/ jueves 12 de noviembre de 2020

Sergio le gana la primera batalla a Quirino

En uno de los frentes que se abrió en la lidia sucesoria por Sinaloa, Sergio Torres Félix le ganó la primera batalla al gobernador Quirino Ordaz Coppel, que le quiso sitiar la entrada a Movimiento Ciudadano. En los flancos, la confrontación se volvió más agresiva entre el resto de los aspirantes de los distintos partidos.

Y para reafirmar que el viaje especial del mandatario sinaloense a Guadalajara, Jalisco, para abortar el plan del hoy ex secretario de Pesca y Acuacultura del Gobierno del Estado fue en balde, el casi dueño de MC y senador de la República, Dante Delgado Rannauro, vino el lunes a Culiacán y sin poses hacia al ex funcionario estatal, le levantó la mano.

A la vista de todos, lo presentó como su candidato a la gubernatura y le abrió la puerta para que accione la vigencia de su militancia.

El acto cerró una serie de episodios hostiles que el Ejecutivo mantuvo en contra de su entonces colaborador, y hacia quien enfocó sus baterías desde antes de incluirlo en su gabinete.

Sobre ese círculo de tensión y de animadversión que se erigió contra el ex alcalde de Culiacán, corren varias versiones.

La más cercana a la realidad, es que en vez de agradecer al ex edil el cobijo que le dio en 2016 cuando el mazatleco salió como el bueno para ocupar la silla del poder que dejaría Mario López Valdez y generó malestar entre la clase priista, Quirino Ordaz Coppel atendió una dura recomendación de un grupo empresarial local para que lo bloqueara.

A esa tranca para que no lo convirtiera en colaborador que le atravesó, le añadieron, acusaciones con dosis de odio y rechazo.

Y desde ese día, en que ese segmento de empresarios lo hicieron ver como un peligro para el estado, la presión fue incesante.

Datos colaterales señalan también que la maniobra permanente fue la de sacar al ex munícipe de la jugada, porque como integrantes sobresalientes del sector que tiene dinero, respaldan a Rubén Rocha Moya para que sea gobernador. En ese entendido, habría que desprestigiar al todavía titular de la Secretaría de Pesca y Acuacultura.

Sin embargo, el ex regidor culiacanense salió airoso en la acometida inicial. Regresó golpe por golpe y el pasado seis de los corrientes renunció con carácter de irrevocable al cargo cuando el titular del Gobierno de la entidad, viajó a la Ciudad de México.

Puntualizó no estar de acuerdo con autoridades o partidos que no defienden las causas de los sinaloenses, cuando desde el Gobierno Federal los aplastan y les quitan beneficios.

Sergio Torres Félix tiene un doble reto: pelear en una elección de estado contra el aparato estatal y el federal, que echan mano de toda su fuerza para imponer a sus abanderados con todos los recursos humanos y financieros.

Pero ya lo hizo una vez cuando en 2013 dejó en la lona al panista Eduardo Ortiz Hernández, tres años después de que una coalición entre PAN-PRD-PT le arrebató la gubernatura al Partido Revolucionario Institucional y le pusiera toda una maquinaria en contra.

La lucha en los otros flancos.

En los otros costados de la disputa, Gerardo Vargas Landeros que intenta elevarse con la estafeta morenista no detiene el paso y reta constantemente a Rubén Rocha Moya a quien atacan por todos lados. La duda, es por qué calla y otorga lo que se expresa en su contra.

Independientemente de que a este último lo critican por ser el prospecto de Jesús Vizcarra, Jesús Aguilar Padilla y de un bloque empresarial anti gobierno federal.

Imelda Castro, en Morena, le imprimió más rapidez a su trabajo y a sus aspiración para el 2021, sumándose a la disputa que se hace más cruenta.

Y Mario Zamora, del Partido Revolucionario Institucional insiste en que puede ser pero su historia no le ayuda al igual que a José Alfonso Mejía, panista que se prepara para tomar por asalto al priismo, pero al que nadie le cree ni el Bendito.

En tanto, que el líder del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda lanzó a la diputada local Angélica Díaz Quiñónez al campo donde se juegan las grandes ligas.

La destapó como posible para la gubernatura y en las redes sociales la dama se convirtió en un fenómeno, especialmente entre las féminas que sostienen que es hora de que una mujer, mueva los hilos del gobierno.

En uno de los frentes que se abrió en la lidia sucesoria por Sinaloa, Sergio Torres Félix le ganó la primera batalla al gobernador Quirino Ordaz Coppel, que le quiso sitiar la entrada a Movimiento Ciudadano. En los flancos, la confrontación se volvió más agresiva entre el resto de los aspirantes de los distintos partidos.

Y para reafirmar que el viaje especial del mandatario sinaloense a Guadalajara, Jalisco, para abortar el plan del hoy ex secretario de Pesca y Acuacultura del Gobierno del Estado fue en balde, el casi dueño de MC y senador de la República, Dante Delgado Rannauro, vino el lunes a Culiacán y sin poses hacia al ex funcionario estatal, le levantó la mano.

A la vista de todos, lo presentó como su candidato a la gubernatura y le abrió la puerta para que accione la vigencia de su militancia.

El acto cerró una serie de episodios hostiles que el Ejecutivo mantuvo en contra de su entonces colaborador, y hacia quien enfocó sus baterías desde antes de incluirlo en su gabinete.

Sobre ese círculo de tensión y de animadversión que se erigió contra el ex alcalde de Culiacán, corren varias versiones.

La más cercana a la realidad, es que en vez de agradecer al ex edil el cobijo que le dio en 2016 cuando el mazatleco salió como el bueno para ocupar la silla del poder que dejaría Mario López Valdez y generó malestar entre la clase priista, Quirino Ordaz Coppel atendió una dura recomendación de un grupo empresarial local para que lo bloqueara.

A esa tranca para que no lo convirtiera en colaborador que le atravesó, le añadieron, acusaciones con dosis de odio y rechazo.

Y desde ese día, en que ese segmento de empresarios lo hicieron ver como un peligro para el estado, la presión fue incesante.

Datos colaterales señalan también que la maniobra permanente fue la de sacar al ex munícipe de la jugada, porque como integrantes sobresalientes del sector que tiene dinero, respaldan a Rubén Rocha Moya para que sea gobernador. En ese entendido, habría que desprestigiar al todavía titular de la Secretaría de Pesca y Acuacultura.

Sin embargo, el ex regidor culiacanense salió airoso en la acometida inicial. Regresó golpe por golpe y el pasado seis de los corrientes renunció con carácter de irrevocable al cargo cuando el titular del Gobierno de la entidad, viajó a la Ciudad de México.

Puntualizó no estar de acuerdo con autoridades o partidos que no defienden las causas de los sinaloenses, cuando desde el Gobierno Federal los aplastan y les quitan beneficios.

Sergio Torres Félix tiene un doble reto: pelear en una elección de estado contra el aparato estatal y el federal, que echan mano de toda su fuerza para imponer a sus abanderados con todos los recursos humanos y financieros.

Pero ya lo hizo una vez cuando en 2013 dejó en la lona al panista Eduardo Ortiz Hernández, tres años después de que una coalición entre PAN-PRD-PT le arrebató la gubernatura al Partido Revolucionario Institucional y le pusiera toda una maquinaria en contra.

La lucha en los otros flancos.

En los otros costados de la disputa, Gerardo Vargas Landeros que intenta elevarse con la estafeta morenista no detiene el paso y reta constantemente a Rubén Rocha Moya a quien atacan por todos lados. La duda, es por qué calla y otorga lo que se expresa en su contra.

Independientemente de que a este último lo critican por ser el prospecto de Jesús Vizcarra, Jesús Aguilar Padilla y de un bloque empresarial anti gobierno federal.

Imelda Castro, en Morena, le imprimió más rapidez a su trabajo y a sus aspiración para el 2021, sumándose a la disputa que se hace más cruenta.

Y Mario Zamora, del Partido Revolucionario Institucional insiste en que puede ser pero su historia no le ayuda al igual que a José Alfonso Mejía, panista que se prepara para tomar por asalto al priismo, pero al que nadie le cree ni el Bendito.

En tanto, que el líder del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda lanzó a la diputada local Angélica Díaz Quiñónez al campo donde se juegan las grandes ligas.

La destapó como posible para la gubernatura y en las redes sociales la dama se convirtió en un fenómeno, especialmente entre las féminas que sostienen que es hora de que una mujer, mueva los hilos del gobierno.