algo más que al ser humano imperfecto.

Tras la muerte del Magistrade, la primera polémica desatada, antes que los motivos y circunstancias propias de su muerte, fue la propia definición del personaje: Magistrade. Para muchos el término en sí mismo era una aberración; para otros era un derecho irrenunciable a la identidad personal. Si bien, la posición de Magistrade no está considerado en la Constitución Federal o local (para el estado de Aguascalientes), el propio Tribunal Electoral de Aguascalientes decidió entregar el nombramiento de Magistrade. En lo personal considero a la polémica como absurda. Las personas de nombre José se les dice Pepe. José y Pepe son dos maneras diferentes para referirse a una misma persona. Ambas definiciones pueden existir de manera simultanea sin estar reñidas. José para los escenarios de formalidad y Pepe como una forma de identificación colectiva. No hay conflicto en la forma de identificarse.

La verdadera polémica de la muerte del Magistrade proviene de su muerte en sí misma. La comunidad LGBTQ+ pide que Jesús Ociel sea tratado como ruiseñor. Ante sus ojos, la muerte del personaje no puede quedar manchado en el barro de los estereotipos de los crímenes pasionales. Para la comunidad, la muerte del Magistrade está envuelto en el odio a su comunidad. No lo perciben de otra manera; por otro lado, los malquerientes de los movimientos por la diversidad creen a pie juntillas los argumentos de la fiscalía. Para los adversarios de la comunidad, el Magistrade era todo menos un ruiseñor. Su muerte lo humaniza y lo regresa al estereotipo de las muertes violentas entre miembros de la comunidad.

La verdad de la muerte del Magistrade no existe más. Cada bando creerá lo que mejor sirva a sus intereses. Jesús Ociel murió y su muerte servirá como bandera para polarizar aún más al país. No creo que eso estuviera en sus últimos deseos.

¿Usted qué opina, amable lector? ¿Murió un ruiseñor o una persona más?

Las redes sociales explotaron al conocer de la muerte de Jesús Ociel Baena conocido en el ciberespacio como el “Magistrade”. Ociel Baena saltó a la fama nacional, a pesar de ser un funcionario local en el estado de Aguascalientes, al promover decisiones jurídicas afirmativas en favor de la comunidad LGBTQ+ y, al mismo tiempo, realizar una tarea de difusión de las mismas en diferentes plataformas de redes sociales. El Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes le otorgó el título oficial de Magistrade del Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes con el cargo de Secretarie General de Acuerdos y se convirtió en la primera persona en conseguir un pasaporte no binario de parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

En pocas palabras, el Magistrade se convirtió en un líder muy querido en la comunidad LGBTQ+. Desgraciadamente, la muerte de Jesús Ociel trajo consigo un motivo más para el desencuentro y confrontación nacional. El Magistrade fue encontrado muerto en su casa junto a su pareja. La fiscalía del estado de Aguascalientes de manera preliminar emitió el comunicado que la muerte se debió a un asesinato y un juicio. De acuerdo a las primeras investigaciones, la pareja de Ociel lo asesinó para después suicidarse. Las cámaras de seguridad no captaron a terceras personas ingresando al domicilio (así lo publicaron fuentes de la fiscalía). Los resultados de las investigaciones no dejaron satisfechos a integrantes de la comunidad LGBTQ+. El resultado fue protestas y marchas en muchas ciudades del país.

“Matar a un ruiseñor" es una novela escrita por Harper Lee y publicada en 1960. La historia está ambientada en la década de 1930. La trama se centra en el juicio de Tom Robinson, un hombre negro acusado de violar a Mayella Ewell, una mujer blanca. Atticus Finch, el padre de Scout y Jem, es un abogado que defiende a Robinson, a pesar de la fuerte oposición de la comunidad y las tensiones raciales prevalentes en la época. La novela aborda temas como el racismo, la injusticia, la moralidad y la comprensión. A través de los personajes y eventos, Harper Lee explora la naturaleza humana y critica las actitudes racistas arraigadas en la sociedad sureña de Estados Unidos en esa época.

En la obra, Atticus Finch , explica a sus hijos que "matar a un ruiseñor" es un pecado. En el contexto de la novela, los ruiseñores son vistos como criaturas puras e inocentes. Atticus utiliza la metáfora para transmitir la idea de que hacer daño a alguien inofensivo y sin malicia es moralmente incorrecto. Para muchos, el Magistrade representa a un ruiseñor. Su muerte es una tragedia moral para la sociedad. Jesús Ociel, seguramente estaba lleno de defectos como ser humano, pero lo que murió el día de su asesinato fue El Magistrade: la idea del personaje representaba algo más que al ser humano imperfecto.

Tras la muerte del Magistrade, la primera polémica desatada, antes que los motivos y circunstancias propias de su muerte, fue la propia definición del personaje: Magistrade. Para muchos el término en sí mismo era una aberración; para otros era un derecho irrenunciable a la identidad personal. Si bien, la posición de Magistrade no está considerado en la Constitución Federal o local (para el estado de Aguascalientes), el propio Tribunal Electoral de Aguascalientes decidió entregar el nombramiento de Magistrade. En lo personal considero a la polémica como absurda. Las personas de nombre José se les dice Pepe. José y Pepe son dos maneras diferentes para referirse a una misma persona. Ambas definiciones pueden existir de manera simultanea sin estar reñidas. José para los escenarios de formalidad y Pepe como una forma de identificación colectiva. No hay conflicto en la forma de identificarse.

La verdadera polémica de la muerte del Magistrade proviene de su muerte en sí misma. La comunidad LGBTQ+ pide que Jesús Ociel sea tratado como ruiseñor. Ante sus ojos, la muerte del personaje no puede quedar manchado en el barro de los estereotipos de los crímenes pasionales. Para la comunidad, la muerte del Magistrade está envuelto en el odio a su comunidad. No lo perciben de otra manera; por otro lado, los malquerientes de los movimientos por la diversidad creen a pie juntillas los argumentos de la fiscalía. Para los adversarios de la comunidad, el Magistrade era todo menos un ruiseñor. Su muerte lo humaniza y lo regresa al estereotipo de las muertes violentas entre miembros de la comunidad.

La verdad de la muerte del Magistrade no existe más. Cada bando creerá lo que mejor sirva a sus intereses. Jesús Ociel murió y su muerte servirá como bandera para polarizar aún más al país. No creo que eso estuviera en sus últimos deseos.

¿Usted qué opina, amable lector? ¿Murió un ruiseñor o una persona más?