/ lunes 30 de noviembre de 2020

Reprobable actitud mezquina

Salvo el León, único equipo entre los cuatro finalistas, que mordió el polvo en su primero de la serie contra el Puebla y por lo tanto obligado a ganar en el segundo capítulo, los otros tres, Chivas, Cruz Azul y Pumas, al ganar a domicilio su primer duelo, tenían otro panorama, pero para nada se justifica la actitud de cementeros y felinos, quienes fueron mezquinos suponemos ante la confianza de esa ventaja sin importarles un comino el espectáculo, cuando tenían los ingredientes para congraciarse de mejor manera con sus seguidores.

En lo personal en calidad de todo, aficionado, cronista y seguidores de esos dos equipos, luego de declararme chiva de corazón, repruebo la actitud de los técnicos de esos equipos, actitud que demuestra para mi gusto la mediocridad del fútbol mexicano en comparación con las mejores ligas del mundo. Desde luego que en otros países sucede lo mismo; eso, por una parte, por otra no estamos comparando la superioridad de esas ligas con la de México, sabemos perfectamente que, en Europa, está lo mejor de lo mejor, pero en cuanto a actitud a nivel de los mejores equipos de cada país, no encontramos otra palabra más adecuada para calificar lo que sucede en nuestra liga.

Vayamos por partes.

Cementeros y Pumas, llegaron a su segundo duelo con ventaja tal que obligaba a sus rivales a un esfuerzo extra; Tigres, tenía que anotar 3 y que no le anotaran uno más y Pachuca, obligado a anotar 2 y no recibir otro. Estaban más que obligados a arriesgar el todo por el todo, conscientes de que sus rivales tratarían de explotar los espacios que les dejarían, como efectivamente sucedió, pero ¡oh! decepción, pudiendo demostrar su superioridad ofensiva prefirieron limitarse a no desgastarse ni arriesgar más de la cuenta pensando en lesiones o tarjetas, que ofrecer mejor espectáculo y aplastar al rival, como pudo ser.

Sus rivales, si bien mostraron toda la intención de revertir la situación, entre su falta de ideas y que sus rivales se echaron para atrás, la verdad es que se vieron muy limitados, especialmente el equipo de Ferreti. Los felinos norteños, volvieron a mostrar una vez más que su sistema ya no funciona, que le urgen no pocos sino muchos cambios y que el tiempo le ha cobrado factura por no haberle dado la oportunidad a jóvenes de la cantera que hoy brillan en otros equipos, aunque algunos más vieron pasar sus mejores momentos y o bien se retiraron o juegan con la Liga de Expansión.

Pachuca con sus muchos jóvenes, nos parece que con un poco más de experiencia tal vez hubiesen salido adelante, en la recta final de desesperaron y con balonazos al área trataron de crear peligro, pero no era por ahí porque los balonazos frontales siempre son por lo regular pan comido para los defensores. Mucha entrega y voluntad de los tuzos, pero poco efectivos.

Otro “boleto” fueron las Chivas quienes sin miramiento alguno, descarados y más que motivados fueron amos y señores del partido, defendieron y atacaron en la misma proporción; si no ganaron de forma más contundente fue porque muchas de las jugadas de gol que generaron no terminaron con el balón en las redes porque eligieron mal en la acción final, especialmente Antuna, quien a como deba lugar quiso hacer su gol cuando en tres ocasiones le bastaba ceder la pelota a compañeros para que estos solo empujaran el esférico. Nada, absolutamente nada de los que intento Miguel Herrera, pudo mejorar a un América que bastante hizo para terminar en segundo sitio del rol regular. Los americanistas no deben reprocharle su accionar, simple y sencillamente porque no les daba para más. Se auguraba una serie mucho más nivelada, especialmente por tratarse del superclásico, pero no resultó así, Chivas, con jugadores hambrientos de aprovechar la situación de lesionados y castigados por el propio club, cumplieron con creses. Aguas con este Guadalajara, porque viene jugando bien y además la motivación jugará un papel importante.

Ya le entraremos al análisis de las semifinales: León-Chivas y Cruz Azul-UNAM.

Nos vemos mañana.

Antoniovelazquez13@hotmail.com

Salvo el León, único equipo entre los cuatro finalistas, que mordió el polvo en su primero de la serie contra el Puebla y por lo tanto obligado a ganar en el segundo capítulo, los otros tres, Chivas, Cruz Azul y Pumas, al ganar a domicilio su primer duelo, tenían otro panorama, pero para nada se justifica la actitud de cementeros y felinos, quienes fueron mezquinos suponemos ante la confianza de esa ventaja sin importarles un comino el espectáculo, cuando tenían los ingredientes para congraciarse de mejor manera con sus seguidores.

En lo personal en calidad de todo, aficionado, cronista y seguidores de esos dos equipos, luego de declararme chiva de corazón, repruebo la actitud de los técnicos de esos equipos, actitud que demuestra para mi gusto la mediocridad del fútbol mexicano en comparación con las mejores ligas del mundo. Desde luego que en otros países sucede lo mismo; eso, por una parte, por otra no estamos comparando la superioridad de esas ligas con la de México, sabemos perfectamente que, en Europa, está lo mejor de lo mejor, pero en cuanto a actitud a nivel de los mejores equipos de cada país, no encontramos otra palabra más adecuada para calificar lo que sucede en nuestra liga.

Vayamos por partes.

Cementeros y Pumas, llegaron a su segundo duelo con ventaja tal que obligaba a sus rivales a un esfuerzo extra; Tigres, tenía que anotar 3 y que no le anotaran uno más y Pachuca, obligado a anotar 2 y no recibir otro. Estaban más que obligados a arriesgar el todo por el todo, conscientes de que sus rivales tratarían de explotar los espacios que les dejarían, como efectivamente sucedió, pero ¡oh! decepción, pudiendo demostrar su superioridad ofensiva prefirieron limitarse a no desgastarse ni arriesgar más de la cuenta pensando en lesiones o tarjetas, que ofrecer mejor espectáculo y aplastar al rival, como pudo ser.

Sus rivales, si bien mostraron toda la intención de revertir la situación, entre su falta de ideas y que sus rivales se echaron para atrás, la verdad es que se vieron muy limitados, especialmente el equipo de Ferreti. Los felinos norteños, volvieron a mostrar una vez más que su sistema ya no funciona, que le urgen no pocos sino muchos cambios y que el tiempo le ha cobrado factura por no haberle dado la oportunidad a jóvenes de la cantera que hoy brillan en otros equipos, aunque algunos más vieron pasar sus mejores momentos y o bien se retiraron o juegan con la Liga de Expansión.

Pachuca con sus muchos jóvenes, nos parece que con un poco más de experiencia tal vez hubiesen salido adelante, en la recta final de desesperaron y con balonazos al área trataron de crear peligro, pero no era por ahí porque los balonazos frontales siempre son por lo regular pan comido para los defensores. Mucha entrega y voluntad de los tuzos, pero poco efectivos.

Otro “boleto” fueron las Chivas quienes sin miramiento alguno, descarados y más que motivados fueron amos y señores del partido, defendieron y atacaron en la misma proporción; si no ganaron de forma más contundente fue porque muchas de las jugadas de gol que generaron no terminaron con el balón en las redes porque eligieron mal en la acción final, especialmente Antuna, quien a como deba lugar quiso hacer su gol cuando en tres ocasiones le bastaba ceder la pelota a compañeros para que estos solo empujaran el esférico. Nada, absolutamente nada de los que intento Miguel Herrera, pudo mejorar a un América que bastante hizo para terminar en segundo sitio del rol regular. Los americanistas no deben reprocharle su accionar, simple y sencillamente porque no les daba para más. Se auguraba una serie mucho más nivelada, especialmente por tratarse del superclásico, pero no resultó así, Chivas, con jugadores hambrientos de aprovechar la situación de lesionados y castigados por el propio club, cumplieron con creses. Aguas con este Guadalajara, porque viene jugando bien y además la motivación jugará un papel importante.

Ya le entraremos al análisis de las semifinales: León-Chivas y Cruz Azul-UNAM.

Nos vemos mañana.

Antoniovelazquez13@hotmail.com