/ lunes 8 de julio de 2019

Se cumplieron los pronósticos

Si bien es verdad que los pronósticos favorecían a los hoy campeones del mundial femenil, Copa América y Copa de Oro, en este último México fue el único del que se tenían muchas dudas, a tal grado que al momento de iniciar el partido le daban solo un poco más del 50 por ciento de posibilidades y en cuanto al equipo femenil de Estados Unidos y al de Brasil, las apuestas a su favor fueron abrumadoras.

Seguro es que Reagan Rapinoe, a quien le otorgaron el balón y la bota de oro del mundial femenil, no leerá estas líneas, pero por si acaso y por sus seguidores, hombres y mujeres, debemos señalar que esta vez, contrariamente a otras entregas, no iniciaremos este comentario con el mundial femenil, sin duda en orden de jerarquía, como ya lo hemos apuntado, de los tres jugados en diferentes partes del mundo durante el mes de junio, fue el de mayor importancia. Es decir, no era por el dicho de “las damas primero”, sino porque lo consideramos el más importante, por su carácter totalmente global, solo que para nosotros los mexicanos, la nota de la jornada final, fue el triunfo de nuestra selección varonil en la Copa de Oro.

Temas pues pendiente, lo extra futbolístico de las damas.

En relación al triunfo de México y las dudas sobre un probable triunfo, fue sin duda alguna, provocada por el accionar del equipo al venir de más a menos en las etapas anteriores, sobre todo, luego de llegar a los tiempos extras frente a Costa Rica y ganarle a Haití con un gol de penaltie. La ineficacia de su zona delantera y los marcadores errores en defensa, bajaron bastante la fé total en la verde, más aún luego del paso mostrado por el equipo de las barras y las estrellas.

Y más aún.

México, salió en el juego final, totalmente desconcentrado, mentalmente como si estuviesen hipnotizados, avallados por la alta presión de los gringos, pero que gracias a sus propias fallas y ala recompostura de los errores de la defensa mexicana, no capitalizaron sus buenos momentos, situación que finalmente les costó la derrota.

¿Qué sucedió en el vestidor del Tri durante el descanso? Bueno, solo nos imaginamos que la capacidad del técnico para motivar a los jugadores dio resultado, así como la estrategia a seguir, porque como artes de magia, los papeles se invirtieron, México se adueñó casi totalmente de la pelota mediante la estrategia de la presión alta provocaron que los gringos, perdieran pronto la pelota y mucho menos pudiesen realizar su plan de siempre: contragolpear con precisión.

Debemos apuntar el enorme partido que dio Pizarro, sin darle a cada jugador su lugar, el jugador del Monterrey, fue pieza vital para que los ataques de México fueran profundos y con opciones de gol, de sus pies nació la anotación de Do Santos. Es verdad que Estados Unidos, también tuvo un par de oportunidades en el segundo tiempo, que gracias ha Guardado y a Ochoa el marcador se mantuvo hasta el final. Jugadas provocadas producto de pelotas a balón parado y no en sí por el buen fútbol de los gringos que terminaron con 10 hombres gracias al arbitraje benévolo del silbante.

El inicio del proceso hacia el mundial de Qatar es más prometedor que en el ciclo pasado, pero señores, a esto le falta mucho. El equipo mexicano se verá fortalecido con la incorporación de lesionados y desganados, si es que estos últimos no le siguen haciendo “fuchi” al llamado. México estará en el mundial, efectivamente porque no vemos como en esta zona no se obtenga uno de tres boletos directos y en todo caso una oportunidad más de repechaje. Difícil que vuelva a ocurrir lo sucedido rumbo a Brasil 2014. Martino tendrá que trabajar todos los aspectos, las fallas han sido más acentuadas en defensa en la que hasta el antes siempre seguro sinaloense Moreno, estuvo por debajo de su nivel.

Por lo pronto, se vale aplaudir.

En cuanto a la final femenil y a la Copa América, la verdad, no hay mucho que decir, Estados Unidos y Brasil, se mostraron, tal y como todo mundo adelantó, mucho muy superiores a Holanda y Perú, respectivamente. La hazaña de las gringas no tiene precedente, son bicampeonas, es decir de sus cuatro cetros obtenidos los dos últimos han sido consecutivos. Fue sin duda un gran mundial, las damas continúan ganando terreno, pero sin llegar aun a ser sus torneos más atractivos que los de los varones, aunque Rapinoe diga lo contrario.

Nos vemos mañana.

Si bien es verdad que los pronósticos favorecían a los hoy campeones del mundial femenil, Copa América y Copa de Oro, en este último México fue el único del que se tenían muchas dudas, a tal grado que al momento de iniciar el partido le daban solo un poco más del 50 por ciento de posibilidades y en cuanto al equipo femenil de Estados Unidos y al de Brasil, las apuestas a su favor fueron abrumadoras.

Seguro es que Reagan Rapinoe, a quien le otorgaron el balón y la bota de oro del mundial femenil, no leerá estas líneas, pero por si acaso y por sus seguidores, hombres y mujeres, debemos señalar que esta vez, contrariamente a otras entregas, no iniciaremos este comentario con el mundial femenil, sin duda en orden de jerarquía, como ya lo hemos apuntado, de los tres jugados en diferentes partes del mundo durante el mes de junio, fue el de mayor importancia. Es decir, no era por el dicho de “las damas primero”, sino porque lo consideramos el más importante, por su carácter totalmente global, solo que para nosotros los mexicanos, la nota de la jornada final, fue el triunfo de nuestra selección varonil en la Copa de Oro.

Temas pues pendiente, lo extra futbolístico de las damas.

En relación al triunfo de México y las dudas sobre un probable triunfo, fue sin duda alguna, provocada por el accionar del equipo al venir de más a menos en las etapas anteriores, sobre todo, luego de llegar a los tiempos extras frente a Costa Rica y ganarle a Haití con un gol de penaltie. La ineficacia de su zona delantera y los marcadores errores en defensa, bajaron bastante la fé total en la verde, más aún luego del paso mostrado por el equipo de las barras y las estrellas.

Y más aún.

México, salió en el juego final, totalmente desconcentrado, mentalmente como si estuviesen hipnotizados, avallados por la alta presión de los gringos, pero que gracias a sus propias fallas y ala recompostura de los errores de la defensa mexicana, no capitalizaron sus buenos momentos, situación que finalmente les costó la derrota.

¿Qué sucedió en el vestidor del Tri durante el descanso? Bueno, solo nos imaginamos que la capacidad del técnico para motivar a los jugadores dio resultado, así como la estrategia a seguir, porque como artes de magia, los papeles se invirtieron, México se adueñó casi totalmente de la pelota mediante la estrategia de la presión alta provocaron que los gringos, perdieran pronto la pelota y mucho menos pudiesen realizar su plan de siempre: contragolpear con precisión.

Debemos apuntar el enorme partido que dio Pizarro, sin darle a cada jugador su lugar, el jugador del Monterrey, fue pieza vital para que los ataques de México fueran profundos y con opciones de gol, de sus pies nació la anotación de Do Santos. Es verdad que Estados Unidos, también tuvo un par de oportunidades en el segundo tiempo, que gracias ha Guardado y a Ochoa el marcador se mantuvo hasta el final. Jugadas provocadas producto de pelotas a balón parado y no en sí por el buen fútbol de los gringos que terminaron con 10 hombres gracias al arbitraje benévolo del silbante.

El inicio del proceso hacia el mundial de Qatar es más prometedor que en el ciclo pasado, pero señores, a esto le falta mucho. El equipo mexicano se verá fortalecido con la incorporación de lesionados y desganados, si es que estos últimos no le siguen haciendo “fuchi” al llamado. México estará en el mundial, efectivamente porque no vemos como en esta zona no se obtenga uno de tres boletos directos y en todo caso una oportunidad más de repechaje. Difícil que vuelva a ocurrir lo sucedido rumbo a Brasil 2014. Martino tendrá que trabajar todos los aspectos, las fallas han sido más acentuadas en defensa en la que hasta el antes siempre seguro sinaloense Moreno, estuvo por debajo de su nivel.

Por lo pronto, se vale aplaudir.

En cuanto a la final femenil y a la Copa América, la verdad, no hay mucho que decir, Estados Unidos y Brasil, se mostraron, tal y como todo mundo adelantó, mucho muy superiores a Holanda y Perú, respectivamente. La hazaña de las gringas no tiene precedente, son bicampeonas, es decir de sus cuatro cetros obtenidos los dos últimos han sido consecutivos. Fue sin duda un gran mundial, las damas continúan ganando terreno, pero sin llegar aun a ser sus torneos más atractivos que los de los varones, aunque Rapinoe diga lo contrario.

Nos vemos mañana.