/ martes 24 de mayo de 2022

Sinaloa: la recuperación económica en ruta

El pasado 21 de abril, la gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez, compartió con el Senado de la República, en el marco de su comparecencia anual, una serie de datos que demuestran una capacidad de recuperación de la economía mexicana durante 2021, correspondiente al 4.8%, tras haberse contraído en 8.9% en 2020.

Sin embargo, también compartió las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, en un rango de entre 1.6 y 3.2%, con una estimación puntual de 2.4%; mientras que para 2023 dicho rango estaría entre el 1.9 y 3.9%, con una estimación puntual de 2.9%. Es decir, hay un reconocimiento de que el entorno económico sigue siendo complejo, aún más con el disparo que ha tenido la inflación desde el tercer trimestre del año pasado y hasta la fecha.

Por su parte, en el marco del documento de Precriterios de Política Económica para el ejercicio fiscal 2023, la Secretaría de Hacienda, más optimista, presentó estimaciones de crecimiento del PIB de 3.4% en 2022, mientras que para 2023 señala un crecimiento de 3.5% anual. Hacienda basa su optimismo en el incremento de la inversión pública en proyectos estratégicos de infraestructura, en programas de bienestar y en las medidas de protección al consumo para mitigar el incremento de precios de la canasta básica, incluidos en el Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic), recientemente presentado por el presidente de México.

De esto último habría varios aspectos que analizar y lo haremos en otra entrega. En esta ocasión, nos interesa destacar que en este marco tan complejo, se observan visos muy importantes de la recuperación económica en Sinaloa, por encima de la mayoría de las entidades del país, según cifras dadas a conocer por el Inegi. Veamos:

Aun cuando en nuestra estructura económica sigue teniendo un peso preponderante el sector primario y, no se diga, el de comercio y servicios, una de las buenas noticias es que Sinaloa se encuentra en el grupo de las primeras seis entidades que registraron los incrementos más significativos a tasa anual en términos reales, en producción industrial, según el dato de enero de 2022, respecto al mismo periodo del año previo. Nos referimos a Tabasco, Morelos, Sonora, Hidalgo, Yucatán y Sinaloa.

Previamente, el Inegi había dado a conocer el indicador mensual del consumo privado en el mercado interior, correspondiente al mes de febrero de 2022. A nivel nacional este indicador registró un aumento en términos reales de 1.3% a tasa mensual, es decir, respecto a enero de este año. A igual mes del año anterior la variación mostró un alza anual de 9.9%. Este indicador es importante porque mide el comportamiento del gasto realizado por los hogares del país en bienes y servicios de consumo, tanto de origen nacional como importado, a excepción de las compras de viviendas u objetos valiosos.

A propósito de la presentación de estos resultados, diversos medios de comunicación destacaron que Sinaloa es líder en recuperación del comercio minorista a nivel nacional, encabezando a las 16 entidades de 32 que superaron los niveles prepandémicos del principal indicador del consumo privado, con una tasa de 10.7% de crecimiento, respecto a igual mes del 2020. Los resultados diferentes por entidad federativa se explican por los efectos distintos que se tienen por factores como la inflación, el desempleo y la vocación económica.

Para Sinaloa, su vocación en las actividades primarias influyó positivamente, también la baja de su tasa de desocupación de la población económicamente activa (PEA) de 3.1 a 2.3% en el mismo periodo. Además, pudo hacerlo pese a su inflación anual de 7.82% de febrero pasado (lugar 14 de las tasas más elevadas en México).

En suma, de la información mensual de la actividad económica que muestra una trayectoria a la alza, desde noviembre pasado, se deriva la expansión del sector industrial y el de servicios, además de que las actividades agropecuarias han permanecido en niveles relativamente altos. Justamente, esta recuperación ha incidido favorablemente en Sinaloa, según diversos indicadores de desempeño, como los que aquí hemos comentado.

Seguramente con el incremento en la inversión pública con la ampliación de programas sociales como Sembrando Vida y las Pensiones de Adultos Mayores y Discapacitados, además de la construcción de proyectos de infraestructura en las ciudades del estado y la obra social en puerta; igualmente, la puesta en marcha de las nuevas políticas que incluye el Paquete contra la Inflación como el apoyo a los productores de alimentos básicos, específicamente a los de maíz, la estabilización de los precios del gas, la electricidad y las gasolinas, así como la eliminación de los aranceles a la importación de fertilizantes, Sinaloa podrá afirmar la ruta de la recuperación económica.

Por ello, el ejercicio de gobierno en todos los niveles debe centrarse en estimular las capacidades productivas de los diferentes sectores, aprovechando estos visos importantes que muestra nuestra economía. Apuremos el paso.

El pasado 21 de abril, la gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez, compartió con el Senado de la República, en el marco de su comparecencia anual, una serie de datos que demuestran una capacidad de recuperación de la economía mexicana durante 2021, correspondiente al 4.8%, tras haberse contraído en 8.9% en 2020.

Sin embargo, también compartió las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, en un rango de entre 1.6 y 3.2%, con una estimación puntual de 2.4%; mientras que para 2023 dicho rango estaría entre el 1.9 y 3.9%, con una estimación puntual de 2.9%. Es decir, hay un reconocimiento de que el entorno económico sigue siendo complejo, aún más con el disparo que ha tenido la inflación desde el tercer trimestre del año pasado y hasta la fecha.

Por su parte, en el marco del documento de Precriterios de Política Económica para el ejercicio fiscal 2023, la Secretaría de Hacienda, más optimista, presentó estimaciones de crecimiento del PIB de 3.4% en 2022, mientras que para 2023 señala un crecimiento de 3.5% anual. Hacienda basa su optimismo en el incremento de la inversión pública en proyectos estratégicos de infraestructura, en programas de bienestar y en las medidas de protección al consumo para mitigar el incremento de precios de la canasta básica, incluidos en el Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic), recientemente presentado por el presidente de México.

De esto último habría varios aspectos que analizar y lo haremos en otra entrega. En esta ocasión, nos interesa destacar que en este marco tan complejo, se observan visos muy importantes de la recuperación económica en Sinaloa, por encima de la mayoría de las entidades del país, según cifras dadas a conocer por el Inegi. Veamos:

Aun cuando en nuestra estructura económica sigue teniendo un peso preponderante el sector primario y, no se diga, el de comercio y servicios, una de las buenas noticias es que Sinaloa se encuentra en el grupo de las primeras seis entidades que registraron los incrementos más significativos a tasa anual en términos reales, en producción industrial, según el dato de enero de 2022, respecto al mismo periodo del año previo. Nos referimos a Tabasco, Morelos, Sonora, Hidalgo, Yucatán y Sinaloa.

Previamente, el Inegi había dado a conocer el indicador mensual del consumo privado en el mercado interior, correspondiente al mes de febrero de 2022. A nivel nacional este indicador registró un aumento en términos reales de 1.3% a tasa mensual, es decir, respecto a enero de este año. A igual mes del año anterior la variación mostró un alza anual de 9.9%. Este indicador es importante porque mide el comportamiento del gasto realizado por los hogares del país en bienes y servicios de consumo, tanto de origen nacional como importado, a excepción de las compras de viviendas u objetos valiosos.

A propósito de la presentación de estos resultados, diversos medios de comunicación destacaron que Sinaloa es líder en recuperación del comercio minorista a nivel nacional, encabezando a las 16 entidades de 32 que superaron los niveles prepandémicos del principal indicador del consumo privado, con una tasa de 10.7% de crecimiento, respecto a igual mes del 2020. Los resultados diferentes por entidad federativa se explican por los efectos distintos que se tienen por factores como la inflación, el desempleo y la vocación económica.

Para Sinaloa, su vocación en las actividades primarias influyó positivamente, también la baja de su tasa de desocupación de la población económicamente activa (PEA) de 3.1 a 2.3% en el mismo periodo. Además, pudo hacerlo pese a su inflación anual de 7.82% de febrero pasado (lugar 14 de las tasas más elevadas en México).

En suma, de la información mensual de la actividad económica que muestra una trayectoria a la alza, desde noviembre pasado, se deriva la expansión del sector industrial y el de servicios, además de que las actividades agropecuarias han permanecido en niveles relativamente altos. Justamente, esta recuperación ha incidido favorablemente en Sinaloa, según diversos indicadores de desempeño, como los que aquí hemos comentado.

Seguramente con el incremento en la inversión pública con la ampliación de programas sociales como Sembrando Vida y las Pensiones de Adultos Mayores y Discapacitados, además de la construcción de proyectos de infraestructura en las ciudades del estado y la obra social en puerta; igualmente, la puesta en marcha de las nuevas políticas que incluye el Paquete contra la Inflación como el apoyo a los productores de alimentos básicos, específicamente a los de maíz, la estabilización de los precios del gas, la electricidad y las gasolinas, así como la eliminación de los aranceles a la importación de fertilizantes, Sinaloa podrá afirmar la ruta de la recuperación económica.

Por ello, el ejercicio de gobierno en todos los niveles debe centrarse en estimular las capacidades productivas de los diferentes sectores, aprovechando estos visos importantes que muestra nuestra economía. Apuremos el paso.