/ sábado 15 de agosto de 2020

¿Quienes integran la terna hiperactiva?

Por encima de cualesquiera que se precie de tener los tamaños para buscar la gubernatura de Sinaloa, solo tres personajes en realidad son los de rasgo hiperactivo políticamente. Ellos no se encerraron en el cómodo círculo del grito, sino que ensayan con toda su fuerza para cuando se llegue el instante oportuno.

A tal grado que no hay otro que se les pueda comparar, ni siquiera dentro del gabinete que encabeza Quirino Ordaz Coppel.

Héctor Melesio Cuén Ojeda, presidente del localista Partido Sinaloense no puede estarse quieto.

Siempre alerta, aparece en la mayoría de los espacios de opinión y emite propuestas no solo sobre los problemas de la entidad sino de los grandes temas del país.

Las actividades de gestión social y política del dirigente del PAS son permanentes a lo largo y ancho del territorio estatal. Opera como un amortiguador de los efectos que podrían ocasionar los añejos rezagos comunitarios y hasta le quita peso al Gobierno del Estado.

El ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, es un procesador de la resolución de la problemática que se le expone entre los pobladores de la ciudad y los espacios rurales.

Todos los días eleva sus bonos, a pesar de la envidia que le tienen sus adversarios.

Y por el Partido Redes Sociales Progresistas, próximo a que el Instituto Nacional Electoral lo habilite para las elecciones del 2021, Gerardo Vargas Landeros realiza una constante labor de promoción.

Está igualmente atento a lo que acontece en el entorno e intenta no dejar hilos sueltos para su proyecto. Va y viene de un lado a otro sin dejar de convocar a que se sumen a su proyecto.

El ex secretario general de Gobierno, considera que nadie podrá parar su carrera y determinó seguir adelante para no quedar fuera dela justa comicial que está a la vuelta de la esquina.

Diariamente utiliza los medios digitales para dar sus puntos de vista sobre diferentes tópicos actuales y se caracteriza por llamar a prevenir y combatir la pandemia del coronavirus.

No hay amanecer en que se le olvide saludar a sus seguidores y desearles éxitos a los mismos.

Ese hecho lo mantiene presente en el imaginario de los pobladores a los que lucha por convencer de que es una de las opciones viables para disputar el poder el año entrante.

E inclusive es partidario de lanzar críticas a las autoridades del estado, que además de antecederle al mandato de su jefe Mario López Valdez, lo quisieron eliminar y acusarlo de desvió de fondos públicos.

Como el tercero en discordia emerge en el campo de la competencia, Sergio Torres Félix, actual secretario de Pesca y Acuacultura del Gobierno del Estado. Es un funcionario que de un tiempo acá, no descansa.

Y no oculta ni ante los ojos ni oídos de su mando inmediato, el Ejecutivo sinaloense, el rumbo que toma su paso, de querer ser su sucesor.

Lo dijo recio y quedito. Que no disminuirá la velocidad con la que se mueve hasta aparecer en las boletas electorales. Ello con el PRI o sin el PRI que además en el estado, está impávido, ante los graves conflictos que padecen las familias.

En el círculo cercano en que orbita, se escucha que el titular de la SPyA sostiene negociaciones con fuerzas distintas al priismo para conformar una alianza hacia lo que se avecina.

La labor de solidaridad que inició en los campos pesqueros que administra, la trasladó a las presas y luego a las colonias populares donde retoma exigencias populares pendientes.

Se erigió como uno de los críticos más férreos del presidente Andrés Manuel López Obrador y de los alcaldes y diputados morenistas, de tal manera que podría alentar protestas contra las instancias del ramo como la Comisión Nacional de Pesca que recortó el presupuesto y el alcance del abanico de los programas sociales.

Eso no lo perdona.

De esta terna hacia afuera y del resto de las instituciones partidistas, son los únicos activos. Los demás son puro griterío y presunción.

Por encima de cualesquiera que se precie de tener los tamaños para buscar la gubernatura de Sinaloa, solo tres personajes en realidad son los de rasgo hiperactivo políticamente. Ellos no se encerraron en el cómodo círculo del grito, sino que ensayan con toda su fuerza para cuando se llegue el instante oportuno.

A tal grado que no hay otro que se les pueda comparar, ni siquiera dentro del gabinete que encabeza Quirino Ordaz Coppel.

Héctor Melesio Cuén Ojeda, presidente del localista Partido Sinaloense no puede estarse quieto.

Siempre alerta, aparece en la mayoría de los espacios de opinión y emite propuestas no solo sobre los problemas de la entidad sino de los grandes temas del país.

Las actividades de gestión social y política del dirigente del PAS son permanentes a lo largo y ancho del territorio estatal. Opera como un amortiguador de los efectos que podrían ocasionar los añejos rezagos comunitarios y hasta le quita peso al Gobierno del Estado.

El ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, es un procesador de la resolución de la problemática que se le expone entre los pobladores de la ciudad y los espacios rurales.

Todos los días eleva sus bonos, a pesar de la envidia que le tienen sus adversarios.

Y por el Partido Redes Sociales Progresistas, próximo a que el Instituto Nacional Electoral lo habilite para las elecciones del 2021, Gerardo Vargas Landeros realiza una constante labor de promoción.

Está igualmente atento a lo que acontece en el entorno e intenta no dejar hilos sueltos para su proyecto. Va y viene de un lado a otro sin dejar de convocar a que se sumen a su proyecto.

El ex secretario general de Gobierno, considera que nadie podrá parar su carrera y determinó seguir adelante para no quedar fuera dela justa comicial que está a la vuelta de la esquina.

Diariamente utiliza los medios digitales para dar sus puntos de vista sobre diferentes tópicos actuales y se caracteriza por llamar a prevenir y combatir la pandemia del coronavirus.

No hay amanecer en que se le olvide saludar a sus seguidores y desearles éxitos a los mismos.

Ese hecho lo mantiene presente en el imaginario de los pobladores a los que lucha por convencer de que es una de las opciones viables para disputar el poder el año entrante.

E inclusive es partidario de lanzar críticas a las autoridades del estado, que además de antecederle al mandato de su jefe Mario López Valdez, lo quisieron eliminar y acusarlo de desvió de fondos públicos.

Como el tercero en discordia emerge en el campo de la competencia, Sergio Torres Félix, actual secretario de Pesca y Acuacultura del Gobierno del Estado. Es un funcionario que de un tiempo acá, no descansa.

Y no oculta ni ante los ojos ni oídos de su mando inmediato, el Ejecutivo sinaloense, el rumbo que toma su paso, de querer ser su sucesor.

Lo dijo recio y quedito. Que no disminuirá la velocidad con la que se mueve hasta aparecer en las boletas electorales. Ello con el PRI o sin el PRI que además en el estado, está impávido, ante los graves conflictos que padecen las familias.

En el círculo cercano en que orbita, se escucha que el titular de la SPyA sostiene negociaciones con fuerzas distintas al priismo para conformar una alianza hacia lo que se avecina.

La labor de solidaridad que inició en los campos pesqueros que administra, la trasladó a las presas y luego a las colonias populares donde retoma exigencias populares pendientes.

Se erigió como uno de los críticos más férreos del presidente Andrés Manuel López Obrador y de los alcaldes y diputados morenistas, de tal manera que podría alentar protestas contra las instancias del ramo como la Comisión Nacional de Pesca que recortó el presupuesto y el alcance del abanico de los programas sociales.

Eso no lo perdona.

De esta terna hacia afuera y del resto de las instituciones partidistas, son los únicos activos. Los demás son puro griterío y presunción.