/ lunes 21 de septiembre de 2020

Revive el “Milky Way” de Jesús Valdés y Gómer

Por De la oscuridad de los archivos de investigación en los que la Fiscalía General del Estado estila a esconder los casos que decide “enfriar”, resurgió a la luz pública el de una supuesta red de prostitución y también los sórdidos símbolos que la encabezaron como Jesús Valdés Palazuelos, dirigente del PRI en Sinaloa y Gómer Monárrez, quien lo acompaña como presidente del Instituto Jesús Heroles, que promueve los valores entre los nuevos cuadros.

Los signos de aquella trama que en 2016 la calificaron como los chocolates “Milky Way” son los principales operadores del Partido Revolucionario Institucional. Los que tanto hablan o exponen al resto de la sociedad o hacia los opositores políticos de cómo se deben hacer las cosas.

Qué ironía y bofetada para la militancia.

El escabroso tema lo puso sobre la mesa el director del Instituto Municipal de la Juventud de Culiacán, Alonso Ramírez Reyes. Es una realidad lo que dijo. Que las instituciones del ramo cargan como una pesada mácula ese episodio vergonzoso que ocasiona desconfianza hacia las autoridades, desde la sociedad.

Por ello, los pobladores están atentos de la forma en que se manejan esos organismos gubernamentales.

Aunque es claro, que al priismo que pregona estar en una etapa de renovación que no le queda, no le dá pena en lo más mínimo.

Recientemente le refrescaron la memoria en las redes sociales al directivo del Comité Estatal del tricolor. Lo tundieron a golpes y le preguntaron sobre las nuevas adquisiciones que haría para ofertar ese tipo de servicios, de los que le imputaron comercializar entre un grupo selecto de clientes.

De nuevo, calló boca, como hace días cuando Sergio Torres Félix ex diputado federal le demandó que renunciara al cargo del que se aprovecha como aspirante a la gubernatura y hace una campaña abierta en su favor.

Era de esperarse que al hijo de Serapio Valdez Pineda le comenzaran a sacar “sus trapos al sol” por lo dudosa de su trayectoria. Posiblemente ese asunto que está en la “congeladora” de la Fiscalía General del Estado, le quiten la escarcha momentáneamente y se lo pongan a calentar en plena sucesión en Sinaloa.

Políticamente ya se reactivó la temática y como durante su paso por la Presidencia municipal culiacanense y en la campaña para reelegirse, Jesús Valdés Palazuelos creó muchos enemigos a los que aplastó, traicionó y otros a los que engañó, pero que se alistan para cobrar las facturas. Eso que lo bueno aún no empieza.

Dentro del mismo priismo, llegó a cortar cabezas como lo hizo en el ayuntamiento y dejó familias enteras sin empleo a las que negó la debida indemnización de ley. No obstante, estos son adversarios pequeños.

Existen otros con los que hizo acuerdos truculentos para acopiar dinero y quedarse con éste sin preocuparse por pago alguno. Independientemente de sus contras que abren compas de tiempo y dicen como sucede con frecuencia entre los compañeros de aula que buscan limpiar afrentas, a la salida te espero.

Lo mismo pasa con Gómer Monárrez, que después de jugar las contrarias a los priistas de a pie, regresó con un premio que se le traducirá en una candidatura a diputado federal o local.

Son dos casos de beneficiar a lo más defenestrado, prácticas que los caciques del Revolucionario Institucional utilizaron por décadas y que a estas alturas se reafirmó que no se erradicaron.

Por el contrario, se reforzaron.

Por De la oscuridad de los archivos de investigación en los que la Fiscalía General del Estado estila a esconder los casos que decide “enfriar”, resurgió a la luz pública el de una supuesta red de prostitución y también los sórdidos símbolos que la encabezaron como Jesús Valdés Palazuelos, dirigente del PRI en Sinaloa y Gómer Monárrez, quien lo acompaña como presidente del Instituto Jesús Heroles, que promueve los valores entre los nuevos cuadros.

Los signos de aquella trama que en 2016 la calificaron como los chocolates “Milky Way” son los principales operadores del Partido Revolucionario Institucional. Los que tanto hablan o exponen al resto de la sociedad o hacia los opositores políticos de cómo se deben hacer las cosas.

Qué ironía y bofetada para la militancia.

El escabroso tema lo puso sobre la mesa el director del Instituto Municipal de la Juventud de Culiacán, Alonso Ramírez Reyes. Es una realidad lo que dijo. Que las instituciones del ramo cargan como una pesada mácula ese episodio vergonzoso que ocasiona desconfianza hacia las autoridades, desde la sociedad.

Por ello, los pobladores están atentos de la forma en que se manejan esos organismos gubernamentales.

Aunque es claro, que al priismo que pregona estar en una etapa de renovación que no le queda, no le dá pena en lo más mínimo.

Recientemente le refrescaron la memoria en las redes sociales al directivo del Comité Estatal del tricolor. Lo tundieron a golpes y le preguntaron sobre las nuevas adquisiciones que haría para ofertar ese tipo de servicios, de los que le imputaron comercializar entre un grupo selecto de clientes.

De nuevo, calló boca, como hace días cuando Sergio Torres Félix ex diputado federal le demandó que renunciara al cargo del que se aprovecha como aspirante a la gubernatura y hace una campaña abierta en su favor.

Era de esperarse que al hijo de Serapio Valdez Pineda le comenzaran a sacar “sus trapos al sol” por lo dudosa de su trayectoria. Posiblemente ese asunto que está en la “congeladora” de la Fiscalía General del Estado, le quiten la escarcha momentáneamente y se lo pongan a calentar en plena sucesión en Sinaloa.

Políticamente ya se reactivó la temática y como durante su paso por la Presidencia municipal culiacanense y en la campaña para reelegirse, Jesús Valdés Palazuelos creó muchos enemigos a los que aplastó, traicionó y otros a los que engañó, pero que se alistan para cobrar las facturas. Eso que lo bueno aún no empieza.

Dentro del mismo priismo, llegó a cortar cabezas como lo hizo en el ayuntamiento y dejó familias enteras sin empleo a las que negó la debida indemnización de ley. No obstante, estos son adversarios pequeños.

Existen otros con los que hizo acuerdos truculentos para acopiar dinero y quedarse con éste sin preocuparse por pago alguno. Independientemente de sus contras que abren compas de tiempo y dicen como sucede con frecuencia entre los compañeros de aula que buscan limpiar afrentas, a la salida te espero.

Lo mismo pasa con Gómer Monárrez, que después de jugar las contrarias a los priistas de a pie, regresó con un premio que se le traducirá en una candidatura a diputado federal o local.

Son dos casos de beneficiar a lo más defenestrado, prácticas que los caciques del Revolucionario Institucional utilizaron por décadas y que a estas alturas se reafirmó que no se erradicaron.

Por el contrario, se reforzaron.