/ jueves 9 de julio de 2020

Respirar sin cubrebocas

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mencionado que la principal forma de propagación de la Covid-19 es a través de pequeñas gotas respiratorias expulsadas por alguien enfermo al toser.

La forma de evitar la transmisión de COVID es practicar la higiene respiratoria y el lavado de manos. Debido a que es posible que algunas personas infectadas no muestren síntomas o que sus síntomas sean leves, en la medida de lo posible se debe mantener al menos un metro de distancia entre individuos especialmente si alguien tose o estornuda. La OMS informa que está revisando las investigaciones en curso sobre este tema e informará respecto a las conclusiones que obtenga.

Los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos, reportan que el virus se propaga, entre personas que están en contacto cercano, a través de gotas respiratorias que se producen cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Dichas gotas ingresan a la boca o a la nariz y pueden llegar a los pulmones de personas que se encuentran cerca. En resumen, mencionan que cuanto más cercana y prolongada sea la interacción entre las personas es mayor el riesgo de contagio de COVID-19. Debemos notar que la pandemia comenzó hace seis meses y aún estamos aprendiendo acerca de cómo se propaga el virus.

Como hemos visto, todos los esfuerzos para la prevención de la enfermedad de COVID-19 causada por el nuevo SARS-CoV2 realizados por múltiples instituciones en el mundo, se enfocan en el distanciamiento social y el lavado de manos.

Recientemente un grupo de 239 científicos de 32 países enviaron una carta a la OMS que fue publicada en la revista científica Clinical Infectious Diseases. En la carta piden a la OMS que revise sus recomendaciones y hacen un llamado a la comunidad médica para solicitarle que reconsidere la posibilidad de que el SARS-CoV2 se transmita a través de micropartículas en suspensión o aerosoles. Los investigadores indican que hay suficiente evidencia para considerar que el SARS-CoV-2 puede propagarse en espacios interiores cerrados a través del aire y, por tanto, resultar potencialmente infeccioso. Los estudios que sustentan sus observaciones demuestran que los virus liberados en microgotas durante la exhalación, la conversación y la tos, permanecen en el aire y representan un riesgo de exposición incluso a distancias superiores a 2 metros. También mencionan que con la velocidad del aire en un interior una gota de 5 μm puede viajar decenas de metros.

Varios estudios retrospectivos realizados después de la epidemia de SARS-CoV-1 demostraron que la transmisión aérea es un mecanismo que explica el patrón de infecciones. Un ejemplo y explicación de este mecanismo de transmisión es la revisión de un estudio de contagio realizado en un restaurante chino, en donde no se observó contacto entre tres grupos de personas infectadas. En otros estudios realizados para analizar la propagación de otros virus, incluidos el virus sincitial respiratorio (VSR), el coronavirus del Síndrome Respiratorio del Este Medio (MERS-CoV) y la influenza mostraron que es viable que los virus transmitidos por el aire pueden exhalarse y detectarse en el ambiente de interiores.

Esto plantea el riesgo de que las personas que comparten dichos entornos puedan inhalar los virus; lo que resulta en infección y enfermedad. Hay muchas razones para esperar que el SARS-CoV-2 se comporte de la misma forma.

El pasado martes la OMS reconoció que existe “evidencia emergente” de la propagación por aire del coronavirus. Maria Van Kerkhove, jefa técnica de la OMS para el Covid-19 dijo “Hemos estado hablando sobre la posibilidad de una transmisión aérea y por aerosol como una de las formas de propagación del Covid-19”. Por su parte Benedetta Allegranzi, jefa técnica de prevención y control de enfermedades de la OMS dijo “no se puede descartar la posibilidad de una transmisión por vía aérea en lugares públicos, sobre todo en condiciones muy específicas de lugares abarrotados, cerrados y mal ventilados que han sido descritos”, “No obstante, las evidencias deben ser recopiladas e interpretadas, y seguimos respaldando esto”.

Es importante hacer notar que las evidencias sobre la transmisión por vía aérea del coronavirus no son definitivas y la OMS debería considerar un “Principio de precaución” implementado algunas medidas para prevenir posibles contagios en lo que confirma dicho mecanismo de transmisión. Debemos recordar que la pandemia se está acelerando y debemos reducir el número de muertes, cualquier medida aporta cambios significativos.

Para evitar la posible transmisión por este mecanismo podemos implementar (de manera fácil y sin costo) algunas medidas como ventilar suficiente y efectivamente habitaciones, entornos de trabajo, escuelas, edificios públicos, hospitales y residencias de ancianos. Evitar el hacinamiento, especialmente en el transporte público y los edificios públicos (bancos, supermercados, oficinas). En algunos casos se puede completar la ventilación con controles de infección en el aire, como el escape local, filtración de aire de alta eficiencia y luces ultravioletas germicidas.

Las instituciones de salud en el mundo reaccionan de manera tardía; pasaron meses y finalmente reconocieron la importancia del uso de cubrebocas, sin embargo, esta omisión ha causado que la gente dude sobre la efectividad de su uso, lo usan sólo cuando se ven obligados (por ejemplo, para ingresar a una tienda o en un avión), y la mayoría de las veces lo hacen de forma incorrecta. Hoy salimos a las calles en un intento de regreso a la nueva normalidad y podemos estar expuestos a contagios en espacios cerrados tales como gimnasios, tiendas, supermercados y plazas. En lo que la OMS y los demás organismos toman la decisión de implementar medidas o hacer recomendaciones, nosotros debemos tomar la iniciativa y evitar aglomeraciones, ventilar espacios cerrados y quedarnos en casa en medida de lo posible.

La información está disponible y la decisión en nuestras manos. Si esperamos a que lo determinen tal vez será demasiado tarde. Tal vez se hubiera salvado una vida por usar el cubrebocas desde hace tiempo y esa vida podría ser la de algún ser querido. La pandemia está rebasando toda proporción que se tenía prevista, quienes ya habían reabierto han tenido que volver al confinamiento. Mientras no hayan herramientas farmacológicas efectivas para combatir esta enfermedad, en nosotros está, pero sobretodo en nuestras acciones, propiciar la pronta salida de esta desafortunada situación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mencionado que la principal forma de propagación de la Covid-19 es a través de pequeñas gotas respiratorias expulsadas por alguien enfermo al toser.

La forma de evitar la transmisión de COVID es practicar la higiene respiratoria y el lavado de manos. Debido a que es posible que algunas personas infectadas no muestren síntomas o que sus síntomas sean leves, en la medida de lo posible se debe mantener al menos un metro de distancia entre individuos especialmente si alguien tose o estornuda. La OMS informa que está revisando las investigaciones en curso sobre este tema e informará respecto a las conclusiones que obtenga.

Los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos, reportan que el virus se propaga, entre personas que están en contacto cercano, a través de gotas respiratorias que se producen cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Dichas gotas ingresan a la boca o a la nariz y pueden llegar a los pulmones de personas que se encuentran cerca. En resumen, mencionan que cuanto más cercana y prolongada sea la interacción entre las personas es mayor el riesgo de contagio de COVID-19. Debemos notar que la pandemia comenzó hace seis meses y aún estamos aprendiendo acerca de cómo se propaga el virus.

Como hemos visto, todos los esfuerzos para la prevención de la enfermedad de COVID-19 causada por el nuevo SARS-CoV2 realizados por múltiples instituciones en el mundo, se enfocan en el distanciamiento social y el lavado de manos.

Recientemente un grupo de 239 científicos de 32 países enviaron una carta a la OMS que fue publicada en la revista científica Clinical Infectious Diseases. En la carta piden a la OMS que revise sus recomendaciones y hacen un llamado a la comunidad médica para solicitarle que reconsidere la posibilidad de que el SARS-CoV2 se transmita a través de micropartículas en suspensión o aerosoles. Los investigadores indican que hay suficiente evidencia para considerar que el SARS-CoV-2 puede propagarse en espacios interiores cerrados a través del aire y, por tanto, resultar potencialmente infeccioso. Los estudios que sustentan sus observaciones demuestran que los virus liberados en microgotas durante la exhalación, la conversación y la tos, permanecen en el aire y representan un riesgo de exposición incluso a distancias superiores a 2 metros. También mencionan que con la velocidad del aire en un interior una gota de 5 μm puede viajar decenas de metros.

Varios estudios retrospectivos realizados después de la epidemia de SARS-CoV-1 demostraron que la transmisión aérea es un mecanismo que explica el patrón de infecciones. Un ejemplo y explicación de este mecanismo de transmisión es la revisión de un estudio de contagio realizado en un restaurante chino, en donde no se observó contacto entre tres grupos de personas infectadas. En otros estudios realizados para analizar la propagación de otros virus, incluidos el virus sincitial respiratorio (VSR), el coronavirus del Síndrome Respiratorio del Este Medio (MERS-CoV) y la influenza mostraron que es viable que los virus transmitidos por el aire pueden exhalarse y detectarse en el ambiente de interiores.

Esto plantea el riesgo de que las personas que comparten dichos entornos puedan inhalar los virus; lo que resulta en infección y enfermedad. Hay muchas razones para esperar que el SARS-CoV-2 se comporte de la misma forma.

El pasado martes la OMS reconoció que existe “evidencia emergente” de la propagación por aire del coronavirus. Maria Van Kerkhove, jefa técnica de la OMS para el Covid-19 dijo “Hemos estado hablando sobre la posibilidad de una transmisión aérea y por aerosol como una de las formas de propagación del Covid-19”. Por su parte Benedetta Allegranzi, jefa técnica de prevención y control de enfermedades de la OMS dijo “no se puede descartar la posibilidad de una transmisión por vía aérea en lugares públicos, sobre todo en condiciones muy específicas de lugares abarrotados, cerrados y mal ventilados que han sido descritos”, “No obstante, las evidencias deben ser recopiladas e interpretadas, y seguimos respaldando esto”.

Es importante hacer notar que las evidencias sobre la transmisión por vía aérea del coronavirus no son definitivas y la OMS debería considerar un “Principio de precaución” implementado algunas medidas para prevenir posibles contagios en lo que confirma dicho mecanismo de transmisión. Debemos recordar que la pandemia se está acelerando y debemos reducir el número de muertes, cualquier medida aporta cambios significativos.

Para evitar la posible transmisión por este mecanismo podemos implementar (de manera fácil y sin costo) algunas medidas como ventilar suficiente y efectivamente habitaciones, entornos de trabajo, escuelas, edificios públicos, hospitales y residencias de ancianos. Evitar el hacinamiento, especialmente en el transporte público y los edificios públicos (bancos, supermercados, oficinas). En algunos casos se puede completar la ventilación con controles de infección en el aire, como el escape local, filtración de aire de alta eficiencia y luces ultravioletas germicidas.

Las instituciones de salud en el mundo reaccionan de manera tardía; pasaron meses y finalmente reconocieron la importancia del uso de cubrebocas, sin embargo, esta omisión ha causado que la gente dude sobre la efectividad de su uso, lo usan sólo cuando se ven obligados (por ejemplo, para ingresar a una tienda o en un avión), y la mayoría de las veces lo hacen de forma incorrecta. Hoy salimos a las calles en un intento de regreso a la nueva normalidad y podemos estar expuestos a contagios en espacios cerrados tales como gimnasios, tiendas, supermercados y plazas. En lo que la OMS y los demás organismos toman la decisión de implementar medidas o hacer recomendaciones, nosotros debemos tomar la iniciativa y evitar aglomeraciones, ventilar espacios cerrados y quedarnos en casa en medida de lo posible.

La información está disponible y la decisión en nuestras manos. Si esperamos a que lo determinen tal vez será demasiado tarde. Tal vez se hubiera salvado una vida por usar el cubrebocas desde hace tiempo y esa vida podría ser la de algún ser querido. La pandemia está rebasando toda proporción que se tenía prevista, quienes ya habían reabierto han tenido que volver al confinamiento. Mientras no hayan herramientas farmacológicas efectivas para combatir esta enfermedad, en nosotros está, pero sobretodo en nuestras acciones, propiciar la pronta salida de esta desafortunada situación.