/ martes 2 de marzo de 2021

Sinaloa, en el reino de la impunidad

Mientras el Sistema Estatal de Seguridad Pública de Sinaloa sigue presumiendo sus cifras alegres sobre el descenso del índice delictivo en algunos delitos, pero comparándolo con estadísticas de hace años, las cifras de la Fiscalía General de Sinaloa dan cuenta de la casi total impunidad que existe en la investigación y castigo en uno de los delitos que más sangran el bolsillo de los sinaloenses: el robo.

Resulta que en Sinaloa, sólo el 5.7% de los robos que se denuncian ante el Ministerio Público es consignado a un juez para su judicialización y solo hay un detenido por cada 24.5 de los casos que se reportan.

Esto incluye el robo a casa-habitación, robo a local comercial, robo a transeúnte y robo de vehículo, delitos que muchos de los sinaloenses han sufrido y sufren a diario, porque esta estadística solo habla de los casos denunciados, pero sabemos que la cifra negra, sobre todo en estos ilícitos, es mucho, pero mucho mayor.

La gran mayoría de las personas que han sufrido un robo a su patrimonio no denuncian porque consideran una pérdida de tiempo los trámites que deben realizar ante los Ministerios Públicos, pero sobre todo porque saben de la impunidad que permea en este, y otros crímenes, por la ineficiencia de todas las autoridades de seguridad de Sinaloa.

Esa “coordinación” entre autoridades policiacas y militares que también presume el SESESP debería servir para en verdad busquen bajar los altos índices de impunidad en los robos que afectan el patrimonio de cientos de familias sinaloenses, el cual difícilmente podrán recuperar.

SE ALINEAN LOS MORENISTAS

Los morenistas más tardaron en protestar que en recular y aceptar la alianza entre Morena y el PAS. Muchos de ellos a regañadientes y con todo el dolor de su corazón, tuvieron que poner por delante la oportunidad, dicen algunos, de “asegurar” la victoria en las próximas elecciones para gobernador y terminar con las casi 80 décadas de la dictadura priista.

El riesgo que existe, dicen, es que la alianza quiera ser cobrada no solo con la candidatura a la presidencia municipal de Mazatlán y algunas diputaciones, sino que el PAS se quiera servir con la cuchara grande. Ya se verá en los próximos 7 días.

LOS NÚMEROS NO MIENTEN

Esta semana, el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres podría solicitar licencia al Cabildo de Mazatlán para separarse de su cargo y estar en la posibilidad de contender por la reelección, como candidato de Morena, ya sea en alianza o sin ella con el PAS, como lo externó recientemente, al adelantar que su retiro como presidente municipal sería a principio de marzo.

El Químico tiene la firme idea de contender por Morena y además no tiene ningún “empacho” en ir en alianza con el PAS, si así lo decide su partido. En caso de pedir licencia en está semana, se separará de su cargo en un momento en que los números no son nada favorables en las tres principales demandas y banderas que se hondean en tiempos electorales: la seguridad, el empleo y la salud pública.

De acuerdo a Semáforo Delictivo, Mazatlán inició el año con números rojos en los delitos de secuestro, extorsión y violación, y en color amarillo, robo de vehículos y robo a negocios. Y qué decir del empleo en el que se registró un retroceso con los más de 2500 empleos formales que se perdieron en el 2020.

El talón de Aquiles ha sido la pandemia, que como ciudad ocupa el tercer y cuarto lugar en contagios en lo que va del año, al aumentar de 2.6 casos a 10.6, con picos de 14.9 a 16.1 en promedio diario.

Si al final el partido Morena le concede la candidatura para la reelección, peor para él, puesto que a estas alturas los votantes no perdonan y serán todos aquellos que han padecido el problema de la inseguridad y el desempleo.

Los números no mienten, aunque los anuncios gubernamentales presuman logros y resultados que no muestran las estadísticas.

Mientras el Sistema Estatal de Seguridad Pública de Sinaloa sigue presumiendo sus cifras alegres sobre el descenso del índice delictivo en algunos delitos, pero comparándolo con estadísticas de hace años, las cifras de la Fiscalía General de Sinaloa dan cuenta de la casi total impunidad que existe en la investigación y castigo en uno de los delitos que más sangran el bolsillo de los sinaloenses: el robo.

Resulta que en Sinaloa, sólo el 5.7% de los robos que se denuncian ante el Ministerio Público es consignado a un juez para su judicialización y solo hay un detenido por cada 24.5 de los casos que se reportan.

Esto incluye el robo a casa-habitación, robo a local comercial, robo a transeúnte y robo de vehículo, delitos que muchos de los sinaloenses han sufrido y sufren a diario, porque esta estadística solo habla de los casos denunciados, pero sabemos que la cifra negra, sobre todo en estos ilícitos, es mucho, pero mucho mayor.

La gran mayoría de las personas que han sufrido un robo a su patrimonio no denuncian porque consideran una pérdida de tiempo los trámites que deben realizar ante los Ministerios Públicos, pero sobre todo porque saben de la impunidad que permea en este, y otros crímenes, por la ineficiencia de todas las autoridades de seguridad de Sinaloa.

Esa “coordinación” entre autoridades policiacas y militares que también presume el SESESP debería servir para en verdad busquen bajar los altos índices de impunidad en los robos que afectan el patrimonio de cientos de familias sinaloenses, el cual difícilmente podrán recuperar.

SE ALINEAN LOS MORENISTAS

Los morenistas más tardaron en protestar que en recular y aceptar la alianza entre Morena y el PAS. Muchos de ellos a regañadientes y con todo el dolor de su corazón, tuvieron que poner por delante la oportunidad, dicen algunos, de “asegurar” la victoria en las próximas elecciones para gobernador y terminar con las casi 80 décadas de la dictadura priista.

El riesgo que existe, dicen, es que la alianza quiera ser cobrada no solo con la candidatura a la presidencia municipal de Mazatlán y algunas diputaciones, sino que el PAS se quiera servir con la cuchara grande. Ya se verá en los próximos 7 días.

LOS NÚMEROS NO MIENTEN

Esta semana, el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres podría solicitar licencia al Cabildo de Mazatlán para separarse de su cargo y estar en la posibilidad de contender por la reelección, como candidato de Morena, ya sea en alianza o sin ella con el PAS, como lo externó recientemente, al adelantar que su retiro como presidente municipal sería a principio de marzo.

El Químico tiene la firme idea de contender por Morena y además no tiene ningún “empacho” en ir en alianza con el PAS, si así lo decide su partido. En caso de pedir licencia en está semana, se separará de su cargo en un momento en que los números no son nada favorables en las tres principales demandas y banderas que se hondean en tiempos electorales: la seguridad, el empleo y la salud pública.

De acuerdo a Semáforo Delictivo, Mazatlán inició el año con números rojos en los delitos de secuestro, extorsión y violación, y en color amarillo, robo de vehículos y robo a negocios. Y qué decir del empleo en el que se registró un retroceso con los más de 2500 empleos formales que se perdieron en el 2020.

El talón de Aquiles ha sido la pandemia, que como ciudad ocupa el tercer y cuarto lugar en contagios en lo que va del año, al aumentar de 2.6 casos a 10.6, con picos de 14.9 a 16.1 en promedio diario.

Si al final el partido Morena le concede la candidatura para la reelección, peor para él, puesto que a estas alturas los votantes no perdonan y serán todos aquellos que han padecido el problema de la inseguridad y el desempleo.

Los números no mienten, aunque los anuncios gubernamentales presuman logros y resultados que no muestran las estadísticas.