La nota periodística decía que se confirma la presentación de miles de solicitudes de amparo, en contra de la disposición de que nadie debe ganar más que el Presidente, entre ellos el consejero electoral que preside el Instituto Nacional Electoral.
Por estas situaciones, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha dicho, en reiteradas ocasiones, en campaña y durante el ejercicio de su gobierno, que el combatir la corrupción es y será su guía en el gobierno.
Lo ha expresado en sus discursos preparados, en su Plan Nacional de Desarrollo, en sus informes y en las conferencias matutinas, que el objetivo es terminar con la desviación de los recursos públicos para enriquecer a funcionarios inmorales.
Esto también lo ha expresado, de manera improvisada, con palabras coloquiales, de que se barrerá, como se hace en las escaleras, de arriba hacia abajo, lo cual indica que las acciones están encaminadas a localizar y a desactivar la corrupción en las altas esferas del poder.
1. MINISTRO
Por eso, es comprensible que sea nota de primera plana, la renuncia del ministro Eduardo Tomás Medina-Mora Icaza, que era uno de los once integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por lo cual, se trata de un servidor público de primer nivel.
Aunque se ha dicho demasiado, de manera oficial o por medios que sean creíbles, no se ha informado de las causas que motivaron ese hecho, más que lo manifestado por Santiago Nieto, encargado de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y las notas sobre la investigación de las cuentas del ministro en renuncia.
También a ello se refirieron el presidente López Obrador y el coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, senador Ricardo Monreal Ávila, pero los ministros miembros del más alto tribunal nada han declarado.
2. ACCIONES
Entonces, el dicho de que la corrupción se limpia de arriba hacia abajo, se sigue implementando, como sucedió con quienes robaban gasolina y a Pemex, con los millonarios casos de perdón de pagos de impuestos, entre otros.
Sin embargo, el camino es sinuoso, lleno de obstáculos y de presiones, porque todo lo que se haga en esta materia será criticado, por el nivel de corrupción que se encuentra el país.
Y claro, que no es sólo el tema de la corrupción en estricto sensu, sino que es la cultura que predomina con la impunidad que está presente.
Son pocos, de los que poseen poder o dinero, de los que tienen acceso a todo, los que están dispuestos a aceptar el nuevo statu quo, el de la austeridad y de la rendición de cuentas.
Entonces, esto es lo que genera inconformidad de los de arriba, de que el estado de derecho, renovado en este sexenio, exige vivir en la medianía que da un sueldo digno, agregaríamos, en vivir con lo que corresponde de manera lícita, sin pensar en ingresos exagerados que ofenden a la mayoría de los mexicanos, ni tampoco en obtener dinero público torciendo los caminos de la ley.
Es un reto enorme para este gobierno, pero los hechos van diciendo de qué se trata, de lograr un equilibrio entre las clases sociales, pero que no se permita que los pobres sigan en ese estado de cosas, porque otros ganan de forma exorbitante, o bien de manera franca, lo obtienen con conductas ilícitas.
Ese es el compromiso.
El camino es sinuoso, lleno de obstáculos y de presiones, porque todo lo que se haga en esta materia será criticado, por el nivel de corrupción que se encuentra el país.
Son pocos, de los que poseen poder o dinero, de los que tienen acceso a todo, los que están dispuestos a aceptar el nuevo statu quo, el de la austeridad.
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