Pues nada, nos quedó la impresión tras los dos duelos de semifinales que a Tigres y Pumas se les acabó o gastaron toda la gasolina en el primer duelo. Bueno, en realidad, Pumas dejó el tanque vacío desde sus enfrentamientos ante el América, porque en ambos juegos contra el Atlas, simplemente no mostraron esa dinámica que los proyectó hasta la etapa semifinal, aun cuando ganaron el segundo partido.
En este último caso, el Atlas pudo sentenciar la serie incluso desde el primer duelo y durante el segundo llevó la batuta todo el tiempo con el pequeño gran detalle de dejar escapar varias oportunidades de gol que eran para terminar con las aspiraciones Pumas, quienes, en la parte final del duelo definitorio, gracias a un error del guardameta rojinegro, dieron la sensación de un nuevo milagro, pero simple y sencillamente se les agotaron las ideas ante una defensiva rival muy bien distribuida.
Pese a todo hay queda el ejemplo de la organización felina, que ojalá le de continuidad a su proyecto y a la proclividad de darle oportunidad a los jóvenes de su cantera. Hace rato que no surge un goleador de sus fuerzas inferiores, como en su momento Hugo Sánchez, Luis García y Palencia, solo por nombrar a tres de quienes nos acordamos.
En cuanto a Tigres, caray, el León le volteó la tortilla. El juego fue casi una copia al carbón del primero, pero ahora los panzas verdes fueron quienes sacaron mejor las garras, estamos seguros de que Tigres aún debe estar lamentando las clarísimas oportunidades que tuvieron y fallaron en el primer duelo, en el que arrollaron a los de Guanajuato, pero los dejaron ir vivitos y coleando.
No hay mucho que decir ante la realidad mostrada. Todo apuntaba a una final Atlas-Tigres, pero los felinos, compraron gasolina barata y se la gastaron toda en el primer partido, en el segundo, ni las manos metieron.
Jueves en León y domingo en el Jalisco, ambos juegos a las 20 horas, será la gran final del torneo de apertura. En el papel, será un duelo entre un equipo con poderosa ofensiva como es la del León contra un equipo si bien no totalmente defensivo, si muy ordenado dándole prioridad al tema de primero defenderse bien y luego buscar alguna debilidad del rival. Aquí ya no habrá ventaja para el mejor ubicado, pero empatar en casa ajena sería para los rojinegros muy importante.
Será un auténtico volado. En lo personal me gustaría que ganara el Atlas, pues con un plantel muy modesto, por lo menos más que el del León y luego de 50 años, estará con la posibilidad de saborear nuevamente las mieles de una coronación que se le negó hace 17 años en aquella final cardiaca frente al Toluca, ante quien perdieron en serie de penales.
Por otra parte, los Dorados de Sinaloa, nos quedó la impresión de que están guardando sus mejores armas y su gasolina para la recta final. Ante una buena entrada en el Banorte, el equipo culichi, le volvió a recetar la misma medicina a Tepatitlán, es decir ganó ambos juegos 1-0, repetimos, nos parece que, sin desplegar todas sus fortalezas, su rival será el Tampico-Madero, mañana en Tamaulipas y el sábado en el Banorte. Los jaibos, eliminaron a uno de los favoritos, Morelia y en su propia casa de manera contundente, es pues un rival de tomar en cuenta.
Nos vemos mañana
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