/ lunes 1 de noviembre de 2021

Rocha

Sinaloa tiene nuevo gobernador. Rubén Rocha Moya tomó protesta como el primer gobernador emanado de la izquierda, pero con amplio recorrido en gobiernos del PRI y del PAN. Se podría decir que es un político con una ideología definida sin complicaciones o telarañas para entender a sus contrapartes del espectro ideológico. La confirmación misma de su gabinete refleja una apertura mental sin filias o fobias a partidos políticos. El gobierno del estado de Sinaloa tendrá expianistas de formación muy conservadora, Priistas recalcitrantes y hasta ex miembros de la guerrilla: todos conviviendo bajo el mismo palacio de gobierno.

Los inicios de cualquier gobierno se parecen mucho a la celebración del año nuevo. La gente se reúne a festejar con sus allegados, se busca dar vuelta a la página del pasado que se va, las reuniones se llenan de optimismo desbordado y las listas de los propósitos inalcanzables se extienden por horas. Unos cuantos meses después todo desaparece y mejor se piensa en el próximo fin de año para buscar otra oportunidad e iniciar el ciclo de nuevo.

La liturgia política marca que, en los próximos meses, la clase política en pleno (si es que eso todavía existe) magnificará las virtudes del ex rector venido a gobernador. Los ríos y mares serán meros chisguetes de agua, los huracanes se desintegrarán con uno solo de sus soplidos y logrará que a los pelones les vuelva crecer el cabello. No existirá reto que no pueda lograr, problema que le quede grande y su inteligencia aumentará varios puntos de Coeficiente Intelectual. En pocas palabras, Rubén Rocha Moya será la reencarnación de Churchill, Roosvelt, Juárez, Teresa de Calcuta y Madero en la misma persona, pero eso es cosa de los políticos y sus manías. La realidad para los sinaloenses será otra: Rocha es un simple ser humano tratando de hacer lo mejor que puede; en ocasiones, eso no es suficiente.

Rocha se encuentra con un Sinaloa sumido en la mediocridad y en la inercia. Nuestra entidad tiene lustros enterrado en los últimos lugares del nivel de salario registrado ante el IMSS; generamos pocos empleos y mal pagados en los mismos meses del año; mantenemos la misma aportación del PIB a nivel nacional. Los últimos 5 gobernadores se han dedicado a patear el bote y perder mucho tiempo haciendo política. Por desgracia, somos un pie de página en los almanaques anuales: nada que presumir.

El nuevo gobernador tiene una ventaja sobre sus antecesores: no está pensando en el siguiente puesto político. La edad y la circunstancia juegan en su favor. Esa es la verdadera oportunidad en este gobierno; sin embargo, puede caer en la tentación de convertir a su administración en una gerencia del gobierno federal. Sinaloa necesita algo más que programas sociales. No se debe copiar el modelo que se implanta en el sureste del país de convertir a los gobiernos estatales en repartidores del presupuesto. Rocha tiene la obligación de romper con el pasado mostrando una verdadera visión y propuesta de futuro. La verdadera transformación de Sinaloa será construir una locomotora que nos arrastre del marasmo. Él no disfrutará de la locomotora, pero puede ser su constructor.

Rubén Rocha es un simple ser humano, pero los seres humanos tienen la capacidad de ver más allá de su tiempo. Ya lo hizo en la UAS. Sin ser espectacular se encargó de poner sobre rieles la modernización de Universidad. Antes de su rectorado, la UAS estaba secuestrada por radicales y grillos; con Rocha (sin dejar atrás la política) se comenzó a dar más espacios a la academia. Él fue quien inicio ese camino. La vida le presenta la oportunidad de repetir ese escenario. Tal vez no sea él quien coseche el fruto de su obra, pero, si se anima, puede ser recordado como el gobernador que inició el cambio de la verdadera Transformación de Sinaloa. Por el bien de todos…. ¡Primero Sinaloa!

¿Usted qué opina, amable lector? ¿Rocha es el súper político o solo un ser humano con una oportunidad dorada ?

Sinaloa tiene nuevo gobernador. Rubén Rocha Moya tomó protesta como el primer gobernador emanado de la izquierda, pero con amplio recorrido en gobiernos del PRI y del PAN. Se podría decir que es un político con una ideología definida sin complicaciones o telarañas para entender a sus contrapartes del espectro ideológico. La confirmación misma de su gabinete refleja una apertura mental sin filias o fobias a partidos políticos. El gobierno del estado de Sinaloa tendrá expianistas de formación muy conservadora, Priistas recalcitrantes y hasta ex miembros de la guerrilla: todos conviviendo bajo el mismo palacio de gobierno.

Los inicios de cualquier gobierno se parecen mucho a la celebración del año nuevo. La gente se reúne a festejar con sus allegados, se busca dar vuelta a la página del pasado que se va, las reuniones se llenan de optimismo desbordado y las listas de los propósitos inalcanzables se extienden por horas. Unos cuantos meses después todo desaparece y mejor se piensa en el próximo fin de año para buscar otra oportunidad e iniciar el ciclo de nuevo.

La liturgia política marca que, en los próximos meses, la clase política en pleno (si es que eso todavía existe) magnificará las virtudes del ex rector venido a gobernador. Los ríos y mares serán meros chisguetes de agua, los huracanes se desintegrarán con uno solo de sus soplidos y logrará que a los pelones les vuelva crecer el cabello. No existirá reto que no pueda lograr, problema que le quede grande y su inteligencia aumentará varios puntos de Coeficiente Intelectual. En pocas palabras, Rubén Rocha Moya será la reencarnación de Churchill, Roosvelt, Juárez, Teresa de Calcuta y Madero en la misma persona, pero eso es cosa de los políticos y sus manías. La realidad para los sinaloenses será otra: Rocha es un simple ser humano tratando de hacer lo mejor que puede; en ocasiones, eso no es suficiente.

Rocha se encuentra con un Sinaloa sumido en la mediocridad y en la inercia. Nuestra entidad tiene lustros enterrado en los últimos lugares del nivel de salario registrado ante el IMSS; generamos pocos empleos y mal pagados en los mismos meses del año; mantenemos la misma aportación del PIB a nivel nacional. Los últimos 5 gobernadores se han dedicado a patear el bote y perder mucho tiempo haciendo política. Por desgracia, somos un pie de página en los almanaques anuales: nada que presumir.

El nuevo gobernador tiene una ventaja sobre sus antecesores: no está pensando en el siguiente puesto político. La edad y la circunstancia juegan en su favor. Esa es la verdadera oportunidad en este gobierno; sin embargo, puede caer en la tentación de convertir a su administración en una gerencia del gobierno federal. Sinaloa necesita algo más que programas sociales. No se debe copiar el modelo que se implanta en el sureste del país de convertir a los gobiernos estatales en repartidores del presupuesto. Rocha tiene la obligación de romper con el pasado mostrando una verdadera visión y propuesta de futuro. La verdadera transformación de Sinaloa será construir una locomotora que nos arrastre del marasmo. Él no disfrutará de la locomotora, pero puede ser su constructor.

Rubén Rocha es un simple ser humano, pero los seres humanos tienen la capacidad de ver más allá de su tiempo. Ya lo hizo en la UAS. Sin ser espectacular se encargó de poner sobre rieles la modernización de Universidad. Antes de su rectorado, la UAS estaba secuestrada por radicales y grillos; con Rocha (sin dejar atrás la política) se comenzó a dar más espacios a la academia. Él fue quien inicio ese camino. La vida le presenta la oportunidad de repetir ese escenario. Tal vez no sea él quien coseche el fruto de su obra, pero, si se anima, puede ser recordado como el gobernador que inició el cambio de la verdadera Transformación de Sinaloa. Por el bien de todos…. ¡Primero Sinaloa!

¿Usted qué opina, amable lector? ¿Rocha es el súper político o solo un ser humano con una oportunidad dorada ?